Dónde están los actores de 'La hora Bill Cosby' y qué piensan hoy sobre él
Mientras le llueven las acusaciones de abusos sexuales, sus compañeros de serie reaccionan como abducidos
En Estados Unidos no terminan de creérselo: ¿el venerable y admirado Bill Cosby, abusando sexualmente de una treintena de mujeres? Probablemente, la repugnancia que despierta este tipo de comportamientos solo se ve superada por la incredulidad y la decepción. Porque Cosby (Filadelfia, 1937) no es solo un actor famoso y querido, sino todo un símbolo de la América de los últimos 50 años. Un hombre de orígenes humildes hecho a sí mismo (¡ah, el sueño americano!). Un icono de la televisión: alguien que, gracias a su exitosa serie The Bill Cosby Show (La hora de Bill Cosby, como se tituló en España) hizo más que muchos políticos por reforzar la idea de que las familias afroamericanas podían ser tan respetables como la que más. Y, por si fuera poco, alguien que, desde el púlpito de su poder, se postuló como un defensor de la moral y el azote de las malas costumbres; un hombre aparentemente inflexible que se mofaba de aquellos que caían en las tentaciones mundanas. ¡Quién lo iba a decir!
No solo al público estadounidense: a cualquiera que haya seguido La hora de Bill Cosby (en pantalla de 1984 a 1992) le costará identificar a un depredador sexual en ese padre de familia intachable, cuyo único vicio criticable era un gusto pésimo por los jerseys estampados. Aquello era ficción, por supuesto, aunque no del todo: no por casualidad el programa se llamaba La hora de Bill Cosby y no Los Huxtable (apellido de los personajes). Se dice que Cosby actuaba sin guión (tan solo memorizaba unos chistes de transición), de modo que si alguien confundió al jovial Cliff Huxtable, doctor, con Bill Cosby, cómico y actor, tampoco se le puede culpar. La serie marcó a Cosby y a sus compañeros de reparto, que posteriormente nunca conocieron un éxito igual. De rebote, ese grupo de actores ha vuelto a estar de actualidad. ¿Qué ha sido de ellos? ¿Han hecho piña alrededor de su patriarca y mentor? ¿Han guardado un elocuente silencio? Este es el presente de aquella familia feliz.
Cliff Huxtable (Bill Cosby): de padre modélico a presunto violador
El apelativo de “institución” no le queda grande. De hecho, Cosby ya era célebre en el mundo del espectáculo en 1984, cuando se estrenó la serie. El concepto de comedia familiar, que por entonces estaba modelándose, acabó bien definido en manos de Cosby. Fuera de la pequeña pantalla, sus discos cómicos, que le han reportado nueve premios Grammy, rebosan las estanterías de millones de hogares norteamericanos. Aunque en 2004 fue llevado a los tribunales por abusos sexuales, fue el pasado noviembre cuando las cosas empezaron a torcerse irreversiblemente para Bill: las acusaciones de violación se le amontonaban.
La actriz y modelo Barbara Bowman escribió un artículo en el Washington Post titulado: Bill Cosby me violó. ¿Por qué le ha llevado a la gente 30 años creer mi historia? Luego salieron la exactriz Joan Tarshis, hablando de un bochornoso episodio en 1969, y la modelo Janice Dickinson, asegurando en Entertainment Weekly que Cosby la había violado en 1982. Para entonces, el número de mujeres contando una historia parecida ascendía a 15, y un monólogo del cómico Hannibal Buress tildando a Cosby de “violador” se había hecho viral. Enseguida se sumó Judy Huth, denunciándole por abusos en la mansión de Playboy allá por 1974, cuando ella tenía 15 años.
El pasado enero, tres mujeres ofrecen una rueda de prensa para revelar sus experiencias, no menos dramáticas. Y cuando parecía que la reputación de Cosby ya no podía caer más bajo, en julio se filtra una testificación suya en un juicio, en la que admite haber drogado a mujeres para tener sexo. ¡Cosby, el detractor de las drogas! El 27 de julio, en una portada histórica, la revista New York Magazine retrata a 35 de las mujeres presuntamente vejadas por el actor. Visto lo visto, no se puede decir que Cosby esté a las puertas de una plácida jubilación.
Clair Olivia Huxtable (Phylicia Rashad): asidua de Broadway y defensora de Cosby
La inteligente, resuelta y guapa esposa de Bill Cosby en la teleserie (abogada en la ficción) es hoy una señora encantada de la vida. Encantada de haberse conocido, y encantada de haber conocido al actor que la encumbró a una fama efímera. Quizá marcada por su papel en La hora de Bill Cosby, Phylicia Rashad (Houston, 1948) no pudo prolongar su éxito en televisión o el cine y se dedica desde hace años al teatro. Es asidua en Broadway, y ha obtenido un premio Tony (los máximos galardones del teatro estadounidense).
Inevitablemente, para ella todo lo que rodea aquella telecomedia es maravilloso, incluido su actor protagonista. “Esto no tiene nada que ver con las mujeres, sino con eliminar el legado de Bill Cosby”, dijo en enero a ABC News, dando a entender que todo era un montaje. Al día siguiente aseguró que esas declaraciones se habían sacado de contexto y añadió: “Es un genio, un hombre generoso y amable. No tendríamos el presidente que tenemos si La hora de Bill Cosby no hubiera aportado una nueva visión de la población negra y su cultura”. Sin embargo, Barack Obama ha dado públicamente la espalda al polémico humorista. “Drogar a una mujer para tener sexo con ella es una violación”, ha sentenciado el presidente.
