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Un alfil de la vanguardia hispánica: Guillermo de Torre en el espejo de Borges

Domingo Ródenas de Moya traza una detallada cartografía de la vanguardia hispánica de principios del XX en torno a la figura del escritor ultraísta

Jorge Luis Borges
En el verano austral de 1931, Guillermo de Torre, Norah Borges y Jorge Luis Borges descansan en el chalet racionalista Las Nubes, que el escritor uruguayo Enrique Amorim y su esposa Esther Haedo, prima de los Borges, se construyeron en Salto (Uruguay).Archivo familiar Torre Borges
Jordi Amat

Probablemente Literaturas europeas de vanguardia dio sentido a la vocación de Guillermo de Torre. Es verdad que se publicó en 1925 cuando el ciclo de la subversión estética no se había cerrado, pero Torre, que nació con el siglo y cuya ambición como creador había recibido ya los primeros palos, era el hombre de letras español con mejor información sobre aquellos movimientos, sus libros, revistas y autores de todo el continente con los que incluso se carteaba. Otra cosa distinta es cómo un abanderado de la modernidad adquiría prestigio en ese sistema literario y cómo su trayectoria acabaría por inscribirse en el relato de la historia cultural hispánica del siglo XX. Entre ironías, olvidos y una obra dispersa entre dos continentes, su nombre se difuminó. Para comprender el período su labor como agente del arte nuevo debía ser restituida. El orden del azar lo consigue. Han sido muchos años de investigación y la espera ha valido la pena. Sin duda esta biografía es un hito clave en la carrera académica de Domingo Ródenas, el profesor que más ha renovado el conocimiento sobre la Edad de Plata tras José Carlos Mainer.

Con una obra dispersa, su nombre se difuminó. Para comprender el periodo, su labor debía ser restituida

En el eje de la biografía está Torre, sus artículos y su oceánico epistolario en buena parte inédito. A partir de su protagonista, que dominaba sin querer “el arte de caer mal”, Ródenas traza una cartografía detalladísima de la renovada vida cultural desde 1915 hasta la guerra civil y el primer exilio. Tertulias y egos, cuchilladas y proyectos abortados. Desde el nacimiento del ultraísmo, que él bautizó en una carta cuando era un adolescente latosísimo, hasta su visita al estudio de Picasso cuando pintaba el Guernica. De la relación con García Lorca, del que se publican fotografías inéditas, hasta los tratos con Ernesto Giménez Caballero para la creación de la Gaceta Literaria. Pero lo que hace singular este libro es un contrapunto biográfico que aumenta exponencialmente su interés. Se establece desde las primeras páginas, en unos capítulos breves que irán alterando la linealidad cronológica a lo largo del relato y que acaban por construir unas vidas cruzadas entre Torre y su cuñado. En paralelo descubrimos así cómo se iba configurando el entramado cultural argentino, con Victoria Ocampo como factor aglutinador, o la génesis de dos proyectos editoriales tan influyentes como la colección Austral de Espasa Calpe y la editorial Losada. Pero sobre todo accedemos a la rebuscada personalidad de un tipo bilioso y con una inteligencia estratosférica: Jorge Luis Borges.

En un temprano viaje de regreso a Argentina, la familia Borges hizo una larga parada en España. Durante la primavera de 1920 los dos jóvenes con sueños de escritor se conocieron en Madrid. Antes, en Sevilla, algunos poetas nuevos ya habían quedado deslumbrados por la belleza de Norah, pintora moderna y hermana de Georgie. Cuando se la presentó a Torre, “se enamoró de un mazazo”. Su noviazgo se construyó a través de cartas y poemas que cruzaban el Atlántico, con el temor compartido que la imagen que uno tenía del otro fuese más una idealización literaria que una realidad. Es una historia preciosa cuyo epílogo cierra el libro. Pero esa historia de amor hizo que los dos literatos que un día se dijeron a sí mismos ultraístas tuviesen una relación tan frecuente como singular. Más que complicidad familiar, en cartas y artículos, latía una velada competencia. Al interpretar esas tensiones, Ródenas arriesga y brilla en la caracterización psicológica y así va más adentro en la descripción de cómo Borges llegó a ser “el talismán de los escritores posmodernos de los sesenta” al tiempo que Torre asumía como testimonio “de la modernidad estética en la que lo nuevo se hizo tradición”. Solo Ródenas podía contarlo.

Guillermo de Torre

El orden del azar. Guillermo de Torre entre los Borges

Domingo Ródenas de Moya
Anagrama, 2023
577 páginas, 29,90 euros

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Sobre la firma

Jordi Amat
Filólogo y escritor. Ha estudiado la reconstrucción de la cultura democrática catalana y española. Sus últimos libros son la novela 'El hijo del chófer' y la biografía 'Vencer el miedo. Vida de Gabriel Ferrater' (Tusquets). Escribe en la sección de 'Opinión' y coordina 'Babelia', el suplemento cultural de EL PAÍS.

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