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Un asesino escurridizo sin oficio

El detenido por el crimen de un abogado llevaba 20 años en la Costa del Sol

Juana Viúdez
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía inspeccionan el lugar donde fue hallado el cadáver de abogado asesinado.
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía inspeccionan el lugar donde fue hallado el cadáver de abogado asesinado.GARCÍA-SANTOS

Peter Rudolph Bertz, nacido en Munich (Alemania) hace 50 años, consiguió pasar relativamente desapercibido para las autoridades en los 20 años que llevaba asentado en la Costa del Sol. Su último golpe, el secuestro y asesinato de un abogado de Málaga al que robó 1.200 euros, ha roto esa tendencia.

La Policía le detuvo el jueves tras una frenética búsqueda en la que no hubo lugar para el descanso. El comisario provincial accidental, Valentín Bahut, le definió ayer como una persona “escurridiza”, habituada a llevar una vida itinerante y ajetreada. No se le conocía domicilio o trabajo, ni tiene número de identificación de extranjero (NIE). Se presentaba con identidades falsas para dar esquinazo a sus antecedentes por estafas, apropiaciones indebidas o robos con violencia.

Los agentes dieron con él en la localidad costera de Torrox, en la casa que compartía con su pareja. Bertz reconoció que se había citado el viernes 2 de marzo con el letrado desaparecido, pero aseguró que lo había dejado en su despacho sano y salvo. Conforme el reloj fue sumando horas, reconoció el crimen y condujo a los agentes hasta el cuerpo del abogado generalista Salvador Andrés Reina. Lo hallaron en el maletero de su propio vehículo, un Volvo azul metalizado que estacionó en las inmediaciones de la estación de autobuses de Málaga. Según los primeros datos de la autopsia, murió por un corte en el cuello.

El subdelegado del Gobierno en Málaga, Jorge Hernández Mollar, intentó tranquilizar al colectivo. “Se trata de un hecho aislado y fortuito, incluso por la selección de la víctima”, defendió. Tanto la Policía, como el subdelegado insistieron en que el móvil del crimen fue “económico” y con “el objetivo claro de apropiarse el dinero”.

El arrestado tenía antecedentes por estafa, lesiones y robo con violencia

Varias fuentes coinciden en que Bertz y Salvador Andrés Reina no se conocían. “Entraron en contacto porque una abogada le derivó a su despacho alegando que ella no llevaba asuntos penales”, explican. Con esta premisa, el letrado accedió a reunirse con Bertz y se desencadenó una situación que acabó en tragedia.

El detenido tiene una gran facilidad con los idiomas —domina cuatro lenguas— algo que le permitía representar diferentes personajes. Uno de sus favoritos, un británico residente en Gibraltar, acudió al despacho que su víctima regentaba en la calle Martínez Maldonado de Málaga.

Nadie conoce a ciencia cierta lo que ocurrió a partir de ese momento. Sólo que Salvador Andrés Reina, un padre de familia de vida ordenada, no regresó a su domicilio y sus allegados comenzaron a preocuparse. El sábado pasado denunciaron su falta, y la Policía comenzó a buscarle.

Los investigadores supieron que alguien había sacado 1.200 euros de la cuenta del desaparecido entre el viernes y el sábado. Acudieron a los cajeros y en las grabaciones de seguridad encontraron el rostro del principal sospechoso.

Con un nombre de pila y una foto peinaron la Costa del Sol. Una fuente policial explicó que encontraron a otro hombre, también alemán, cuyos rasgos físicos eran muy similares al detenido por el crimen. Cuando los agentes fueron a detenerle, les dijo que estaban equivocados, pero que conocía a Peter Rudolph Bertz “de la cárcel”.

En 1984, unos compatriotas denunciaron a Bertz por estafa, robo con violencia y lesiones. Los hechos ocurrieron en 1984, en el núcleo de Torre del Mar (Vélez Málaga), pero fueron denunciados en Alemania. Las autoridades alemanas cursaron una orden de búsqueda y detención y fue extraditado a su país.

En 2011, la justicia volvió a reclamarle. Tenía dos órdenes de detención dictadas por juzgados españoles, una de febrero y otra de junio, ambas por apropiación indebida. Está previsto que en las próximas horas pase a disposición del Juzgado número 3 de Málaga, por este último caso. Aunque la investigación sigue abierta, los agentes dan por seguro que Bertz actuó solo.

El Colegio de Abogados de Málaga concedió ayer la medalla de honor a título póstumo a su compañero fallecido. Con este reconocimiento quieren rendir homenaje a la trayectoria de este abogado “al que le arrebataron la vida ejerciendo la profesión a la que llevaba dedicado 23 años”. Su funeral se celebra hoy a las 13.00 en Parcemasa.

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Sobre la firma

Juana Viúdez
Es redactora de la sección de España, donde realiza labores de redacción y edición. Ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional en EL PAÍS. Antes trabajó en el diario Málaga Hoy y en Cadena Ser. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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