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Los trabajadores de Derbi, en huelga por el cierre de Martorelles

La matriz italiana anunció la semana pasada a los empleados su intención de marcharse La plantilla se siente engañada por Piaggio, que en verano habló de reconvertir la fábrica

Clara Blanchar

Los trabajadores de la fábrica de Derbi de Martorelles están este miércoles en huelga. La plantilla, formada por 164 personas, protesta por el anuncio de la matriz, la italiana Piaggio, de que renuncia a su plan de reconvertir la planta en un centro de suministro de piezas. El anuncio de la reconversión lo hizo en verano, cuando aseguró que permanecería un año más en Cataluña, pero la semana pasada la matriz anunció a los empleados que la única alternativa es un inversor externo.

Los empleados, que han secundado la huelga en bloque, se sienten ahora engañados. "Nos pusieron el caramelo de las piezas en la boca, mientras tanto han deslocalizado las motos, porque se las han llevado a Italia, y ahora se van", critica el presidente del comité de empresa, Diego Moriña (UGT). "Han jugado con nuestras esperanzas mientras su único objetivo era irse con el beneplácito de la Administración y el silencio de la plantilla", añade. Los trabajadores tienen previsto manifestarse a mediodía y marchar hasta Mollet del Vallès, donde pedirán que les reciba el alcalde. Se dirigirán a Mollet y no a Martorelles porque la mayoría de los empleados son vecinos de la primera población.

Moriña también reprocha a Piaggio que "se escude en excusas", como la exigencia de subvenciones a la Generalitat. "Exigen subvenciones para investigación del 60%, cuando en toda Europa el máximo es del 25%". El presidente del comité asegura que Derbi es una empresa "competitiva y con futuro", y exige a la Generalitat que se implique en la búsqueda de soluciones.

El conflicto de Derbi ya lleva vivo un año. Fue en marzo de 2011 cuando Piaggio anunció su idea de cerrar Martorelles. En mayo presentó un ERE de extinción de la plantilla, que la protesta de los empleados y la mediación de la Generalitat lograron parar. En verano, aunque los trabajadores acusaron a la matriz de estrangular la producción, esta prometió que seguiría al menos un año en Martorelles y reconvertiría la planta en un centro de suministro de piezas. En paralelo, el fabricante de componentes Doga ha mantenido conversaciones para quedarse con la planta, pero no han llegado a cuajar.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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