_
_
_
_

El arquitecto Jacques Herzog elige la Mezquita de Córdoba

El creador de la Tate Modern es un apasionado del estilo islámico. Dice del templo cordobés: "Es el más interesante de Europa"

Anatxu Zabalbeascoa
La Mezquita de Córdoba.
La Mezquita de Córdoba. Richard Semík (Age)

Al suizo Jacques Herzog y a su socio, Pierre de Meuron, les cambió la vida cuando, el año 2000, culminaron la transformación de una antigua central hidroeléctrica en la Tate Modern de Londres. Lo que hicieron fue convertir la enorme sala de turbinas del museo en un lugar para que la gente pasease y se sentase a charlar. De los suyos, ese es su edificio favorito, aunque en España hayan levantado otros como el TEA de Tenerife, el Forum de Barcelona, el Caixa Forum de Madrid o la ciudad financiera del BBVA a las afueras de la capital. Herzog construyó además en Tenerife la casa en la que suele descansar. Viviendo en la isla ha aprendido español. Y viajando por España ha indagado en la cultura y la arquitectura islámica tan alejada de la de su país. Por eso tiene claro cuál es su edificio favorito a pesar de advertir que no es “muy mitómano ni coleccionista”. “Soy más un cazador”.

La Mezquita de Córdoba es el edificio que Herzog no se aburre de mirar. “No me canso de visitarlo. Es el más interesante de Europa. Admiro lo que llegaron a inventar los musulmanes. Ellos recibieron la influencia persa, pero aquí innovaron haciendo un espacio sin jerarquías. En realidad inventaron el espacio abierto del supermercado, con multitud de pilares, pero sin el orden jerárquico de un pasillo central”. Jacques Herzog –que ganó con su estudio el Pritzker del año 2001– explica que el hecho de no tener una nave central ni espacios principales y subsidiarios como la arquitectura romana la convierte en un lugar muy contemporáneo. “¿Cómo inventaron un espacio tan alucinante?”, se pregunta. Y enfatiza que la de Córdoba tiene ese valor democrático que la sitúa por encima de la Gran Mezquita de Estambul, que, siendo maravillosa, deriva de una arquitectura clásica, algo que no le permite ser un espacio inesperado.

Jacques Herzog

(Basilea, 1950) forma con Pierre de Meuron el tándem más reconocido de la arquitectura actual. La Tate Modern de Londres marcó un antes y un después en su carrera. Autores del Tea de Tenerife o el CaixaForum en Madrid, su baza es la reinvención plástica.

La Mezquita de Córdoba le hace pensar. Y le sorprende por la manera en que están reutilizadas las columnas antiguas, “cómo se ponen una sobre otra sin perfección, con ingenio”. Partir de lo existente humaniza la arquitectura, dice. “Trabajar con lo que encuentras es más interesante que hacer tabula rasa”.

Son muchas las veces que ha visitado su edificio favorito. La primera, cuando tenía 40 años. La última, hace dos meses. “Vuelvo porque siempre aprendo algo nuevo”. Hace poco se fijó en las fuentes. “El mosaico juega con la percepción. En la antigüedad romana y griega, la perspectiva es muy matemática, mientras que los árabes –también con criterios matemáticos– la difuminan, la borran con la fragmentación del mosaico, dándole un aspecto alucinatorio que invita a soñar”.

Apunta el arquitecto que la Alhambra (él solo dice Granada) “es tan bonito que es demasiado bonito”. Pero insiste en que la arquitectura islámica es una gran fuente de conocimiento útil para hoy. “Más que la rigidez clásica”. Herzog no ha construido nunca en un país musulmán. Pero confía en que el proyecto para el Museo Orientalista que idearon para Qatar se empiece a levantar un día no muy lejano.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_