Mas y Navarro comienzan el deshielo
El PSC ofrece un “acuerdo estable” a CiU para volver al centro político Los nacionalistas recurrirán a los socialistas si se rompen los puentes con Rajoy
Si la primera reunión entre Artur Mas y el nuevo líder del PSC, Pere Navarro, tuviera que evaluarse por los resultados a corto plazo, la de ayer debería ser calificada de fracaso sin paliativos. Pero el primer encuentro que celebraron el presidente de la Generalitat y el primer secretario socialista envió una señal clara de que es posible un acuerdo entre CiU y el nuevo PSC a medio plazo. Todo apunta a que los socialistas no apoyarán los Presupuestos —ni los recortes— de 2012, pero Artur Mas sí podría encontrar en el PSC un clavo en el que agarrarse en caso de que las cosas se pongan realmente feas en el plano económico y las relaciones con el Gobierno del PP se vuelvan imposibles. Con medias palabras y gestos discretos este es el mensaje que ayer se lanzaron el presidente de la Generalitat y el primer secretario del PSC en una entrevista en el Palau de la Generalitat que duró más de una hora y media. “No hemos venido aquí a buscar votos, sino a ofrecer un acuerdo estable”, dijo Navarro a la salida del encuentro.
Los socialistas buscan resituarse después de un año ejerciendo de oposición pura y dura, algo les ha dejado prácticamente al margen del juego parlamentario y que el Partido Popular ha aprovechado para situarse en el centro con el beneplácito de Convergència i Unió. Aunque el PSC no quiere abandonar su papel de oposición, los socialistas sí ven una posibilidad de resurgir en caso de que Mariano Rajoy opte por escuchar al ala dura de su partido y dejar a pan y agua a la Generalitat y al resto de autonomías.
Mas y Navarro se emplazan a colaborar después de los Presupuestos
Navarro acudió al encuentro de ayer en el Palau de la Generalitat con un documento de cuatro puntos bajo el brazo. Los socialistas creen que el acuerdo es posible si el Gobierno catalán se abre a combinar los recortes con una política fiscal progresiva, si apuesta a fondo por políticas de promoción económica, si garantiza el actual nivel de servicios públicos y si se compromete a mantener la cohesión territorial de Cataluña. Estos objetivos se incluyen en el documento que Navarro entregó a Mas y que se titula Corresponsabilidad por el futuro de Cataluña.
Las peticiones de Artur Mas y Pere Navarro
El presidente de la Generalitat pidió la colaboración del PSC en cinco proyectos del Gobierno: el proyecto de ley de consultas populares, la reforma de la Ley de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, la Ley Electoral, la Ley de Gobiernos locales y un pacto nacional de cultura.
Mas puso especial énfasis en pedir a Navarro que apoye el pacto fiscal.
El primer secretario del PSC presentó un documento con cuatro puntos en defensa de una nueva fiscalidad que permita a la Generalitat obtener más ingresos, ideas en favor de la reactivación económica y creación de empleo más allá de políticas de austeridad, garantía de mantenimiento del Estado de bienestar y políticas de cohesión territorial.
Navarro pidió a Mas, sin éxito, que CiU abandone la geometría variable en el Parlament.
En aras del acuerdo no hay unas líneas rojas muy definidas. El PSC quiere volver al centro del campo y ni siquiera asuntos como la tasa de un euro por receta médica que se dispone a instaurar el Gobierno son motivo para levantarse de la mesa. La nueva dirección del PSC ha decidido que cualquier portazo al Gobierno de CiU deberá estar más justificado que nunca.
Eso sí, fuentes socialistas explican que de cara a sus bases no sería creíble que de la noche a la mañana se anunciara un acuerdo con el Gobierno. Sobre todo después de que el Ejecutivo de CiU haya incumplido el pacto que ambos partidos cerraron hace un año para investir presidente a Artur Mas. En el texto entregado a Mas el PSC constata que el acuerdo se rompió porque la relación entre ambas formaciones “no ha sido ni clara ni útil”.
El PSC se muestra dispuesto a “iniciar un nuevo camino de concertación y diálogo” con el Ejecutivo de Mas para salir de la crisis, al entender que el Ejecutivo de CiU “necesita encontrar un rumbo claro y buscar una estabilidad parlamentaria” que no puede basarse en pactos con uno u otro según le convenga en cada momento.
Al salir de la reunión, Pere Navarro sí dejó claro que no quiere ser uno más “en la cola de la geometría variable”. Según los socialistas, el futuro de Cataluña no puede quedar “en manos de acuerdos coyunturales”, sino que debe definirse una “hoja de ruta clara”, unas medidas a medio y largo plazo y unos ejes de gestión de gobierno acordados a nivel político y social. Para intentarlo CiU y PSC establecerán un canal de comunicación permanente para intentar restablecer los puentes que se han dinamitado durante el último año.
CiU rechaza la petición
Los socialistas confían en que esta es una estrategia ganadora a largo plazo. Si Mas acepta y la economía mejora, los socialistas siempre podrán colgarse alguna medalla con vistas a las elecciones. Y si Mas dice no y mantiene su matrimonio con el Partido Popular siempre podrán argumentar que la Convergència i Unió más soberanista de la historia prefiere entenderse con los de Mariano Rajoy.
El portavoz del Gobierno, Francesc Homs, echó un jarro de agua fría a esta petición del PSC. “El Gobierno se siente cómodo” en su actual sistema de acuerdos, dijo el dirigente nacionalista. Y es que el PP se adivina imprescindible para apoyar las cuentas de 2012. Después, ya se verá.
Los posibles acuerdos entre CiU y PSC, pues, no se verán hasta pasado el mes de enero. Los Presupuestos se antojan muy difíciles de pactar con el PSC. CiU insiste en que el margen de maniobra es escaso y los socialistas en que hay poco tiempo para la negociación. El portavoz del Gobierno, Francesc Homs, insinuó que un no de los socialistas a los Presupuestos no será interpretado por el Gobierno como un rechazo a pactar otros asuntos. Llegados a este punto todos los indicios llevan a pensar en un nuevo pacto CiU-PP para aprobar los Presupuestos. Los populares son, de momento, los que menos inconvenientes han puesto al proyecto presentado por el Gobierno de Mas y solo piden suavizar el copago farmacéutico y la tasa turística.
El presidente pide al PSC que se sume a la demanda del concierto económico
Pasados los Presupuestos, y aunque no haya acuerdo, la puerta volverá a abrirse al PSC ni que sea porque CiU necesitará desmarcarse del PP. Y es que Mas aún aspira a arrastrar al PSC hacia la defensa del concierto económico para Cataluña. De hecho, esta es una de las cinco áreas de negociación que el Gobierno quiere abordar con los socialistas. Las otras son la reforma de la Ley de la Corporación Catalana de Medios de Comunicación, la Ley Electoral Catalana, la de Consultas Populares y el llamado pacto nacional por la cultura.
Para CiU, de todas estas medidas la primordial es la del concierto económico: “El consenso que existe en la sociedad sobre este aspecto debe trasladarse también al ámbito político”. Aunque los socialistas estén en la oposición el concurso del PSC en esta aventura se adivina imprescindible después de que el Gobierno de Mariano Rajoy no haya mostrado voluntad alguna de dar satisfacción a la demanda estrella de CiU. Los nacionalistas descartan una ofensiva para lograr el pacto fiscal si no consiguen el apoyo del PSC. Navarro no cerró puertas, pero dejó claro que su apuesta es un pacto fiscal que se base en la mejora del sistema vigente.
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