Sondra (Sabrina LeBeauf): la sensata hija mayor guarda silencio
Puede que Sabrina LeBeauf (Nueva Orleans, 1958) sea tan sensata e inteligente como Sondra, la filósofa hija mayor a la que encarnaba en la serie. Eso explicaría que haya declinado defender a su exjefe, optando en cambio por un revelador silencio. La leyenda dice que Sabrina llegó a la serie en el último momento, y le arrebató a Whitney Houston un papel que muchos pensaban creado para la cantante. Pero parece que su suerte se agotó en 1992, cuando dejó de emitirse La hora de Bill Cosby. En la actualidad, vive apartada de la vida pública y sus trabajos como actriz se reducen a esporádicas representaciones con la Shakespeare Theatre Company, de Washington.
Denise (Lisa Bonet): la “sex symbol” que vive en su galaxia
Si a mediados de los ochenta hubiera habido que apostar por el prometedor futuro de alguno de los actores de la serie, Lisa Bonet (San Francisco, 1967) habría acaparado muchos votos. La preciosa segunda hija de los Huxtable era el sex symbol de la serie. Cuando en 1987, con 20 años, protagonizó la tórrida película El corazón del ángel (ideada como ardiente secuela en el palmarés de Mickey Rourke tras Nueve semanas y media), muchos creímos que estábamos ante una actriz competentísima con una larga y brillante carrera por delante.
Se sabe que a Bill Cosby no le hizo ni pizca de gracia que Lisa saliera interpretando tórridas escenas en El corazón del ángel mientras se emitía su show, y de hecho terminó despidiéndola en 1991, antes del término de la serie. También en 1987 (año movidito para Lisa), la espléndida actriz inició una relación de seis años con el músico Lenny Kravitz, con quien tendría una hija, Zoë Isabella. El presente de Lisa es confuso: vinculada sentimentalmente a Jason Momoa, actor y modelo hawaiano, se refugia en el yoga y ha cambiado legalmente su nombre por el de Lilakoi Moon (¡con lo perfecto que era Lisa Bonet!). Cuando los paparazzi le han preguntado por la controversia de Bill Cosby, ella no ha respondido. Igual no sabe de qué le hablan. Vive en su mundo.
Theo (Malcolm Jamal Warner): más músico que actor, considera a Cosby un "amigo"
El único varón en la numerosa prole femenina de ese ginecólogo llamado Cliff Huxtable, Jamal Warner (Nueva Jersey, 1970), es un chico majo que fue pareja un tiempo con Michelle Thomas, la chica que hacía de su novia en la serie; estuvo a su lado cuando ella murió en 1998 (a pesar de que entonces ya estaban separados). No esconde que le gusta más la música que la interpretación; de hecho, en los últimos años ha volcado en los discos casi todos sus esfuerzos, protagonizando varias grabaciones en solitario y colaboraciones como la que realizó el año pasado con The Robert Glasper Experiment (Jesus Children), ganadora de un premio Grammy este 2015 a la Mejor Interpretación de R&B Tradicional.
Vale, y sobre Bill Cosby ¿qué? Sus declaraciones tienen esa cualidad de no decir nada propia de un político: “Sea cierto o no, escuchar a cualquier mujer que ha sido víctima de abusos sexuales es doloroso, lo mismo que ver a mi amigo pasar por esto”, ha afirmado. “Lo que él hizo por la comedia, la televisión y la comunidad negra es de un valor incalculable”, añadió.
Vanessa (Tempestt Bledsoe): presenta un 'reality' y no dice ni pío
A sus 42 años, no se puede decir que Tempestt (Chicago, 1973) tenga su futuro profesional decidido, ni para bien ni para mal. La penúltima de las hijas de Cosby en la serie sigue triunfando (más o menos) en la televisión: desde hace cinco años es la presentadora de un reality show llamado Clean house, del canal Style Network, que consiste en que un equipo de operarios, dirigido por ella, se encarga de convencer a los propietarios de una casa de que se deshagan de muebles viejos, enseres sobrantes y basura en general. Fascinante, ¿no? Antes de eso protagonizó la serie Guys with kids. Licenciada en Finanzas por la Universidad de Nueva York, lleva 22 años casada con Darryl M. Bell, actor que aparecía en A different world, un spin off de La hora de Bill Cosby. Sobre el escándalo de quien fuera su padre ficticio, no ha dicho ni pío.
Rudy (Keshia Knight Pulliam): carne de “reality”
Si pensamos que a los nueve meses ya salía en un anuncio de Johnson & Johnson y con seis años estuvo nominada a un Emmy por un papel secundario, podríamos concluir que su carrera está algo estancada. Lo último que sabemos de Keshia (Nueva Jersey, 1979) es que en 2013 participó en el Mira quién salta de la ABC estadounidense, y que este año se enroló como participante en el reality Celebrity apprentice, una variante de El aprendiz (que aquí emitió LaSexta), aquel en que varios candidatos pugnaban por un puesto de trabajo en una empresa, solo que con famosos (sin trabajo, por lo que se ve).
En este caso, ella y otros, como Lorenzo Lamas, debían dar lo mejor de sí para ser contratados por Donald Trump. Por desgracia, Keshia ha sido la primera expulsada, precisamente por negarse a realizar una prueba: llamar a Bill Cosby y pedirle dinero (¡bravo, guionistas!). Sobre este, ha declarado a USA Today: “Honestamente, no es el hombre que conozco, que ha sido todo un ejemplo, tanto por los millones que ha donado a buenas causas como por todo lo que logró por La hora de Bill Cosby”. Sí, una joya, vaya.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.