El viaje hacia la utopía de Nélida Piñon, los ‘cristoneofascistas’ y otros libros de la semana

Los críticos de ‘Babelia’ reseñan títulos de la autora brasileña, Jorge Carrión, Juan José Tamayo, Javier Ocaña, Raquel Jimeno, Josep M. Colomer y Ashley L. Beale, Óscar Martínez, Isabel Álvarez de Toledo y Manuel Aznar Soler

01 ene 2022 - 05:30CET

Un robot modelado con una impresora 3-D, en un festival de ciencia y tecnología en Moscú en septiembre pasado.Artyom Geodakyan (Artyom Geodakyan/TASS)

No pocas veces, Nélida Piñon ha afirmado que “narrar una historia es amor a la lengua”, y su verdadero universo es el diccionario porque, como dice el verso de Eugénio de Andrade, “serán palabras sólo, y sólo palabras, lo que diremos”. Y a sus 83 años mima esas palabras en su último libro, Un día llegaré a Sagres, con la misma delicadeza con la que las acarició en sus obras principales, La fuerza del destino (1977) y la indeleble epopeya familiar que es La república de los sueños (1984), con la que su última novela no sólo comparte las angustias del trasterrado y el anhelo de la tierra prometida, sino guiños al maestro Machado de Assis.

Entre las novelas reseñadas esta semana por los críticos de Babelia, figura además Membrana, de Jorge Carrión, que narra cómo, en el año 2100, la humanidad ha sido vencida (más bien erradicada) y las máquinas han creado un Museo del Siglo XXI ni se sabe cómo ni para quién… Y es el resultado de la evolución de la IA (inteligencia artificial), una telaraña de redes tan tupida que se ha convertido en una membrana abstracta de la que nada escapa, quién cuenta la historia de esa debacle.

Hace un par de años, el teólogo Juan José Tamayo advertía en este periódico de un peligro que entonces parecía una nueva llegada de los bárbaros. La internacional del odio asalta el poder blandiendo la Biblia, titulaba el informe, que ilustraba sobre la irrupción en Europa de una tendencia que calificó como “la ultraderecha de Dios”. Sus últimos libros son reveladores al respecto. En el más reciente, La compasión en un mundo injusto, sostiene que el cristoneofascismo lleva a cabo un secuestro de los valores cristianos.

Entre los ensayos analizados esta semana también se sitúa De Blancanieves a Kurosawa, en el que Javier Ocaña ofrece una guía para ir introduciendo a los más pequeños en la historia del Cine, con todo tipo de largometrajes y de géneros. También se reseña Círculo de Lectores. Historia y trascendencia de un proyecto cultural, en el que Raquel Jimeno radiografía la evolución del club de lectura fundado en España en los años ochenta y que logró que casi millón y medio de hogares se comprometiera a comprar libros varias veces al año.

También destaca Democracia y globalización, en el que Josep M. Colomer y Ashley L. Beale analizan la quiebra de aquel contrato social del año 1945 que reconciliaba capitalismo con paz social y democracia. Por su parte, Manuel Aznar Soler analiza en La resistencia silenciada el Congreso Universitario de Escritores Jóvenes, convocado en 1955 —nunca llegó a celebrarse—, que desembocó en la revuelta universitaria de 1956 y acabó con la mayoría de sus promotores represaliados.

En la crónica de Los muertos y el periodista, el salvadoreño Óscar Martínez cuenta y trata de comprender la violencia de las pandillas y también de los policías en el país centroamericano. Por último, en otra crónica de distinto tono, Mi cárcel, Isabel Álvarez de Toledo, la Duquesa Roja, documenta su propia rebeldía, su personalidad generosa y comprometida con el antifranquismo en un libro donde narra los ocho meses que pasó en una cárcel de mujeres por encabezar en 1967 una protesta tras el incidente nuclear de Palomares.