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Paca Zuleta, directora de la Escuela de Gobierno de Los Andes: “La democracia siempre es frágil y siempre está en crisis”

La exfuncionaria señala en una nueva edición de ‘Desafíos de la Democracia’, de PRISA Media, que el sistema político actual conlleva concesiones difíciles para la naturaleza humana. “Implica construir con personas que no nos gustan”, dice

María Margarita Zuleta, directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Los Andes, en Bogotá, Colombia, el 19 de abril de 2024.
María Margarita Zuleta, directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Los Andes, en Bogotá, Colombia, el 19 de abril de 2024.PRISA Media
Lucas Reynoso

María Margarita Zuleta (Bogotá, 58 años), más conocida como Paca, conoce de cerca a la clase política colombiana. Fue viceministra de Justicia y jefa del Programa Presidencial Anticorrupción en el Gobierno de Álvaro Uribe y, después, directora de Colombia Compra Eficiente durante la Presidencia de Juan Manuel Santos. Pero también puede observar con algo de distancia, con un pie en el mundo académico desde que en 2017 se convirtió en la directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Los Andes. Como si los estudiara, tomó nota de cada cosa que dijeron los ministros, senadores, alcaldes y representantes gremiales que participaron de Desafíos de la Democracia, un foro organizado el viernes por PRISA Media (sociedad editora de EL PAÍS).

Sus preocupaciones, a simple vista, no parecen tan diferentes a las del resto de los panelistas: el descontento con la democracia, la creciente crispación política o la idea del presidente Gustavo Petro de un nuevo proceso constituyente. No obstante, Zuleta marca distancia y matiza que las dificultades que preocupan a todos no son nuevas ni exclusivas de Colombia. “Es importante tener una mirada más general, ver que la democracia está en crisis en todo el mundo”, afirma. Asimismo, enfatiza en que las discusiones acaloradas son parte de las reglas de juego del ejercicio democrático. “Una frase me llamó la atención: ‘Nosotros dijimos estas cosas y se burlaron de nosotros’. ¡Pero eso es válido! Está bien que alguien se ría de nosotros en democracia”, afirma en entrevista con EL PAÍS.

Pregunta. ¿Cómo vio el debate?

Respuesta. Creo que se enfocó mucho en la coyuntura y en Colombia. Es entendible porque es el día a día de la mayoría de los panelistas, pero me preocupa que por estar mirando nuestros problemas no veamos temas más complejos. Es importante tener una mirada más general, ver que la democracia está en crisis en todo el mundo y tener una perspectiva histórica. El senador Humberto de la Calle lo dejó en claro cuando habló de que las sociedades democráticas están oficializando el odio como forma de hacer política.

P. Varios panelistas, tanto opositores como simpatizantes del Gobierno, expresaron su preocupación por la crispación política. ¿Qué está pasando?

R. Es mucho más fácil no explicar un problema, intentar simplificarlo y descalificar al otro. Es un comportamiento muy antidemocrático y, a la vez, muy humano. Por otro lado, están quienes evitan ese vocabulario: tienen un talante más democrático, aunque puede que sean menos eficaces consiguiendo votos.

P. ¿La democracia y la naturaleza humana son antagónicas?

R. La democracia siempre es frágil y siempre está en crisis. Es difícil: requiere respetar lo que dice el otro, entender la incertidumbre, tener modestia y darle poder e impacto a quien no está alineado con lo que nosotros queremos. Implica construir con personas que no nos gustan, que creemos que no nos representan. Pero nuestra naturaleza, como humanos, no es esa. Por eso necesitamos de pesos y contrapesos que nos controlen y permitan darle voz a todos.

P. ¿Pero la crisis está peor ahora? ¿Este foro hubiera sido distinto hace cinco años?

R. Seguramente hubiéramos hablado también de las cifras de Latinobarómetro y el descontento con la democracia en la región. Pero quizá hubiera sido un poco menos fuerte. Antes no se sentía tanta presión hacia los medios, o en contra de la Constitución. Nadie estaba diciendo qué hablaba a nombre del pueblo.

Foro Desafíos de la democracia PRISA Media
Los participantes del foro 'Desafíos de la Democracia', organizado PRISA Media, el 19 de abril de 2024.PRISA Media

P. La propuesta del presidente Gustavo Petro de una nueva Constitución con procesos poco claros causa mucha preocupación, según se evidenció en el debate.

