Sidonie pasea por Santiago y Vilalba su regreso a la psicodelia

Cuando la crítica y el público se ponen de acuerdo, ocurren cosas como las que les pasan a la banda catalana Sidonie, que vende discos, tiene titulares y llena conciertos. Con su sexto, y alabado, trabajo discográfico recién estrenado, El fluido García (publicado en octubre de 2011), el trío formado por Marc Ros (voz y guitarra), Axel Pi (batería) y Jesús Senra (bajo y voz) acaba de lanzarse a la carretera para emprender una gira, denominada Del aullido y el gato siamés, que pasará por Galicia en dos ocasiones muy próximas, este sábado en Santiago y a finales del mes de marzo en Vilalba.

En pleno fragor del Entroido, Sidonie promete fiesta desde las tablas de la sala Capitol el 18 de febrero, un directo que forma parte del ciclo Heineken Music Selector. “¡La culpa la tienen David Bowie y The Rolling Stones!”, bromea Senra por teléfono desde Barcelona. “Pensamos en lo que nos gustaría ver como público y por eso procuramos que cada concierto tenga su envoltorio, hacerlo más bonito también visualmente, con luces, sorpresas y nuestras ocurrencias. Queremos que la gente que viene a vernos se divierta y salga con una sonrisa, y nos parece que eso es fundamental para estrechar nuestra comunicación con los espectadores”. El nuevo disco es la columna vertebral lógica de esta etapa, pero también sonarán los temas favoritos de sus seguidores, sobre todo de aquellos que observan con lupa cada uno de sus seis álbumes y que siguen celebrando la vuelta del trío a la psicodelia.

“Miedo” al giro

“Antes de empezar esta gira, teníamos un poco de miedo a que el giro que le hemos dado a nuestro sonido no cuajase… Al contrario, llevamos tres semanas tocando y llenando en todas partes y estamos muy contentos”. La crítica especializada ha señalado que El fluido García, cuyas bases de guitarras, bajos y baterías se grabaron en directo para recoger la potencia y energía de la banda en concierto, conecta con los orígenes sonoros de Sidonie, por la parte de la psicodelia y las melodías pop, a la vez que refleja una deriva más rockera.

“Recuperamos parte del lenguaje de nuestros primeros discos, pero eso no quiere decir que miremos atrás, este disco no es un mero ejercicio de nostalgia”, apunta el bajista. Para más señas, las declaradas en el nombre del disco, el líquido que bebían los protagonistas de una novela de ciencia ficción para viajar al pasado sin rejuvenecer.