Milei se autoriza por decreto a tomar deuda con el Fondo Monetario

Argentina está a las puertas de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar los 44.000 millones de dólares que recibió en 2018. Y como cualquier nuevo endeudamiento, el Gobierno necesita, por ley, que el texto pase por el filtro del Congreso, donde está en minoría. El presidente, Javier Milei, se adelantó a cualquier bloqueo parlamentario y este martes publicó un decreto de necesidad y urgencia o DNU que lo autoriza a firmar con el FMI sin ese trámite legal. La oposición advirtió de un “debilitamiento institucional”, mientras que en la Casa Rosada argumentan que la urgencia de la crisis no da tiempo para largas negociaciones políticas.

Como el acuerdo no está aún cerrado, el decreto de Milei obvia detalles como monto, plazos y compromisos. Pero Milei se compromete a utilizar el dinero que reciba del FMI para cancelar parte de la deuda que el Tesoro tiene con el Banco Central, además de los vencimientos con el multilateral durante los próximos cuatro años. El Banco Central acumula letras del Tesoro por unos 70.000 millones de dólares que recibió durante el Gobierno de Cristina Kirchner. En la práctica, el acuerdo supone que el Ministerio de Economía cambia de acreedor: en lugar de deberle al Central, una deuda interna, ahora le deberá al FMI.

La estrategia del decreto es ya una constante de Milei. No tiene los votos en el Parlamento, y prefiere, en la medida de lo posible, no negociar “con la casta”. Desde que asumió en diciembre de 2023, el ultraderechista firmó 62 DNU, algunos de ellos tan amplios en sus atribuciones sobre leyes vigentes que están a la espera de ser declarados o no anticonstitucionales por la Corte Suprema. La herramienta permite al presidente sortear con más facilidad al Congreso, que debe, sin embargo, ratificar el decreto en algún momento. Pero el trámite de ratificación, gracias a una norma del kirchnerismo, es más simple que el utilizado para aprobar una ley: basta que una de las dos Cámaras vote a favor.

No cayó bien en la oposición el nuevo decreto del presidente. La crítica más relevante fue la de Mauricio Macri, porque se supone que es un aliado de Milei, la llave que le ha permitido hasta ahora aprobar sus leyes más cuestionadas. El expresidente dijo que la estrategia de la Casa Rosada “demuestra debilidad institucional” y “no ayuda a generar confianza”. En cualquier caso, en la ultraderecha saben que transitar el camino de la ley no es posible. El peronismo kirchnerista, cuyos legisladores en el Congreso son ahora definitorios, votó en contra del acuerdo entre Argentina y el FMI que el presidente Alberto Fernández firmó en 2022, cuando formaba parte del Gobierno.

Milei necesita cuánto antes un acuerdo con el Fondo que lo ayude a acumular reservas internacionales. Hoy están en terreno negativo, pese a un año de ajuste fiscal y control de cambios, el llamado “cepo”. La deuda que tiene el Tesoro con el Banco Central es una loza para los intentos presidenciales de liberar el mercado de divisas, una de las condiciones que ponen los inversores para poner su dinero en Argentina. El temor oficial es que abrir el cepo aumente la presión sobre la cotización del dólar y debilite el ancla cambiaria que hoy mantiene a raya la inflación. No puede darse ese lujo: la caída del IPC, que pasó del 24% mensual en diciembre de 2023 a menos del 3% durante los últimos meses, es lo que hoy mantiene alta la popularidad presidencial. En octubre habrá elecciones legislativas y la Casa Rosada no quiere correr riesgos.

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