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Piaggio estrangula la producción de Derbi al frenar el envío de piezas

La factoría de Martorelles se ve forzada a parar la fabricación de 2.000 motos

La planta de Derbi de Martorelles (Vallès Oriental) mantiene parada la producción de unas 2.000 motocicletas de 125cc por falta de suministro de piezas como horquillas, ruedas, amortiguadores y frenos. El parón se produce en plena negociación entre los empleados y la multinacional Piaggio, que quiere despedir a los 220 empleados, cerrar la planta y llevarse la producción a Italia. Como consecuencia del frenazo, la empresa ha enviado esta semana a casa a 32 empleados fijos discontinuos con el argumento de que no hay trabajo para ellos. Los problemas de suministro comenzaron hace dos meses. Derbi presentó el expediente de regulación de empleo (ERE) el pasado 2 de mayo.

Los 32 trabajadores a tiempo parcial recibieron la carta de la empresa en el mismo momento en que todos los grupos del Parlament votaban el miércoles una resolución por la que se comprometían a hacer todo lo posible por evitar el cierre de la histórica planta de Martorelles. De hecho, el comité de empresa, que estuvo en la Cámara, no se enteró hasta la tarde, porque la votación en la Comisión de Empresa y Empleo se celebró pasado el mediodía. Este grupo de empleados trabaja en función de la carga productiva y Piaggio les dice ahora que no es necesario que se incorporen, explican los sindicatos.

La multinacional italiana manda a casa a 32 empleados a tiempo parcial

Los representantes de los trabajadores están convencidos de que la matriz italiana está ahogando lentamente la planta de Martorelles. "Piaggio es el único cliente de Derbi y prácticamente su único proveedor", subrayan fuentes de CC OO. "Nos están estrangulando" asegura Fernando Cornejo, del mismo sindicato. "Ellos nos venden las piezas y ellos nos compran las motos. Si no suministran, no les podemos vender, es una pescadilla que se muerde la cola", dice, y añade que el 80% de las piezas de las motos que se producen en Martorelles las proporciona la matriz, que compra a lo grande y reparte entre las distintas plantas. "Piaggio abastece antes a sus fábricas italianas de Aprillia o Vespa", asegura Cornejo, que añade que la multinacional se llevó el año pasado dos modelos (la GPR de 50cc y 125cc) a una planta de Aprillia que solo trabaja cuatro horas al día, en virtud de un convenio de solidaridad que existe entre las factorías de la compañía.

El 20% de las piezas que no suministra la matriz son de proveedores locales, como J. Juan o AJP Industrial. Esta última factoría, de L'Hospitalet de Llobregat, está en proceso concursal y también está retrasando las entregas, apuntan los sindicatos, que aseguran que la marcha de Honda y la amenaza que pesa sobre Yamaha han sido la puntilla para el fabricante de piezas. "Por si nuestros problemas fueran pocos, también están en dificultades algunos de nuestros proveedores. La situación en la planta es tensa", afirma Diego Moriñas, representante de UGT en el comité. La parada que vive Martorelles por falta de piezas hace que los empleados descarten la huelga. "No podemos defender a los 32 compañeros que se han tenido que ir porque parar en solidaridad con ellos sería hacer el juego a Piaggio", reflexiona Cornejo.

Piaggio, el comité e Inspección de Trabajo se han dado de plazo hasta el jueves para aportar más datos y reanudar el periodo de consultas del ERE. Quedarán 14 días del periodo de consultas y a mediados de julio comenzará el plazo de dos semanas que tiene Inspección de Trabajo para resolver. Los trabajadores temen que ocurra lo mismo que pasó con el ERE de Yamaha: la empresa lo retiró en el último minuto, pero mantiene que se marcha y deslocaliza la producción a Francia. "El miedo que tenemos es que Piaggio retire el ERE en pleno agosto pero plantee otro temporal", zanja Cornejo.

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