Spanair presenta el concurso con una deuda de 474 millones
Los activos apenas superan los 100 millones - Más de 83.000 personas se quedan sin poder volar en una semana
El sueño de la aerolínea de bandera catalana quedó ayer completamente enterrado cuando los asesores de Spanair llevaron a la Ciudad de la Justicia de Barcelona el concurso voluntario de acreedores. Tras el cese de operaciones del viernes, que ha supuesto que más de 83.000 pasajeros se queden sin volar en una semana, ayer la aerolínea puso en marcha un proceso al que llega con un pasivo de 474 millones de euros, según fuentes cercanas a la compañía. Sin una flota de aviones en propiedad, Spanair acude al concurso -que tramitará el Juzgado número 10 de lo Mercantil de Barcelona- con unos activos que, en 2010, apenas superaban los 100 millones de euros.
Spanair ha protagonizado el tercer mayor concurso de acreedores de Cataluña, solo superado por los de las inmobiliarias Habitat y Sacresa. Según fuentes cercanas a la empresa, del pasivo de 474 millones, 260 millones corresponden a los préstamos de los accionistas. De estos, 168 millones se adeudan al grupo escandinavo SAS, el antiguo propietario de la aerolínea, que ayer anunció que cerrará el ejercicio fiscal en números rojos por el concurso de Spanair. La deuda restante se trata de fondos que inyectaron sobre todo la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona a través de tres sociedades mixtas. El consejero catalán de Economía, Andreu Mas-Colell, cifró ayer en 140 millones el dinero que ha aportado el Gobierno catalán, pero esa cantidad engloba tanto el valor de las participaciones como los préstamos que ha concedido.
La compañía debe 13,3 millones de euros a la Seguridad Social desde 2006
Soriano justifica el cese abrupto de las operaciones en la falta de liquidez
Mas-Colell dice que nunca se estuvo cerca de firmar un acuerdo con Catar
El Sepla instó el proceso poco antes de que lo hiciera la empresa
El resto del pasivo corresponde a deudas contraídas con terceros y comprenden, según fuentes consultadas, préstamos, tasas aeroportuarias o acreedores comerciales. La compañía arrastra, además, una voluminosa deuda con la Seguridad Social desde noviembre de 2006. Según las cuentas de 2010, al cierre de ese año esta cantidad ascendía a 13,3 millones, que planeaba liquidar en cinco años. Ayer fuentes de la compañía no pudieron precisar si se había cumplido el calendario, que fijaba que en 2011 debería haberse retornado un millón de euros, o si se engrosó ese monto.
El presidente de la compañía, Ferran Soriano, rechazó que Spanair fuera un "pozo sin fondo", como señaló el presidente de la Generalitat, Artur Mas, tras haber denegado más aportaciones a la aerolínea cuando fracasaron las negociaciones con Qatar Airways para lograr su entrada en el capital de la sociedad catalana. Soriano defendió en una entrevista en Catalunya Ràdio la decisión de suspender vuelos el pasado fin de semana, aun a costa de dejar a miles de pasajeros colgados, porque "no había suficiente liquidez para continuar".
El presidente de la aerolínea lamentó que los accionistas, en referencia a la Generalitat, no le hubieran dado más tiempo para hallar otro socio de referencia. Soriano también sostuvo que el rechazo de Qatar Airways no tuvo nada que ver con la "eficiencia" de Spanair, sino con los riesgos que suponían las demandas que las aerolíneas de bajo coste presentaron ante la Comisión Europea contra su firma por la obtención de ayudas públicas.
Sin embargo, en la misma emisora, Mas-Colell puso en duda minutos después tales extremos. El consejero aseguró que, tras 13 reuniones con los directivos de la compañía catarí, nada hacía presagiar un acuerdo. "Nunca hemos estado cerca de firmar", dijo con rotundidad. Tampoco confió en la carta en la manga que Soriano decía tener, que consistía en el interés de un grupo de capital chino con el que mantuvo contactos. "Fueron cuatro reuniones y basta", atajó el consejero. En cambio, sí admitió que la demanda ante la Comisión Europea implicó un "cambio" en la actitud de los cataríes, aunque Mas-Colell planteó que "otras cuestiones" podrían haber pesado también en esa decisión. De hecho, fuentes cercanas a la negociación aseguraron que los cataríes concluyeron que no les interesaba la operación tras rastrear las cuentas de la compañía catalana.
Los servicios jurídicos de la Generalitat estudian ahora cuál será el papel del Ejecutivo de Artur Mas en el concurso. Por una parte, el Gobierno catalán es socio de la compañía a través de Catalana d'Iniciatives y Fira de Barcelona, pero por otra es acreedor por los préstamos que ha concedido el Instituto Catalán de Finanzas. El juez Juan Manuel de Castro, que lleva el proceso, decidió incorporar a la causa del concurso de Spanair la instancia de concurso necesario que a primera hora de la mañana presentó el sindicato de pilotos SEPLA para "apartar" al consejo de administración de la aerolínea del proceso.
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