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Francisco Uría: “El mundo nunca ha sido un lugar mejor”

El socio responsable global de banca en la consultora KPMG acaba de publicar su primera novela, ‘La pequeña librería de Stefan Zweig’

Francisco Uría, autor de 'La pequeña librería de Stefan Zweig' (Berenice), y socio responsable del sector financiero de KPMG en España.
Francisco Uría, autor de 'La pequeña librería de Stefan Zweig' (Berenice), y socio responsable del sector financiero de KPMG en España.

Abogado del Estado en excedencia, Francisco Uría (Alicante, 1965) es el socio responsable global de banca en la consultora KPMG. Después de haber firmado varios ensayos sobre regulación financiera, acaba de publicar su primera novela, ‘La pequeña librería de Stefan Zweig’ (Berenice).

¿Qué le hizo querer ser escritor?

Siempre he sido muy aficionado a la literatura, y no pude resistirme a la tentación de escribir una historia sobre el episodio histórico del paso de Stefan Zweig por Vigo en agosto de 1936. Ser escritor no es, al menos por ahora, una profesión sino una pasión que debo a mi madre, fallecida hace unas semanas, a quien no puedo recordar sin un libro en las manos.

¿Qué tienen en común las finanzas y la literatura?

Finanzas y literatura, no tienen, en principio, demasiado que ver, al margen de que las dos están en todas partes, pero, en mi caso personal, se da la circunstancia de que les dedico una buena parte de mi tiempo, y disfruto enormemente con ambas. Un agradable descubrimiento a propósito de la publicación del libro ha sido que existen compañeros de profesión que comparten mi afición literaria. Y es que, a menudo, las personas tenemos facetas menos visibles que terminan siendo las más importantes.

¿Qué le ha aportado su experiencia vital a su faceta de escritor?

Ha sido (está siendo, de hecho) una experiencia extraordinaria. Me ha permitido asomarme al mundo de la literatura profesional, de las editoriales (y hago constar mi profundo agradecimiento a editorial Berenice y a Manuel Pimentel, por atreverse a publicar la obra de un autor desconocido), las librerías y, sobre todo, de los lectores. En estos meses, he podido conocer a personas realmente extraordinarias.

Después de haber publicado ensayos sobre economía ha editado su primera novela. ¿Cómo se da ese salto?

Salvo un pequeño relato que publiqué hace unos años, todo lo que había publicado eran libros sobre regulación financiera. Simplemente, me encontré con la historia que Stefan Zweig contó en sus diarios (recientemente traducidos al castellano) de su paso por Vigo en agosto de 1936 y tuve la “inspiración”, a la que no pude resistirme, de escribir un relato fabulado sobre lo que pudo haber ocurrido en una librería de Vigo, la Pequeña Librería de Stefan Zweig del título de la obra. La pandemia, al impedirme viajar por más de un año, me dio el tiempo que de otro modo no hubiera tenido.

¿Qué comparte usted con Stefan Zweig?

Tengo poco en común con la vida y el carácter de Stefan Zweig, supongo que afortunadamente, pero hay dos cosas en que la coincidencia es total: el sentirme profundamente europeo y la pasión por la cultura en general y los libros en particular.

¿Qué ha aprendido como banquero de su incursión en la industria editorial?

No puedo considerarme un banquero. Soy un abogado que, tras haber trabajado unos años como Abogado del Estado, terminó por especializarse en regulación financiera, Me gustaría pensar que la experiencia de escribir y publicar mi obra me ha mejorado y completado como persona y espero que eso tenga efectos positivos en todos los ámbitos de mi actividad personal y profesional.

¿Qué echó de menos en su formación, cuando era estudiante?

Aunque soy un lector voraz en ese y otros ámbitos, siempre echaré de menos el haber tenido una formación algo menos autodidacta y más estructurada en historia, lo mismo que me sucede con la literatura.

¿Se siente cercano a otros escritores contemporáneos?

Me siento cercano a otros escritores, contemporáneos o no, por distintos motivos, pero les miro con la distancia y la admiración de quien no es ni se considera un escritor profesional ni a tiempo completo sino alguien a quien todavía le queda mucho que aprender.

¿Qué libro sobre economía recomendaría para entender nuestro tiempo?

Citaría Progreso, de Johan Norberg, por su visión de que el mundo nunca ha sido un lugar mejor que ahora, incluso con la pandemia, a pesar de lo que algunos nos quieren hacer creer. Algo de esa visión optimista sobre nuestro tiempo he tratado de reflejarla en La pequeña librería de Stefan Zweig. No todo era perfecto en El mundo de ayer, aunque sea un libro maravilloso.

¿Qué libro no pudo terminar?

La verdad es que ha habido libros que me han gustado más y otros que me han gustado menos, y algunos me han resultado difíciles de terminar por distintas razones, pero no recuerdo ninguno que no haya podido terminar. De hecho, me gusta terminar lo que empiezo.

¿Qué libro ajeno le habría gustado escribir?

Muchísimos, me sería muy difícil citar uno solo. El último que me ha fascinado ha sido El primer hombre, la obra inacabada de Albert Camus. Una auténtica joya en la que lo que parece autobiográfico a veces es ficción.

¿Con qué canción o pieza musical se siente identificado?

Yo nací en Alicante así que la respuesta es fácil: “Mediterráneo” de Joan Manuel Serrat.

¿Cuál es la película que más veces ha visto?

Hay varias películas sobre las que vuelvo cada cierto tiempo, normalmente por la impresión que me produjeron, por distintas razones, cuando las vi por primera vez. Por el orden en que se me ocurren citaría El Padrino (las tres películas, son todas extraordinarias), Lost in translation, Casablanca, Blade Runner, Cinema Paradiso, El tercer hombre y Ciudadano Kane. Entre las más recientes, citaría La gran belleza, una película extraordinaria. Si tuviera que ligar literatura y cine citaría Apocalypse Now. Es fascinante que El corazón de las tinieblas pudiera servir para explicar la guerra de Vietnam.

¿Qué suceso histórico admira más?

En España, sin duda, la aprobación de la Constitución de 1978, un momento que aunó generosidad e ilusión a partes iguales. A nivel global, mencionaría las conquistas de Alejandro Magno, el viaje a América de Colón y, general, la presencia española en América (incluido Estados Unidos), que me han parecido fascinantes desde niño, aunque tengan claroscuros. Por citar un hecho que se ha producido en nuestro tiempo, mencionaría la caída del muro de Berlín.

¿Qué está socialmente sobrevalorado?

La fama que no está basada en el mérito.

¿A quién le daría el próximo premio Cervantes? ¿Y el Nobel de Economía?

Ufff, vaya pregunta…ideal para hacer un amigo…o dos… y muchos enemigos. No me atrevería a contestar. Creo que para uno y otro hay varios buenos candidatos. Lo que sí me atrevo a pronosticar es que cada vez los ganarán más mujeres y eso significará que avanzamos en la dirección correcta, de lo que estoy convencido.

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