‘Tarradellas. Una cierta idea de Cataluña’: manual de resistencia
Joan Esculies reconstruye en un libro apabullante la peripecia vital del expresidente de la Generalitat, centrada en su fidelidad a unas ideas durante su exilio en la época franquista
La falta de un verdadero instinto de poder ha sido uno de los rasgos más característicos de los líderes del catalanismo político. Hay algunas excepciones. La de Josep Tarradellas (1899-1988) es inequívoca. Ese instinto bombeó toda su vida adulta y, al fin, contra todo pronóstico, ya viejo, le llevó al triunfo: el restablecimiento de la Generalitat, en el marco de la Ley por la Reforma Política, como reconocimiento institucional de un demos político previo a la aprobación de la Constitución. Su figura ha quedado inscrita en la historia contemporánea española por su protagonismo en uno de los episodios más significativos de la Transición. Pero ese momento, que se explica tan solo en un contexto tan excepcional como aquel, tampoco se entendería sin la epopéyica resistencia de Tarradellas durante un exilio precario y su fidelidad a algunas pocas ideas básicas interiorizadas absolutamente tras el colapso del autogobierno catalán en el crítico octubre de 1934. Reconstruir esta peripecia completa era un proyecto titánico. Tras dedicarle la tesis doctoral y decenas de monografías, nadie estaba tan preparado como Joan Esculies para acometerlo. En la historiografía de nuestro siglo XX, Una cierta idea de Cataluña será un libro importante. Apabullante.
Lo más difícil de contar era el principio: la socialización del hijo de unos trabajadores en plataformas del catalanismo popular cuando parte del movimiento entra en una cierta fase de radicalización. Allí está un joven Tarradellas que participa de ese activismo al tiempo que se profesionaliza como un comerciante que se gana bien la vida representando marcas extranjeras en Cataluña. No es un ideólogo, tampoco romántico ni especialmente culto. Es un tipo inteligente y espabilado, un profesional, y está en el lugar exacto en el momento preciso. En marzo de 1931, al configurarse de urgencias un partido republicano con un líder carismático como referente, de repente Tarradellas parece el único capaz de organizar la agenda de quien al cabo de un mes será presidente de la Generalitat. Francesc Macià acabará siendo un espejo donde contemplarse. Y durante la República, en el espejo que Companys rompe en 1934, aprende una lección: el autogobierno catalán no debe ligarse a un bloque ideológico en España, sino centrarse en el apuntalamiento de las instituciones propias. Durante la Guerra Civil, ante el caos, actuará siguiendo ese criterio y, al decir de Esculies, fue el gobernante más destacado de Cataluña.
El grueso del libro está dedicado al largo exilio y a la lucha quimérica de su protagonista por no acabar como una más de las figuras de opereta en las que iban convirtiéndose los viejos republicanos. Incluso en la cárcel, ante la posibilidad de ser extraditado a la España franquista, Tarradellas resiste. “En la vida, quien es discreto y sabe esperar y sabe aguantar y sabe dejar pasar las cosas innobles, como si no se diera cuenta, siempre resulta que es el más inteligente y por tanto el que en definitiva gana”, le escribe a su mujer. Siempre así. En la máxima precariedad, su instinto le salva y, a pesar de haber pedido dinero a unos y a otros, es capaz de impostar un poder como si la casa donde vivía fuera el palacio de Charles de Gaulle, el otro espejo donde no dejó de contemplarse para revestir de pompa lo que era visto como un dogmático individualismo por sus contemporáneos o absurdo quijotismo por las nuevas generaciones de antifranquistas. Lo fascinante es que, gracias a su conciencia de que la política era el comercio de los hombres, tratándolos con educación y sin piedad, resistió y ganó. Y ahora lo sabemos con todo detalle.
Tarradellas. Una cierta idea de Cataluña
Autor: Joan Esculies.
Editorial: RBA, 2022.
Formato: tapa blanda (816 páginas. 25 euros) y e-book (euros).
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.