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Un hombre de 57 años recibe el primer implante de corazón artificial en Cataluña

La bomba cardiaca que ha colocado por primera vez el centro catalán es la cuarta en toda España

Late como un corazón pero es una máquina. El hospital de Bellvitge ha culminado con éxito el primer implante de un corazón artificial de larga duración a Eufemio García, paciente de 57 años con insuficiencia cardíaca avanzada. Cuatro meses después de la operación, García lleva una vida normal en su propia casa. "Ha mejorado mucho mi calidad de vida, ahora puedo salir a dar un paseo y puedo recostarme para dormir después de meses pasando las noches en vela", ha señalado sonriente el paciente en la rueda de prensa en la que se ha presentado la operación.

Se trata del tercer implante de este tipo que se realiza en España, después de sendas intervenciones en Madrid y Córdoba. Estas operaciones solo están indicadas para pacientes a los que no se les puede trasplantar el corazón de un donante.

"Llevo una vida mucho más cómoda y segura", ha explicado Eufemio. En 1999 sufrió un infarto de miocardio que le provocó una insuficiencia cardiaca avanzada. El paciente tuvo que abandonar su trabajo de policía local en Castellar del Vallès hace 14 años por problemas de corazón. Pese a esta patología, no era candidato a un trasplante de corazón por otros problemas de salud. Finalmente, los médicos optaron por implantarle un corazón artificial a la espera de que se resuelvan las contraindicaciones del trasplante. Eufemio, sin embargo, podría emplear este corazón de forma indefinida en función de su evolución.

"Ha mejorado mucho mi calidad de vida", explica sonriente el paciente intervenido

La intervención se realizó el pasado 23 de noviembre. Después de 40 días ingresado, el paciente fue dado de alta con la única prohibición de bañarse en la piscina para evitar daños en la parte exterior del sistema implantado.

El dispositivo es una turbina que complementa la función de bomba que realiza el ventrículo izquierdo del corazón y que está conectada con dos baterías externas, con una autonomía de unas siete horas.

El uso de corazones artificiales aumentará por la falta de órganos, detalla un doctor

La totalidad del dispositivo se encuentra en el interior del paciente y está comunicado con la unidad de control a través de un único cable, para alimentación eléctrica y análisis de datos. Actualmente, existen pacientes con más de 10 años de funcionamiento de dispositivos similares y sin mayores complicaciones.

 "El uso de corazones artificiales irá en aumento en los próximos años por la limitación de corazones para el trasplante y por la mejora de la eficacia de los dispositivos", ha explicado el doctor Nicolás Manito, responsable del área de Cardiología del hospital de Bellvitge.

"En el momento en el que falten órganos, en torno al 20% de los pacientes que están en lista de espera de trasplante pueden requerir de un corazón artificial", ha detallado el doctor.

La esperanza de vida de los pacientes con corazones artificiales es similar a la de los que tienen un trasplante. Estas personas no requieren medicación para evitar el rechazo del órgano pero, por el contrario, tienen que estar pendientes de las baterías del implante.

En total, son cinco los corazones artificiales permanentes funcionando en España, aunque dos de ellos emplean un modelo estadounidense distinto del utilizado por el hospital de Bellvitge, que emplea tecnología alemana.

El hospital de Bellvitge, centro de referencia que realizó 19 trasplantes de corazón en 2011, lleva años implantando dispositivos mecánicos en corazones, pero se insertan de forma temporal, normalmente para un plazo no superior a un mes, a la espera que aparezca un donante compatible.

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