La operación frustró un negocio con el Sergas para ahorrar en medicamentos
El dueño de Nupel y Azkar ultimaban un proyecto, centralizado en la planta de Rábade, para que Pilar Farjas recortase en un millón el gasto hospitalario
“Innovent Salud iba a ser algo”, parece lamentarse en uno de los interrogatorios de la juez de Lugo, como si estuviera bastante acostumbrado al humo que vendía Dorribo, Carlos Monjero, socio de Proitec, que ayer volvió a prestar declaración, esta vez en el Supremo y negó los pagos a José Blanco. Innovent habría sido “algo”, según este imputado, si no hubiera estallado la Operación Campeón, porque esta empresa creada por Dorribo, Proitec y Azkar ultimaban aquellos días “una idea buenísima”; un proyecto logístico para el ahorro en hospitales que a finales de 2010 sonó como música celestial a la entonces conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, hoy secretaria general de Salud con Rajoy. En el sumario del juzgado se incluye el dossier que, bajo el epígrafe Estrategia Sergas 2014, llegó a elaborar Azkar, encabezado por su logotipo y el del Servizo Galego de Saúde. Unas páginas más adelante se incluye, como “entidad colaboradora”, a la Universidade de Santiago.
Jorge Dorribo presumía de que la conselleira le “apoyaba mucho”
En reuniones amañadas por Pablo Cobián, los socios (el vicepresidente de Azkar, José Antonio Orozco, Dorribo y en alguna de ellas también Monjero) fueron haciéndolo “muy bien”, como solían decir, o sea, subiendo “escalones”. Se citaron con Pablo Torres, jefe de Contratación del Sergas, que se mostró entusiasmado con el plan; luego con Farjas, que según Dorribo “le apoyaba mucho”; y por último con Feijóo, que fue “muy franco” y les propuso, según Monjero, “hacer un proyecto piloto en los geriátricos de Lugo”; “todos estaban a favor de que eso saliera adelante”. Ya lo decía la agenda personal del director del Igape, Joaquín Varela, al que se le toparon un par de anotaciones con las fechas de las entrevistas con Farjas y Feijóo, el 11 y el 14 de octubre de 2010, respectivamente. “Voy el lunes a ver a la Conselleira Sanidade que está muy interesada por una cuestión de ahorro farmacéutico”, se puede leer en los papeles escaneados por orden de la juez. Además de “jueves 14 va con el Presidente”, aunque no se sabe a quién se refiere al usar la tercera persona.
Sanidade compraría los fármacos y en la nave de Lugo se prepararían las dosis
A los inspectores de la Agencia Tributaria les llamó poderosamente la atención que esas citas figurasen reseñadas tanto en la documentación incautada en el despacho de Varela de Limia, de su puño y letra, como en la recogida del de Dorribo, en esta ocasión escritas por Cobián.
Con la conselleira llegaron incluso a encontrarse, según testimonio de Dorribo, un sábado en A Coruña, para pergeñar “el tema de los geriátricos”. Le propusieron centralizar y gestionar los medicamentos que consumen los 16 hospitales del Sergas y las 18 residencias de ancianos que de ellos dependen en materia de botica, a través de una red de plataformas de almacenaje y transporte. Se aprovecharían las instalaciones de Azkar en A Coruña, Santiago, Ferrol, Lugo, Ourense, Pontevedra y Vigo. Y por si la Xunta quería ajustar aún más el gasto, había un “escenario dos” según el cual las siete plataformas se reducirían a un par, en Vigo y A Coruña, para toda Galicia. La Xunta compraría las medicinas y en la planta que estaba a punto de terminar Dorribo en Rábade, Innovent llevaría a cabo el envasado unidosis para el uso hospitalario. Azkar almacenaría, custodiaría y transportaría a diario (gracias a su propuesta “just in time”, decía el rimbombante informe de la empresa) los pedidos exactos que solicitase cada hospital a través de internet.
Así, según lo expuesto entonces en la Xunta, el Sergas ahorraría personal, ahora destinado a las tareas de farmacia; ganaría para otros fines el espacio que dedica en los hospitales a almacenaje y, sobre todo, dejaría de gastar un millón de euros por la racionalización del stock.
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