Ferrol desiste de subastar la almeja de la batea depuradora

Tres semanas ha tardado el marisco contaminado de la batea ferrolana en autodepurarse y ser apto para el consumo fresco. Demasiado tiempo para los pósitos de Ferrol y Barallobre (Fene), que ayer renunciaron a subastarlo en lonja —aventuraban precios bajísimos— y mañana lo resembrarán en los bancos medios de la ría para recuperarlo más adelante en los días de faena libre.

El Intecmar (Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño) remitió ayer los resultados de los cuartos análisis al molusco depositado en las jaulas experimentales de Aldán (Pontevedra) y Ferrol. Para la ría ferrolana, el informe fue bueno y malo a la vez. Por primera vez en 23 días, la almeja babosa consigue el aprobado con los coliformes (bacterias fecales) por debajo de los límites. Sin embargo, el pósito todavía no ha podido vender ni un kilo del primer lote depositado el 9 de enero, día que arrancó la batea, en la que quedan más de seis toneladas de bivalvos para depurar junto al puerto exterior, una localización cuestionada por la sedimentación y la falta de corrientes.

El patrón mayor de Ferrol, Rubén Ferrer, explicó ayer que han preferido resembrarlo a malvenderlo porque no tienen muy claro si el molusco estará “vivo o muerto” después de tres semanas amontonado en las jaulas. En Corcubión no ha podido vender esta semana y Barallobre logró colocar hace días un primer lote a precios muy bajos (5 euros por kilo), mientras A Coruña y Pontevedra ya subastan el marisco recogido la semana pasada y trabajan a buen ritmo los tres tipos de almeja: fina, babosa y japónica.

A María José Cancelo, jefa territorial de la Consellería do Mar en A Coruña, se le escapó ayer un correo interno con los resultados de las analíticas del Intecmar comentados sin mucho decoro en cinco líneas. “Curioso resultado”, comenta Cancelo, que se pregunta qué hacer con la almeja desechada de Corcubión. “¿Se resiembra o se le da a los pobres?”, plantea. Mar propuso a los pósitos regalarlo a entidades benéficas pero los mariscadores se negaron. “Eso igual no vale para nadie”, replicaron.

La Xunta calculaba un plazo de depuración de tres a cinco días y solo prometía beneficios para los pósitos que se adhirieran a su proyecto experimental para reemplazar los planes subvencionados para la limpieza de las rías gallegas sin depuradora. Lejos de replantearse el experimento, Mar colocará una segunda batea en Ferrol para repartir la carga. Los flecos técnicos los abordarán hoy en Santiago el secretario general de Mar y las cofradías ferrolanas.