Así arrancan las encuestas de las próximas elecciones generales

Este artículo es un fragmento de la ‘newsletter’ de Kiko Llaneras, que en las próximas semanas estará dedicada a los datos de las elecciones. Es un boletín para suscriptores de EL PAÍS, pero se puede leer durante un mes de prueba. Si quieres recibirla en tu correo, apúntate aquí.

Esta semana es inevitable buscar los sondeos de unas elecciones que llegan por sorpresa. Sabemos que estos datos se moverán, primero por el resultado del domingo (mejor para la derecha de lo que muchos pensaban), y también por la decisión de Pedro Sánchez de precipitar la votación. Sin embargo, antes de especular con el futuro, conviene analizar el punto de partida: ¿qué decían las encuestas hasta ahora?

Según nuestro promedio de sondeos, cuya metodología se explica abajo, el Partido Popular sería la primera fuerza con un 30% o 31% de los votos, seguido de PSOE (25%), Vox (15%), Sumar (9%-10%) y Unidas Podemos (6%). En este primer escenario cuento todavía con Ciudadanos y con dos listas separadas para Sumar y Podemos, pero más adelante exploraré otros escenarios.

La primera clave es que, como llevo tiempo diciendo, el electorado español está escorado hacia la derecha. Desde 2021, las derechas han batido sus sondeos en tres elecciones seguidas. Fue así en las autonómicas de Madrid, en las de Castilla y León, en Andalucía y, ahora, en media España.

El gráfico siguiente muestra la evolución del péndulo ideológico:

Si en las generales de 2019 los bloques de izquierda y derecha empataron con un 43% de voto cada uno, ahora la suma de las derechas tiene 6 puntos de ventaja en los sondeos. Ese margen se redujo en mayo, con la izquierda espoleada por el anuncio de que Sumar concurriría a las elecciones. No obstante, aunque eso es una buena noticia para la izquierda, creo que conviene relativizarla: es normal notar un empuje cuando la novedad es tu existencia. Más aún, en algunos sondeos había casi una trampa, porque a veces los encuestadores preguntaron explícitamente por un escenario con Sumar —”en caso de que se presente…”—, y aunque quizás era inevitable hacerlo así, esa mención infló sus cifras los primeros días.

Llegado este punto, el resultado de las elecciones depende de dos preguntas: primero, saber si la izquierda del PSOE concurre con una o dos marcas —porque eso afecta a la conversión de sus votos en escaños—, y segundo, averiguar cuál será el equilibrio exacto de fuerzas entre izquierda y derecha. Para explorar todo eso, a continuación calculo el reparto de escaños en diferentes escenarios.

¿Quién gobernará? Las mayorías posibles en cuatro escenarios

Si el resultado de las elecciones fuese exactamente el que dice el promedio de votos anterior, el PP rondaría los 135 escaños y tendría la mayoría absoluta a su alcance pactando con Vox. Sería relativamente justa, con 181 asientos sobre los 176 que son necesarios.

El segundo escenario que he propuesto es que la derecha mejore los sondeos anteriores, bajo dos asunciones: que los votos de Ciudadanos se van al PP, y que la suma de las derechas mejora sus votos en 1,5 puntos. En una situación así, la suma de PP y Vox podría rondar los 190 escaños.

Es un escenario plausible. De hecho, creo que en los próximos días veremos muchas encuestas moverse en esa dirección. ¿Por qué? En parte porque la victoria del PP del domingo podría darles un empujón. Pero, sobre todo, porque muchos encuestadores que en estos últimos comicios se quedaron cortos con la derecha, usarán los resultados para ajustar sus métodos.

Sin embargo, también hay escenarios razonables que mejoran las expectativas de la izquierda, empezando por uno obligado: ¿qué pasa si Sumar y Podemos alcanzan un acuerdo para concurrir juntos? Con los mismos votos de arriba, si hacemos el reparto de escaños asumiendo eso, la mayoría de derechas se queda en el aire: PP y Vox rondarían los 175 escaños —en lugar de los 185—, y sus opciones para gobernar estarían casi al 50% de probabilidad. Es un recordatorio de los efectos de nuestro sistema electoral. Los mismos votos, reunidos en menos partidos, se traducen en más asientos del Congreso.

El último escenario es uno igual al anterior, donde, además, asumo que la izquierda es capaz de avanzar durante la campaña y le recupera entre uno y dos puntos a la derecha. En esas circunstancias, PP y Vox se quedarían alrededor de los 172 asientos y sin mayoría. Para ganar una investidura los populares necesitarían sumar un partido mediano como el PNV, pero esa posibilidad se antoja difícil. En esas circunstancias, el futuro más probable sería un gobierno liderado por el PSOE, tras una investidura similar a la que hizo presidente a Pedro Sánchez en 2019, que podría ser incluso más exigente y requerir el apoyo explícito o implícito de Bildu, Junts, ERC y prácticamente todas las otras fuerzas con representación.

Decidir cuál de todos estos resultados tiene más opciones es muy difícil todavía, y en realidad innecesario. Durante las próximas semanas trataremos de dilucidarlo.

Metodología del promedio. El promedio tiene en cuenta decenas de sondeos para mejorar su precisión. Los datos son recopilados en su mayoría de Wikipedia. Se trata de un promedio ponderado que da distinto peso a cada encuesta según tres factores: el tamaño de la muestra, la casa encuestadora y la fecha. Uso métodos parecidos desde 2015. El cálculo de escaños a partir de votos lo explico aquí, aquí o aquí.

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