Bizkaia descubrió el año pasado fraudes fiscales por 560 millones de euros

560 millones de euros. Ese es el dinero que la Diputación de Bizkaia destapó el año pasado en fraudes fiscales. La cantidad, revelada ayer por el diputado de Hacienda, José María Irruarizaga, en la comisión correspondiente de las Juntas Generales, supone casi el 40% de todo el presupuesto de la institución foral para este año (1.421 millones) y rebasa en 88 millones el del Ayuntamiento de Bilbao. Con esos 560 millones se podrían levantar tres nuevos San Mamés y medio (157 millones) o financiar más de la mitad de lo que costó la Supersur (unos 900 millones), la infraestructura más cara de Euskadi tras el AVE.

Entre 2003 y 2011, periodo en el que Iruarrizaga ha estado al frente de la Hacienda foral, se han aflorado 2.300 millones de euros defraudados. La media arroja 255 millones descubiertos por ejercicio. Lo destapado en 2011 supone más del doble. “La crisis económica puede dar pie a intentar engañar. Eso nos preocupa”, reflexionó el juntero popular Gonzalo Zorrilla-Lequerica. Iruarrizaga no se atrevió a confirmar esta posibilidad, aunque tampoco la descartó. “Eso lo dejo para los teóricos”, indicó.

El responsable de la Hacienda vizcaína se refirió a la polémica surgida con el Gobierno en relación al fraude fiscal. El Ejecutivo ha insistido en la conveniencia de elaborar un Plan Integral de lucha contra la evasión de impuestos, con informes anuales de gestión e inspección de tributos y la interconexión informática de las tres Haciendas. Pero Bizkaia, el principal resorte de poder que le queda al PNV, siempre se ha opuesto. Iruarrizaga mostró ayer su “perplejidad” por la utilización por miembros del Gabinete de términos como “descoordinación” o “falta de información”. A su juicio, ello “solo genera dudas en la actuación de todas las personas que luchamos contra el fraude”.

La Hacienda vizcaína remitió a la fiscalía a lo largo del año pasado un total de 16 expedientes con indicios de supuestos delitos por evasión de impuestos. La cuantía exacta de estas operaciones deberá determinarla en su caso un juez. Del resto, la Diputación ya ha ingresado el 70% del dinero aflorado.

La Diputación traslada

La socialista Alexia Castelo destacó que la cifra de fraude descubierto el pasado ejercicio, que duplica la de 2010, “demuestra el acierto” socialista al insistir en la necesidad de reforzar el control del fisco. “Ha quedado en evidencia que la Diputación tenía y tiene un gran margen para mejorar en inspección, sobre todo si se acepta la interconexión de datos con las otras Haciendas”, defendió. Asier Arana, de Bildu, también consideró “clave” la colaboración interinstitucional. “Se puede poner más energía aquí”, opinó. Tras remarcar “el esfuerzo” de las más de mil personas que trabajan en la Hacienda vizcaína, el peneuvista Unai Rementería resaltó que “la colaboración es necesaria, pero cada uno dentro de su parcela”.

Iruarrizaga defendió que la conexión informática entre las Administraciones no resulta tan importante. “Lo relevante es que los datos lleguen de forma masiva a la Hacienda foral para que sean analizados y tratados, como ya están llegando”, sostuvo. El diputado precisó que la institución foral recibió el año pasado casi 49 millones de datos de contribuyentes vizcaínos procedentes de otras Administraciones tributarias —1,5 millones de Álava; 1,8 millones, de Gipuzkoa; un millón, de Navarra; y 44,6 millones, de la Agencia Tributaria estatal—. “Existe colaboración, pero uno lo dice y parece que está predicando en el desierto”, censuró.

En torno al debate abierto por la posibilidad de instaurar el céntimo sanitario, el diputado recordó que este impuesto sobre determinados hidrocarburos minoristas es concertado y que si se quiere modificar “hay que acudir a las Juntas”. “No he recibido ninguna llamada de nadie. Si se quiere hacer algo, habrá que cambiar la normativa, y para eso hay que venir a las Juntas Generales”, concluyó.