La quiebra de Spanair arrastra a sus accionistas

El concurso de acreedores de Spanair ha arrastrado a sus principales accionistas privados. Si casi inmediatamente después de la solicitud de la aerolínea pedía el concurso anticipado su principal accionista, Iniciatives Empresarials Aeronàutiques SA (IEASE), esta semana ha seguido ese mismo camino la sociedad Volcat, que reunía a los principales accionistas individuales de Spanair. En este caso, el único acreedor era el Instituto Catalán de Finanzas (ICF), que espera recuperar sus préstamos porque exigió garantías personales a los empresarios.

Los accionistas de Ieasa eran, de acuerdo con las cuentas de esta sociedad de 2010, Volcat (24,43%), las empresas públicas Cimalsa (20,99%) y Avançsa (10,55%), Turisme de Barcelona (15,74%), Fira de Barcelona (15,74%) y Catalana d’Iniciatives (12,6%). Ieasa, a su vez, tenía el 85% de Spanair. Según publicó ayer La Vanguardia, Volcat ha acudido al concurso de acreedores con un capital social de 22,3 millones de euros, un crédito de un millón de euros y un solo acreedor, el ICF.

Dentro de Volcat hay una veintena de empresarios catalanes, entre los cuales están Jaume Roures y Tatxo Benet (mediapro), Jordi Bagó (Sehrs), Miquel Martí (Moventia), Jordi Mestre (Grupo Expo), Carles Sumarroca (Comsa Emte), Carles Boixareu (Irestal), Joan Font (Bonpreu) y Rafael Soldevila (Majestic).

Por otra parte, hoy se inicia el periodo de consultas necesario para que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Spanair, que afecta a los 2.604 trabajadores directos de la compañía, inicie su proceso y pueda estar finiquitado a finales de marzo, según el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).