Molinero ordenó usar la fuerza en el desalojo de la plaza de Catalunya

El comisario jefe de los Mossos d'Esquadra en Barcelona, Joan Carles Molinero, admitió ayer que era el jefe del dispositivo policial durante la operación para desalojar la plaza de Catalunya el pasado 27 de mayo, donde permanecían acampados decenas de indignados. Molinero, que declaró como imputado por las cargas policiales, reconoció,  además, que fue la persona que dio la orden de "usar la fuerza" contra los acampados. El comisario no se responsabilizó, en cambio, de cómo se ejecutaron las cargas policiales, ya que esa decisión, dijo, corresponde a los mandos que están sobre el terreno. El día de los hechos, Molinero (con el nombre en clave de Comtal 1) se encontraba en la sala de mando de Barcelona.

Durante la vista, los abogados de los indignados mostraron al máximo mando de los Mossos en Barcelona imágenes de la actuación policial. Algunos de los vídeos muestran a agentes usando las porras contra acampados que permanecen sentados. Molinero insistió en que el uso de las técnicas policiales depende de los antidisturbios, aunque matizó que se usó la fuerza de manera proporcional. Según el comisario, la actuación policial se ajustó al protocolo y a las órdenes dadas de actuar con la mínima fuerza indispensable.

Según fuentes judiciales, el comisario relató que no se previó la necesidad de informar a los miembros del 15-M del objetivo de la intervención policial, que no era otro, según el Departamento de Interior, que vaciar la plaza de "objetos peligrosos" de cara a la posible celebración culé del título de Champions. Molinero detalló, según esas mismas fuentes, que esa falta de información pretendía evitar la oposición de los acampados. "Si se hubiese avisado a los ciudadanos de que se iba a limpiar la plaza, la cosa hubiese ido de otra manera. Se ha tratado como un problema de orden público lo que habría podido resolverse con la mediación", explicó Jaume Asens, uno de los abogados de los indignados.

Medio centenar de ellos presentaron una querella conjunta ante el juzgado por vulneración del derecho a manifestación. El titular del juzgado de instrucción número 4 de Barcelona, Josep Maria Miquel Porres, abrió diligencias y mantiene imputados a diversos mandos políticos y policiales por aquella carga. Entre otros, han declarado el director general de la policía, Manel Prat, y la exconcejal de Seguridad en el Ayuntamiento de Barcelona, Assumpta Escarp. La declaración de Molinero es, probablemente, la última antes de que el juez examine otras diligencias y cierre la investigación. "Es importante porque tenemos ya a la persona que ordenó las cargas policiales", explicó Asens.

Los abogados han pedido al juez que remita todas las imágenes de los hechos a la Dirección General de Policía, para que sus responsables puedan identificar a los agentes que causaron las lesiones a los indignados. La jornada se saldó con más de 100 heridos. El juez Porres ha solicitado a Interior las conversaciones entre la sala de mando y los jefes policiales que estaban sobre el terreno para concretar la responsabilidad de cada cual. Los abogados lamentaron que no puedan escuchar parte de esas conversaciones, ya que se trata de comentarios "privados" entre los mandos policiales.