‘Antes del salto’, agujeros en el pasado para el magistral estreno de Marta San Miguel
La primera novela de la autora cántabra bucea magistralmente en la historia familiar de una mujer que se marcha a vivir a Lisboa. La mudanza desata la memoria
He aquí una obra corta, pero tan cuajada de intensidad que todo en ella es poso. Una historia sencilla, que no fácil, porque en su densidad emocional está su riqueza. Antes del salto, primera novela de la santanderina Marta San Miguel, alberga el sabor y la intensidad de las historias rumiadas con tiempo, con delicadeza y con el sentido preciso de cada frase, cada página.
Parte esta historia de una despedida y una mudanza familiar para instalarse en Lisboa, ciudad de luz y tranvías donde la autora va a encuadrar los interrogantes que abre su cambio de vida. Algo falla en el equipaje: ha olvidado la foto del caballo que montó durante muchos años, de niña, un ejemplar a ratos patoso, demasiado grande, demasiado terco, un tanto indomable, pero siempre compañero de una forma de disciplinarse para superar obstáculos en la mutación de la niña a la adulta que es hoy. Es Quessant, de venas gruesas y enorme tesón, un personaje que la ayudará a crecer.
Y el olvido de esa foto se convierte en agujero del pasado, un hueco capaz de tragarse la vida de ese animal compañero que tanto la enseñó, pero también la de una madre que murió sin tiempo para transitar del amor materno al de abuela de los nietos sin interrupción. Los trazos del pasado se abren así, en pequeñas pinceladas, en un presente en Lisboa en el que Pequeño y Mayor, sus hijos, garantizan nuestra mirada necesaria hacia el futuro.
Marta San Miguel, nacida en 1981, ha encontrado una voz, un lugar desde el que hablar sin hablar de la nostalgia, de la pérdida, de todo lo que se ha ido. Pero su valor es que la añoranza es solo implícita y viaja sepultada en episodios como el peregrinaje a Ikea para comprar una mesa; la pérdida de una tecla en el teclado; la dificultad de elegir qué te llevas a una nueva vida y qué dejas atrás. La marcha familiar desata inquietudes que quedaron sin resolver y que vuelven en trazos diluidos. La boda de esos primos con los que siempre encuentras que lo hay todo y al mismo tiempo no hay nada ya de la infancia. La entrega de esa tía para cuidar de su hermana enferma —su madre— que se le metía en la cama a dormir para pasar juntas el trago de la noche.
“Escribir no es pensar, sino que, como montar, tiene que ver con una humilde cesión de nuestra autonomía, un abandono físico de la conciencia aunque lleves las riendas”
“El movimiento de un caballo te mete en un paréntesis en el que desaparecen las dinámicas automáticas del pensamiento y se activa un mecanismo preverbal”, rememorará la escritora en busca de una continuidad desde su etapa de amazona. “Escribir no es pensar, sino que, como montar, tiene que ver con una humilde cesión de nuestra autonomía, un abandono físico de la conciencia aunque lleves las riendas”.
El juego entre montar y escribir, entre mudarse y permanecer, entre añorar y emprender o entre la maternidad de su madre y la suya va creciendo en una novela delicada que, como los recuerdos de una vida, permanecerá largo tiempo en el lector. San Miguel había firmado una obra sobre el significado del fútbol (y del Racing) en Una forma de permanencia (Libros del KO); también poemarios. Como debú en la novela, Antes del salto es, como su propio nombre indica, un gran salto.
Antes del salto
Autora: Marta San Miguel.
Editorial: Libros del Asteroide, 2022.
Formato: tapa blanda (192 páginas, 18,95 euros).
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