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Un plan para salvar al urogallo

El proyecto LIFE+ Urogallo cantábrico ha conseguido sus objetivos de mejora de la especie en el 72% de las zonas de actuación

El urogallo cantábrico es una de las especies más amenazadas de España.
El urogallo cantábrico es una de las especies más amenazadas de España.Fundación Biodiversidad

Hace ya algún tiempo, un urogallo bajaba regularmente desde su casa en la montaña en los Picos de Europa hasta la aldea más cercana en busca de comida. Hasta que, un día, el perro del pueblo, ya cansado de que le robara el protagonismo, se ocupó de él. Aunque los perros no se consideran la principal amenaza del urogallo cantábrico, este animal no hizo ningún bien para la conservación de estas aves que se encuentran protegidas desde 1986.

El urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus) es una de las 12 subespecies de esta ave que habita en varias zonas del norte del continente europeo -Siberia, Polonia, Escocia- y en zonas de alta montaña, como los Picos de Europa y los Pirineos franceses. En España, es la especie con mayor riesgo de extinción del reino de las aves, con una población de 200 a 300 machos en toda la cordillera cantábrica.

El proyecto LIFE+ Urogallo cantábrico, coordinado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, lleva seis años apostando por la supervivencia de esta subespecie única en la península ibérica mediante tareas de mejora del hábitat y de reducción de amenazas, tanto naturales como generadas por la actividad humana. "Esta especie ya ha perdido el 70% de sus individuos, es un animal que no tiene el viento a su favor", confiesa Ignacio Torres, director del proyecto. El objetivo ideal de esta iniciativa sería conseguir un censo de, aproximadamente, 800 machos o un mínimo de cinco individuos por cantadero. "En el 72% de las zonas donde hemos actuado se ha conseguido el objetivo que nos proponíamos dentro del plazo, en el 24% de los lugares se necesita un poco más de tiempo y en el 4%, ha fracasado", explica Torres.

Actuaciones para la preservación de la especie

La iniciativa para la conservación del urogallo cantábrico basa sus actuaciones en tres amplios grupos: las relacionadas con la gestión y mejora del hábitat natural de la especie, el control de amenazas directas e indirectas y el centro de cría y reserva genética.

El arándano se constituye como la clave alimenticia para la supervivencia de estos animales, por lo que las tratamientos selvícolas han sido una de las principales acciones desarrolladas por el proyecto LIFE+. "Una buena población de arándanos, además de proporcionarle su alimento fundamental, también ayudaría a los individuos a esconderse de depredadores", cuenta el coordinador del proyecto, Luis Robles. Se han efectuado tareas de desbroce y aclarado del monte en 453 hectáreas desde 2010, con la finalidad de favorecer el crecimiento de los arbustos de arándanos, acebo y tejo, esenciales para su dieta.

Por otra parte, la traslocación y control de sus depredadores y competidores principales -martas, ciervos, zorros y jabalíes-, no ha supuesto una mejora en las poblaciones de urogallos, de acuerdo con la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SECEM), quienes proponen no intervenir sobre los depredadores. La actividad humana también ha supuesto la baja de diversos ejemplares. La electrocución y colisión con el tendido eléctrico de la subestación eléctrica del Puerto de Panderruedas, León, también causaron la muerte a varios urogallos, hasta que las líneas fueron soterradas en 1994.

La elevada mortalidad infantil de esta subespecie se considera uno de los principales problemas que atacan su supervivencia. Las estadísticas muestran que para conseguir un pollo sano, se necesitan las puestas de seis a ocho huevos de tres hembras diferentes. El centro de cría en cautividad, anterior al proyecto LIFE, actualmente cuenta con 14 ejemplares -nueve hembras y cinco machos- de diferentes partes de la cordillera.

Ramón Balsera, veterinario del centro de cría y reserva genética del urogallo, afirma que los próximos pasos de la organización serán la mejora de la supervivencia de los pollos, la reducción de dos décimas de temperatura de las incubadoras y el tratamiento por inseminación artificial.

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