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Una ayuda para dormir bien (y tratar el párkinson)

Cinco cuestiones clave sobre la melatonina, que también afecta al sistema inmune, los problemas inflamatorios y el envejecimiento

1. ¿Cómo funciona la melatonina?

Es una hormona que se produce en el cerebro (glándula pineal) cada 24 horas: comienza a sintetizarse al atardecer y alcanza su nivel máximo entre las 2.00 y las 4.00 de la madrugada, mientras dormimos. Desde el cerebro se distribuye por todo el cuerpo a través de la sangre. A partir de los 35 años, su producción decae, marcando el inicio del envejecimiento. “Investigaciones recientes han demostrado la actividad antioxidante de la melatonina, por lo que se piensa que podría ayudar contra el envejecimiento celular e incluso proteger de la degeneración”, explica el neurólogo Michele Matarazzo, del Centro Integral de Neurociencias (HM CINAC).

2. ¿Qué relación tiene con el párkinson?

El catedrático de Fisiología Darío Acuña Castroviejo, de la Universidad de Granada, explica que “los niveles de melatonina en la sangre de las personas con párkinson están disminuidos, un hecho que también está asociado a los trastornos de sueño que tienen estos afectados”. Las investigaciones desarrolladas por el grupo de Acuña han encontrado que la administración de melatonina previene el desarrollo de la enfermedad en ratones y, “en peces cebra con párkinson hemos demostrado por primera vez que al darles la hormona vuelven a la normalidad”, un resultado alentador para los humanos.

3. ¿Trabajar en turno de noche aumenta el riesgo de tener esta enfermedad?

Los científicos llevan años trabajando para determinar esa relación, pero, según Matarazzo, “los estudios arrojan resultados contradictorios”. Con todo, el catedrático de la Universidad de Granada advierte de los efectos secundarios que provocan los trastornos del sueño debidos a alteraciones del reloj biológico. Precisa que, entre las funciones que se alteran, están “el sistema inmune y los sistemas antioxidantes”. Ante la escasez de melatonina el organismo reacciona aumentando la inflamación y produciendo más radicales libres, “y con otros factores predisponentes, aumenta la probabilidad de desarrollar párkinson”, indica Acuña.

4. ¿Los suplementos de melatonina sirven para prevenir el párkinson?

“Es una posibilidad fascinante”, admite el neurólogo Matarazzo, “pero necesitamos estudios a largo plazo en humanos [los resultados solo se han logrado en animales] antes de afirmar que puede hacerlo”. Según Acuña, su posible utilidad depende de la dosis. “Los suplementos que se venden en parafarmacias, herbolarios y farmacias sin receta médica tienen un contenido tan bajo en melatonina que su utilidad para prevenir es nula”, afirma. La dosis eficaz se determina en función de las características individuales.

5. ¿Se pueden recuperar los niveles de manera natural?

Aún no se sabe qué hacer para que el cerebro produzca más melatonina, pero “sí sabemos qué es lo que disminuye su producción”, subraya Acuña. No dormir por quedarnos hasta la madrugada despiertos en la calle o viendo la tele, y la luz ambiental son los enemigos más conocidos. Pero también, “medicamentos como las benzodiacepinas (utilizados en insomnio y ansiedad, entre otras indicaciones); los antagonistas del calcio (para la hipertensión arterial); ibuprofeno y aspirina; y sustancias como la cafeína, el tabaco y alcohol”, enumera. Su recomendación: “Vida saludable, ejercicio moderado y dieta mediterránea”.

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