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La oposición argentina aprueba un aumento de las jubilaciones que Milei promete vetar: “Me importa tres carajos”

Las bancadas opositoras se unen para impulsar en la Cámara de Diputados una iniciativa que permite que los jubilados recuperen ingresos y que ahora pasa al Senado

Javier Milei habla durante una conferencia
Javier Milei habla durante una conferencia en el hotel Beverly Hilton, en California, el 6 de mayo.Apu Gomes (Getty Images)

La heterogénea oposición argentina se unió por primera vez en el Congreso para asestar un revés al Gobierno de Javier Milei. En la madrugada de este miércoles, la Cámara de Diputados aprobó por 162 votos positivos, 72 negativos y ocho abstenciones un proyecto de ley para reemplazar la fórmula de actualización de las jubilaciones decretada por Milei. La iniciativa, que tiene que recibir también el apoyo del Senado para entrar en vigor, supone un aumento de las jubilaciones del 8% resistido por el Gobierno en aras del equilibrio fiscal. Nada más conocerse el resultado de la votación, Milei expresó su oposición frontal a través de las redes sociales: “Defenderé la caja a veto puro si es necesario. A puro déficit empobrecieron al país, por lo que de ningún modo voy a permitir que esto se repita”.

“Le va a ser difícil al presidente rechazar una ley votada con los 2/3 de los votos”, le replicó el diputado nacional Martín Tetaz. En caso de veto presidencial, la Constitución argentina contempla que el Poder Legislativo pueda repetir la votación. Si dos tercios de cada una de las cámaras respalda la ley, esta queda firme.

La tensión política es máxima. El partido oficialista, La Libertad Avanza, está en minoría en el Senado, con sólo siete de las 72 bancas. Tiene asegurado allí el apoyo de los seis legisladores del Pro que responden al expresidente Mauricio Macri, pero el número sigue lejos de la mayoría para impedir un resultado adverso. De repetirse la alianza de la Cámara Baja, a la oposición le sobran los votos para aprobarla: sólo entre la Unión Cívica Radical (UCR), impulsora de la ley, y el peronismo suman 46 legisladores. La rivalidad histórica entre estas dos formaciones políticas parece momentáneamente aparcada para reducir el impacto del ajuste de Milei.

“Que se caguen de hambre”

Consciente del difícil escenario, el presidente encabeza una campaña de desprestigio contra los políticos opositores, a los que ha vuelto a insultar y a comparar con ratas a través de un dibujo creado con inteligencia artificial. “Cada vez que los degenerados fiscales de la política quieran ir a romper el equilibrio fiscal les voy a vetar todo, me importa tres carajos”, dijo Milei este miércoles en el Foro de economía latinoamericano. Milei advirtió también que eliminará las jubilaciones de privilegio de las que goza la clase política: “Se le terminó el seguro a la casta. Después de hacer las cosas desastrosamente mal, que se caguen de hambre por ser una mierda”.

El dirigente ultra acusa a la oposición de “poner palos en la rueda” a su programa económico y los culpa de las incipientes señales de desconfianza emitidas por los mercados internacionales. “Una parte del Congreso muestra una vocación sistemática por destruir el equilibrio fiscal, lo cual conlleva a la pérdida de valor de los bonos y con ello suba el riesgo país y la tasa de interés”, escribió Milei en X (antes Twitter).

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la fórmula de actualización de las jubilaciones propuesta por la UCR tiene un costo fiscal del 0,43% del PIB argentino. De aprobarse, detonaría el superávit de las cuentas públicas logrado por Milei a costa de recortar jubilaciones, salarios y obra pública, pero supondría cierto alivio para los bolsillos de los adultos mayores. Hoy en día, la pensión mínima en Argentina equivale a unos 225 dólares a la cotización oficial (206.931 pesos), a los que se suma un bono compensatorio por otros 80 dólares más. La cifra supone menos de la mitad de lo que necesita un jubilado para cubrir su canasta básica, según los datos de la Defensoría de la Tercera Edad.

El presidente ha anticipado que mantendrá el rumbo económico previsto pase lo que pase, convencido de que la población lo respalda, tal y como muestran los sondeos, que le dan una imagen positiva cercana al 50%. Si el Poder Ejecutivo se niega a acompañarlo ahora, el mandatario confía en que los argentinos se venguen en las urnas en las elecciones legislativas de medio término: “Lo que la vieja política propone lleva un siglo fracasando y es lo que hemos venido a cambiar. Y lo vamos a cambiar, hoy o desde el 11 de diciembre de 2025″.

Los senadores estarán sometidos a una gran presión en los próximos días. El Gobierno hará lo posible para evitar que salga adelante el aumento de las jubilaciones, pero su gran objetivo es que la Cámara Alta apruebe la ley de desguace del Estado que ya tiene el visto bueno de la Cámara de Diputados. Es una versión más reducida —y dividida en dos— de la mega ley que Milei presentó al inicio de su mandato, el pasado diciembre. El Gobierno ha hecho nuevas concesiones para asegurarse los votos necesarios en la votación, prevista para la semana que viene. De obtener un resultado afirmativo, debido a esos cambios, volvería a la Cámara Baja.

La oposición argentina está en una encrucijada. El Gobierno se escuda en ellos para culparlos de todos los problemas de la economía argentina y evitar así cualquier autocrítica por los errores de gestión cometidos en estos meses. Aún así, muchos senadores son reacios a entregarle las herramientas que solicita, en especial delegar en Milei las facultades legislativas por un año, aprobar un régimen de incentivos a las grandes empresas que las favorece durante 30 años en detrimento de la industria nacional y autorizar un aumento de impuestos a los trabajadores mientras se rebaja, en cambio, los que pagan por patrimonio (conocido en Argentina como bienes personales).

El Gobierno intentó llevar tranquilidad a los mercados con un relato muy optimista. “Lo peor ya pasó y estamos en franca recuperación”, dijo el ministro de Economía, Luis Caputo. “Pasamos de un déficit de 5 puntos a superávit fiscal en un mes, superávit comercial, superávit de cuenta corriente, y llegamos a una inflación de un dígito en abril”. El mensaje fue recibido con frialdad: el riesgo país argentino volvió a superar los 1.500 puntos y los bonos soberanos abrieron a la baja por segundo día consecutivo.

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