Fabra admite errores en su política turística tras hablar con el sector
Los hosteleros alertan ante el presidente de su asfixia por la deuda del Consell
Forzado por las circunstancias, tras recibir, desde diversos frentes, críticas a la política turística del Consell, Alberto Fabra, presidió ayer el Consejo de Turismo de la Comunidad Valenciana. Era la primera vez en más de un lustro que un presidente del Consell participaba en una reunión de trabajo, que al final fue más formal que real, dado que la elevada presencia de cargos políticos y sus intervenciones aguó el debate. Pese a ello, Fabra acabó reconociendo tras escuchar a los miembros del Consejo que “tenemos cosas que mejorar y tomamos nota”.
Fabra acudió ayer al Instituto Valenciano de Tecnologías Turisticas (Invat-tur) de Benidorm a la presentación del Plan Operativo de Turismo 2012. La cita estaba inicialmente convocada en Castellón, pero se trasladó a Benidorm, en un cambio interpretado como un gesto de paz ante unos empresarios que se han mostrado muy críticos con la gestión de Lola Johnson, consejera de Turismo.
La alcaldesa de Alicante, ausente
A la reunión acudieron representantes de las patronales, incluso provinciales, de los sindicatos y de las instituciones. Entre los políticos se encontraban el nuevo director de Turespaña, Manuel Butler, la presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor, y los alcaldes de Benidorm, Elche o Gandia, Agustín Navarro, Mercedes Alonso y Arturo Torró, respectivamente. Se notó la ausencia de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo.
Las intervenciones políticas redujeron el debate empresarial, demasiado a juicio de varios asistentes. Y aunque un empresario calificó como un “buen gesto” de Fabra el cambio de sede de la reunión, el presidente de la Generalitat también tuvo que escuchar algunas reivindicaciones casi atávicas, y otras más recientes. Entre las segundas, Maria José San Román, presidenta de los hosteleros de Alicante, que dijo hablar en nombre de su colectivo a nivel autonómico, aseguró que están asfixiados y que su futuro está comprometido por la deuda que el Servef arrastra con ellos desde 2009 por cursos de formación. San Román también reclamó una titulación específica para restaurantes y bares. Una petición que respondió el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Enrique Garrigós, que le recordó los cursos que ofrece la institución.
Entre las peticiones recurrentes, el sector reclamó el incremento de la dotación presupuestaria para la promoción o que el decreto de la Generalitat que regula los apartamentos turísticos incluya la inspección, para evitar el intrusismo y el fraude, un tema reivindicado por las patronales Aptur y Abectur, esta última nacida en el seno de Hosbec.
El presidente se vuelca en Alicante
Alberto Fabra, consciente de los déficits de apoyos que tiene en la Comunidad Valenciana y en especial en las comarcas alicantinas, feudo que hasta hace poco se repartían campistas y ripollistas, está multiplicando sus actos en Alicante. Fabra busca apoyos en una provincia que, como recuerdan fuentes del PP, apaciguó su actual mano derecha, José Ciscar, que fue delegado del Consell en la provincia cuando se desarmó al sector ripollista. Y en su periplo por la provincia en las últimas semanas, destaca una ausencia: la de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo.
Solo ayer, el presidente del Consell presidió una reunión turística en Benidorm, visitó Calp —localidad que ha saltado estos días a las páginas de toda la prensa por el brote de legionela que ha causado tres muertes y otros 13 afectados— y comió en este último municipio con alcaldes, portavoces, militantes y simpatizantes del PP de la comarca de La Marina Alta. Para ello hizo noche el martes en Benidorm, algo poco habitual en Fabra. Pero esta agenda está lejos de ser una excepción.
La semana pasada, el Consell celebró su pleno semanal en la ciudad de Alicante. Esa noche el presidente asistió a un acto de un medio de comunicación. A principios de esa misma semana el presidente del Ejecutivo valenciano participó en la entrega de unos premios en el edificio Prop de la Generalitat, en la céntrica Rambla de Méndez Núñez de Alicante. Ese mismo día, por la noche, presidió la junta directiva provincial del PP de Alicante.
En esa reunión el presidente adoctrinó a sus cargos sobre los recortes que está acometiendo la Generalitat y sobre cómo trasladar a la sociedad la necesidad de acometerlos. Para intentar congraciarse con los alcaldes, sobre todo los titulares de las pequeñas y medianas Corporaciones, Alberto Fabra anunció ese día una partida de 20 millones de euros para que estos Consistorios puedan hacer frente al pago de deudas y fomentar de empleo. Y ello a pesar de que la deuda de la Generalitat con estas Corporaciones asciende aún a los 2.000 millones de euros por obras del Plan Confianza, y muchos Ayuntamientos han tenido que privatizar servicios sociales o eliminarlos ante el impago de las subvenciones comprometidas por el Consell.
Pese a ello, un representante del PP alicantino presente en aquella reunión destacó que hacía años que este foro no concitaba tanta unidad como la que se dejó ver ese día.
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