El Kindle ya lee 'La Celestina'

Amazon no ha salido aún de la adolescencia biológica (nació en 1995) y ya es la tienda del mundo, un gigantesco almacén del que se desconoce mucho -sus ventas, por ejemplo- pero donde se puede comprar de todo. Un ataúd, un bote de uranio, un recipiente con orina de lobo, menaje del Tercer Reich o testículos de látex figuran en la la lista de las "10 cosas extrañísimas que se pueden encontrar en Amazon", elaborada por la web yorokobu.es.

Desde ayer también venden algo menos estrambótico y más esperado: la versión española del Kindle, su dispositivo de lectura electrónica, que sale a la venta al tiempo que un catálogo digital específico de 22.000 títulos en español y un millar en catalán, gallego y euskera, aunque la oferta en estos dos últimos idiomas es anecdótica. En la tienda virtual podrán encontrar novedades literarias, best-sellers y clásicos. Por citar algunos: Julia Navarro, Ildefonso Falcones, Benjamin Black, Dulce Chacón, José Luis Sampedro, Mario Vargas Llosa, Haruki Marukami o Laura Gallego. Una de las propuestas de más tirón es la saga de Alatriste de Arturo Pérez-Reverte. Toda la colección de aventuras del capitán puede adquirirse por menos de 42 euros. Hay aún notables ausencias en la versión electrónica de autores en español como Gabriel García Márquez, pero la intención de Amazon es ampliar el catálogo.

Entre las propuestas de más tirón está la saga de Alatriste, de Arturo Pérez-Reverte

La multinacional afirma que la gente lee tres veces más con su dispositivo

Los precios fluctúan entre los 14,24 euros -son raros los que superan esta cifra- de obras recientes como El imperio eres tú, de Javier Moro (último Planeta); la biografía de Steve Jobs de Walter Isaacsson o El mapa y el territorio, de Michael Houellebecq, y la gratuidad de un millar de clásicos, libres de derechos de autor, como Cervantes, Pérez Galdós, Pardo Bazán, Blasco Ibáñez, Clarín, Quevedo o Lope de Vega. Hay también tres obras exclusivas de Rosa Montero editadas mediante el Kindle Direct Publishing, La vida desnuda, Entrevistas y Lo mejor de Rosa Montero. Este sistema permitirá a cualquier autor -consagrado o aficionado- difundir sus obras mediante el Kindle y percibir el 70% de las ventas, mientras que la tienda recibe el 30% restante. La agresiva política comercial de Amazon, que abarata precios al máximo, tiene en España la cortapisa legal que establece el precio fijo del libro. Obviamente, Amazon no se salta la ley. Que nadie espere encontrar la última de Carlos Ruiz Zafón a 0,99 (de hecho, El juego del ángel cuesta 9,49). Dado que el precio no es un factor que Amazon pueda modificar a su antojo en España, Gordon Willoughby, director de Kindle en Europa, cita otros dos elementos que también pesan sobre los consumidores: el catálogo ("que nadie tenga más") y la experiencia de compra ("que sea lo más cómoda posible").

Según la compañía, Kindle permite descargar cualquier obra en menos de un minuto, pesa menos que un libro de bolsillo (170 gramos) y su batería dura un mes. Puede almacenar 1.400 obras, más de lo que muchos leerán en toda su vida. Los libros están protegidos con sistemas anticopia. "Amazon respeta el copyright y esperamos que nuestros clientes lo respeten también", indicó Gordon Willoughby. El dispositivo cuesta 99 euros (versión básica), por debajo de otros lectores electrónicos lanzados recientemente en España, como el Targus de la Casa del Libro (119 euros) o el de la FNAC (129 euros). El bq Cervantes de Movistar se vende al mismo precio (99 euros) en su modelo más simple. Una competencia que no perturba a la multinacional estadounidense. "Hemos trabajado duro para intentar tener el mejor dispositivo y ofrecer la mejor experiencia posible", señaló Willoughby, que destacó el carácter "dinámico" del mercado español, el quinto de Europa donde se introduce el Kindle después de Reino Unido, Alemania, Francia e Italia, donde se lanzó ayer mismo.

Toda la transparencia sobre las características del aparato se evapora al tocar los datos económicos más elementales. Amazon afirma que el Kindle es el dispositivo de lectura portátil más vendido del mundo pero no precisa las cantidades. Sobre su desembarco en España mantiene similar opacidad: rehusan concretar sus previsiones de facturación -altas en vísperas navideñas- o sus acuerdos con las principales editoriales con el argumento de que son confidenciales. El director de Kindle en Europa tampoco facilitó la cifra de puestos de trabajo que se crean en España.

¿Serán el lobo feroz para las librerías tradicionales? Willoughby responde con la afabilidad que emplea durante el encuentro: "Nadie sabe qué pasará en España. Hoy [por ayer] es nuestro primer día, pero en otros países se ha comprobado que la gente que tiene Kindle lee tres veces más. Esto es bueno para los autores, para las editoriales y para la gente que ama los libros".