R. Sí. Y creo que es importante lo que señaló [el vicepresidente de PRISA, Fernando] Carrillo de que la situación es totalmente diferente a la de 1989. En esa época, no teníamos una sociedad que reconociera su pluralidad como hoy en día y había una cantidad terrible de magnicidios. Hoy, en cambio, no veo una desazón tan grande en la población joven sobre su futuro en Colombia. Lo que ahora tenemos es a un presidente al que le negaron reformas en el Congreso.

P. Algunos panelistas cuestionaron al presidente por a veces atribuirse la representación del pueblo e insinuar que el mandato de la elección presidencial lo pone por encima del Congreso u otras instituciones.

R. Cuando habla del pueblo, no sé a qué se refiere. Eso de que es el pueblo habla por su boca porque fue elegido no es democrático. Eso es casi García Márquez en El otoño del patriarca o, peor aún, ¡de Roa Bastos en Yo, el Supremo! Pero el presidente es un hombre inteligente, curtido en la política. Aunque a veces acude a esas estrategias macondianas, confío en que entienda que las reglas de juego importan y que los procedimientos son largos para que todos podamos participar.

P. Gran parte de las reformas del Gobierno están estancadas o hundidas. ¿Qué impacto tiene esto en las expectativas de la gente en la democracia?

R. El problema, más que el estancamiento de las reformas, es la falta de ejecución. Hay una frase maravillosa del [ex primer ministro británico] Tony Blair: “Los gobernantes se demoran mucho en entender que la política es acerca de la política pública y su implementación”. Y creo que eso es lo que le está pasando a Petro. El discurso como candidato ya fue... ahora lo que importa para la legitimidad de las instituciones es la práctica. Como dijo la gobernadora del Chocó [Nubia Carolina Córdoba] en el debate, lo que importa para recuperar la confianza es hacer eficaz la gestión, entregarle bienes y servicios a los ciudadanos.

P. ¿Por qué cree que la corrupción no fue un tema central en el debate de hoy?

R. La lucha contra la corrupción no es un tema central de este Gobierno. Yo pensé que Petro iba a tenerla en el centro de su agenda, pero evidentemente no la ha tenido. Ha abandonado una cantidad importante de iniciativas de transparencia, como facilitar el acceso ciudadano a la información y publicar los borradores de decretos o leyes.

P. Algunos panelistas expresaron su frustración con que los ministros no los reciben y que, cuando sí, sus sugerencias no son tomadas en cuenta.

R. Una frase me llamó la atención: “Nosotros dijimos estas cosas y se burlaron de nosotros”. ¡Pero eso es válido! Está bien que alguien se ría de nosotros en democracia. Lo que me preocupa, más bien, es que algunos expresaron que ni los reciben. Que no los oigan es lo que está mal, no que no les hagan caso.

P. El senador De la Calle se quejó de que el Congreso cada vez más “le patea la pelota” a la Corte Constitucional con respecto a los problemas de procedimiento en la formación de las leyes. ¿Qué opina?

R. Eso de patear la pelota es nuevo. Hay congresistas que saben que hay problemas en algunos procesos legislativos, pero prefieren votar igual y que la Corte Constitucional decida. Lo hacen para no pelear con quienes le piden los votos a cambio de algún provecho. Es irresponsable y muestra falta de seriedad.

P. Otra preocupación fue que hay demasiados partidos políticos en Colombia.

R. Sí, hay demasiados, lo cual hace que proliferen los personalismos. En vez de concertar, ceder y ser democráticos al interior de los partidos, algunos políticos prefieren irse y formar otras colectividades. No importa un proyecto político en el que se converse para llegar acuerdos, sino que brille una persona.

P. ¿Es optimista sobre el futuro de la democracia en Colombia?

R. Me gustó mucho el reconocimiento a las instituciones democráticas colombianas. Antes de empezar, el profesor Eduardo Pizano mencionó un texto del [historiador británico] Malcolm Deas que dice que Colombia es la segunda república con más elecciones democráticas en el mundo. Estamos votando desde 1830 y seguimos votando. Nos han pasado cosas durísimas y a veces vemos las cosas muy malas, pero no valoramos lo suficiente la fortaleza de nuestras instituciones y nuestra tradición democrática.

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Lucas Reynoso
Es periodista de EL PAÍS en la redacción de Bogotá.
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