Las Diputaciones han retrasado pagos al Gobierno en tres años por 10.731 millones

10.731 millones de euros. Esa es la cifra de los aplazamientos de pago que el Gobierno ha autorizado a las tres Diputaciones en los ultimos tres años para evitar tensiones de tesorería en las arcas forales. Se trata de retrasos de pago durante varias semanas para que las Diputaciones puedan mantener dinero en caja a la espera de tener ingresos con que hacer frente a sus obligaciones de pago. La cifra, equivalente al presupuesto del Ejecutivo para este año, se eleva hasta los 13.451 millones de aportaciones retrasadas si se computa el último lustro, desde 2007, aunque el verdadero salto cuantitativo se produce desde que los socialistas llegaron a Ajuria Enea hace casi tres años.

A partir de 2009, las tres instituciones forales, entonces gobernadas por el PNV, triplicaron las solicitudes de aplazamientos respecto de las autorizadas por el Gobierno de Juan José Ibarretxe en su último año completo de mandato, al pasar de los 1.750 millones de 2008 a los 4.858 de 2009.

La cuantía descendió hace dos años a 2.120 millones y volvió a subir el pasado ejercicio a los 3.753 millones de euros.

Los datos figuran en una respuesta parlamentaria del Gobierno a preguntas de la socialista Joana Madrigal. El argumento de los aplazamientos del Gobierno a las Diputaciones para que no tengan  problemas de tesorería fue utilizado la pasada semana por el consejero de Economía, Carlos Aguirre, para explicar que el Ejecutivo no estaba en situación de "quiebra inminente" como había afirmado el presidente del PNV, Iñigo Urkullu. De haberlo estado no hubiera perdonado los ingresos a las instituciones forales en un contexto además de continuo enfrentamiento de la de Bizkaia con el lehendakari, Patxi López.

Las Diputaciones han eludido de manera habitual hacer público este dato. Los aplazamientos de pago son favores que hace el Gobierno a las instituciones forales para evitar que no puedan hacer frente a facturas que tienen pendientes. Ello acaba afectando al último de la cadena, en este caso el Gobierno, que en ocasiones ha tenido que echar mano de otro tipo de recursos para cubrir sus propias necesidades de tesorería. Las tensiones de tesorería de las Diputaciones coinciden con periodos de aglomeración de pagos, un problema que sufren todas las Administraciones al no coincidir las fechas de ingresos con las de gastos, y más cuando la realidad recaudatoria va siempre por debajo de las previsiones.

"Si el Gobierno hubiera tenido problemas graves de tesorería no hubiera concedido esos aplazamientos", indican fuentes del Ejecutivo. "O por decirlo de otra manera, todas las administraciones tienen problemas de tesorería en uno u otro momento, como acreditan las solicitudes de las Diputaciones, pero eso es una cosa y otra hablar de quiebra", criticaron.