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Ares pide unidad democrática para evitar el “victimismo” ‘abertzale’

El exconsejero de Interior Javier Balza (derecha) conversa con su sucesor, Rodolfo Ares, ayer antes del desayuno informativo en Bilbao.
El exconsejero de Interior Javier Balza (derecha) conversa con su sucesor, Rodolfo Ares, ayer antes del desayuno informativo en Bilbao.ALFREDO ALDAI (EFE)

El consejero de Interior, Rodolfo Ares, reclamó ayer a la unidad de los partidos democráticos para evitar el “victimismo” de la izquierda abertzale y que traslade sus planteamientos “radicales” a las instituciones. Consciente de la importancia de las elecciones autonómicas previstas para el año que viene, el dirigente socialista situó a la antigua Batasuna como un rival político de primer orden e instó a derrotarla en las urnas, “al igual que el Estado de derecho ha derrotado a ETA”, para evitar que sus “contradicciones” bloqueen también al Gobierno vasco.

Durante su participación en el Fórum Europa en Bilbao, Ares recalcó que reconoce los pasos dados por el entorno abertzale tras su desmarque de la violencia, pero remarcó que “son ellos” los que aún mantienen una gran deuda con la sociedad vasca. Por eso, y con motivo del nuevo acto previsto por Batasuna para mañana, el consejero apeló a que “se dejen de literaturas y reconozcan de una vez sus equivocaciones del pasado, así como el daño causado”.

Presentado por su predecesor en el cargo, Javier Balza, el consejero situó a la izquierda abertzale como único enemigo político. En este sentido, consideró que la independencia que propugna “solo generaría aislamiento, enfrentamiento, división y pobreza” en la sociedad vasca. “No queremos ser como Venezuela o Kosovo, como ellos pretenden, sino trabajar para conseguir acercarnos a los países más avanzados de Europa”, manifestó.

“Sí hay vencedores”

Ares insistió en la idea de que en el final del terrorismo “sí ha habido vencedores”, en referencia a los demócratas, y remarcó la imposibilidad de que haya indultos generales o amnistías de los presos etarras. No obstante, abogó por poner en marcha una política penitenciaria “más dinámica y flexible” que permita la reinserción individual de aquellos terroristas —“que no presos políticos”— que decidan desmarcarse de la violencia y asumir el daño causado. “Su futuro está en sus manos”, consideró.

El consejero fijó como próximo reto la consolidación de la paz y la reconciliación en Euskadi, ante lo que puso en valor dos proyectos de su Gobierno: el Instituto de la Memoria y la Convivencia, y el Memorial de las Víctimas del Terrorismo. “Del miedo a la muerte, tenemos que pasar a las preocupaciones de la vida”, remachó.

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