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“América Latina será toda feminista”: las mujeres se echan a la calle en Bogotá contra la violencia de género

Con un concierto de bandas locales y una marcha de tambores, cientos de manifestantes exigieron vivir una vida libre de violencias

Daniela Díaz
Un grupo de percusión en las protestas en conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en Bogotá.
Un grupo de percusión en las protestas en conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en Bogotá.LUISA GONZALEZ (Reuters)

Los pañuelos púrpuras y verdes irrumpieron este sábado en medio del tráfico y el comercio caótico del centro de Bogotá. “América Latina será toda feminista”, gritaban cientos de mujeres que se atravesaban entre los autos, ante los ojos curiosos de los transeúntes. La manifestación anual del 25 de noviembre en conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres inició en la Plaza de Bolívar y continúo por la carrera décima hacia el sur de la capital colombiana. Según datos de la Alcaldía de Bogotá, al menos 700 personas, caminaron 4 kilómetros al ritmo de batucadas y cánticos hasta llegar al culmen de la celebración: un concierto al aire libre con artistas femeninas locales, seguido de una vigilia en memoria de las víctimas de feminicidios. En otras ciudades como Cali, Medellín, Bucaramanga e Ibagué también hubo concentraciones.

Aunque la convocatoria en esta edición no fue multitudinaria como en otras ocasiones, el movimiento feminista y de mujeres en el país se ha abierto un importante espacio en términos de protesta social independiente en los últimos años. ‘Un rostro colectivo’, la plataforma que organiza la marcha, logró en esta ocasión agrupar una diversidad de asistentes en una jornada que transcurrió en total tranquilidad. No fue difícil ver familias enteras, donde desde la abuela hasta niñas que no superaban los diez años bailaban al ritmo de las arengas y los tambores. Ejemplo de ese cuadro familiar fue Andrés y sus dos hijas: Libertad y Alegría — como si de una metáfora del evento se tratara —. Tanto Andrés, como las dos niñas, tenían los ojos cubiertos de pintura morada y escarcha. El hombre cuenta que es la primera vez que vienen juntos y es su forma de aportar a esa lucha como hombre: “Una forma de ofrecer un mundo libre de violencia para mis hijas es enseñándoles donde pueden exigir sus derechos. Vinimos en solidaridad con las mujeres que han sido asesinadas”, apunta.

La movilización transcurre ante un escabroso panorama en Colombia. La Procuraduría General de la Nación alertó que en corrido del 2023 se han registrado 410 feminicidios, es decir, alrededor de 52 casos mensuales, y 23 transfeminicidios. Los lugares más violentos para las mujeres son Antioquia, Bogotá y Valle del Cauca. Pero no son solo los homicidios los que preocupan, sino que parecen ser el epítome de múltiples violencias de género que los anteceden. Los datos de Medicina Legal registran que entre enero y septiembre hubo 36.626 denuncias por violencia intrafamiliar contra mujeres y 16.015 exámenes por presuntos delitos sexuales.

Ingrid Sánchez vivió en carne propia esa violencia machista. Su hija fue víctima de feminicidio hace cuatro años. Explica que cada año desde 2019 viaja desde Villavicencio, una ciudad a cuatro horas de Bogotá, solo para asistir a las marchas. Desde que mataron a su hija ha encontrado abrazo en una parte del movimiento de mujeres y sus organizaciones sociales. Luego de responder esta entrevista con EL PAÍS, se encuentra con otras mujeres que tienen algo en común: todas son familiares de mujeres asesinadas por el hecho de ser mujeres. “Marcho buscando justicia. Que este flagelo algún día se acabe. Cada año marcharé exigiendo lo mismo”, agregó.

Desde Cali, la vicepresidenta y cabeza del Ministerio de la Igualdad, Francia Márquez, aprovechó la conmemoración y anunció SALVIA: un nuevo sistema nacional para prevenir las violencias basadas en género. En un mensaje en la red social X, aseguró que será un sistema en el que el Gobierno Nacional promueva la articulación de todas las instituciones competentes, con la intención de brindar respuestas efectivas frente a las alarmas, los mensajes de urgencia o de riesgo que hacen a diario miles de mujeres en Colombia. La desconexión entre las entidades ha sido un punto neurálgico del que ya han alertado organizaciones sociales y Ministerios Públicos.

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Una atípica petición se coló en las exigencias de las mujeres presentes este año. El verde, blanco, rojo y negro de la bandera palestina se hizo presente de inicio a fin en la marcha de Bogotá. “Ninguna será libre hasta que todas seamos libres. Feministas por Palestina”, se leía en varios carteles que portaban las participantes. Una de ellas era Diana*, quien tenía la bandera del Estado de Palestina pintada en su rostro. “No es una guerra. La arremetida militar de Israel en Gaza es un genocidio”, le dijo a EL PAÍS. Luego, continúo detalló por qué, a su juicio, no son situaciones ajenas entre sí: “La defensa de los derechos de las mujeres se extiende al pueblo palestino y la protección de los derechos humanos de las mujeres y niños que lo componen”. La lucha feminista y la del pueblo palestino se encontraron en Bogotá.

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Daniela Díaz
Es fotoperiodista colombiana, colaboradora en medios como NACLA, The Humanitarian y Al Jazeera, especializada en temas de género y construcción de paz.

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