Los indignados recurrirán el archivo de la causa por el desalojo del 27-M
Los querellantes anuncian que llegarán a los “tribunales internacionales”
“Es sobre los indignados. Han puesto una denuncia pero no les hacen caso”, resumía ayer una mujer curiosa que pasaba por la plaza de Catalunya. Allí, se manifestaban más de 200 personas, velas en mano. Algunos de los que participaron en la multitudinaria acampada de Barcelona el año pasado, bautizados como los indignados, protestaron ayer en contra del archivo de la causa contra mandos políticos y policiales por el desalojo de la plaza de Catalunya, el 27 de mayo, que acabó con 120 heridos (36 de ellos, mossos). Y anunciaron que la recurrirán. Si hace falta, hasta “tribunales internacionales”, dijeron.
Durante cerca de tres cuartos de hora, protestaron ayer en la plaza que el movimiento del 15-M ocupó durante 45 días de forma ininterrumpida. “Al final, nos reprimieron”, leyeron en un comunicado, sobre el desalojo. Y acusaron a los Mossos d’Esquadra de utilizar una excusa “grosera”, la celebración de la final de la Champions en las inmediaciones, para intentar expulsarles de la plaza. Interior insiste en que solo quería retirar objetos peligrosos.
Los manifestantes llevaron las cargas policiales ante el juez, en una querella conjunta de diversas personas. Como consecuencia, el titular del juzgado de instrucción número 4 de Barcelona, Josep Maria Miquel Porres, imputó al director general de la Policía, Manel Prat, a la exconcejal de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Assumpta Escarp, y a varios mandos policiales. Pero la semana pasada el juez concluyó que el uso de la fuerza fue proporcional, y archivó el asunto. Se basó en las declaraciones y en las comunicaciones internas entre los mandos policiales y los mossos que estaban en la plaza. El audio de esas conversaciones, difundidas ayer por La Directa, recoge momentos en los que la policía catalana se vio desbordada por la situación.
“Alborotaron el centro de Barcelona”, se quejaron ayer los manifestantes. Y pidieron que al menos haya un “reconocimiento del agravio”. Por eso anunciaron que recurrirán la decisión del juez. Y llegarán, si hace falta, a los “tribunales internacionales”. Al acabar la lectura, iniciaron una marcha hasta el Palau de la Generalitat. Allí leyeron de nuevo su manifiesto, pidieron la dimisión del consejero de Interior, Felip Puig, y se disolvieron sin incidentes.
Unas horas antes, también en Barcelona, una cincuentena de iaioflautas ocuparon la sede de Fomento del Trabajo. Fue poco antes del mediodía. Varias personas entraron en la sede de la patronal catalana, donde permanecieron cerca de una hora y media, según cuenta Europa Press.
“No es crisis, es una estafa”, gritó el colectivo, formado por personas mayores, que lucían chalecos reflectantes. Y pidieron una reunión con responsables de la patronal.
Finalmente, les recibió el secretario general de Fomento del Trabajo, Joan Pujol, al que expusieron sus argumentos contra la reforma laboral y marcharon.
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