No os riais nunca de las diosas

El Teatre Akadèmia ha presentado la versión catalana de La Venus de les pells, de David Ives, bajo la dirección artística de Guido Torlonia, que, en Italia, ha sido ayudante de producción de Giorgio Strehler, en el Piccolo Teatro de Milán, en piezas como Faust I y II, de Goethe, o el clásico Arlecchino servitore di due padroni, de Goldoni. En 2016, escribió y dirigió con Isabella Rossellini un homenaje a Ingrid Bergman, presentado en Londres, Nueva York, París y Roma.

Los protagonistas de La Venus de les pells son Raquel Ferri, que estuvo en el último Àngels a América, de Tony Kushner, en el Lliure de Montjuïc, y Rubén de Eguía, que trabajó con Josep Maria Flotats en Madrid, en El enfermo imaginario, en el Clásico. La traducción de La Venus de les pells lleva la firma de Neus Bonilla. Del espacio escénico, con poco espacio pero elegancia, se ocupan con finura Sebastià Brosa y Paula Bosch.

En Nueva York, la producción fue originariamente presentada por la Classic Stage Company, y en Broadway, estrenada en 2011 por el Manhattan Theatre Club y Classic Stage Company at Samuel J. Friedman Theatre.

A partir de ahí se hicieron muchas lecturas (y versiones) de La Venus de las pieles, y en Broadway y Hollywood tuvo una versión picaresca, La gatita y el búho, dirigida por Herbert Ross, y protagonizada por varias estrellas judías, como Barbra Streisand y George Segal.

Un joven y ambicioso artista, Thomas Novachek (Rubén de Eguía), vive presa de los nervios por encontrar en Nueva York a la actriz ideal para interpretar La Venus de les pells, de Leopold von Sacher-Masoch. Cuando parecen haberse presentado todas las aspirantes, llega, fuera de convocatoria, Wanda Jordan (Raquel Ferri), una joven que de entrada no encaja en el papel, pero se diría dispuesta a todo para conseguirlo. Mientras se desata la tormenta, Wanda juega con el misterio, el humor, la seducción, la turbiedad.

David Ives tuvo la idea de adaptar una novela erótica al teatro. Histoire d’O no estaba libre de derechos, así que opta por el texto de Venus im ­pelz, de Leopold von Sacher-Masoch (o Severin von Kushemski, como ustedes prefieran). Juegos de roles: Wanda von Dunajew tiene más conchas que un galápago, y Leopold, que se diría de vuelta de todo, es mucho más ingenuo de lo que pretende.

A propósito: Rubén de Eguía también es mucho más aparentemente ingenuo de lo que es. Por su parte, la valenciana Raquel Ferri, tras pasar siete años en el mundo de la moda, debutó en el teatro con Joana 2015. Batalla campal, y se dio a conocer con la Companyia Jove del Teatre Lliure con El tiempo que estemos, de Pablo Messiez: para la actriz parecía haberse escrito el término “voluptuosa”. Ferri y De Eguía coincidieron en la escena catalana con piezas como El professor Bernhardi, dirigida por Albertí; El público, de Lorca, montada por Àlex Rigola, y Lehman Trilogy, de Stefano Massini, dirigida por Roberto Romei.

Considerada como una de las mejores obras de Broadway de los últimos años, La Venus de las pieles fue un éxito tanto por público como por crítica. Roman Polanski adaptó la obra teatral. Un enfoque ideal: el cineasta reverencia el erotismo, pero también este sabio consejo: “No os riais nunca de las diosas”.

Por cierto: la bella y obsesiva Venus in Furs, de The Velvet Underground, sería una mezcla entre chirrido turbio y balada subterránea. Para algunos logra combinar casi mágicamente elementos como atracción, juego y enfrentamiento.

La Venus de les pells, de David Ives. Dirección: Guido Torlonia. Con Raquel Ferri y Rubén de Eguía. Teatre Akadèmia (Barcelona). Hasta el 11 de abril de 2021.

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