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14 comedias románticas que todavía no sabes que te encantan

Chico conoce a chica. Público predice final. Película salva San Valentín. Porque no solo 'Pretty woman' puede lograrlo

Daniel Radcliffe y Zoe Kazan en 'Más que amigos'
Daniel Radcliffe y Zoe Kazan en 'Más que amigos'

Mucho antes de que Hollywood se convirtiese en la meca de los sueños, Shakespeare cimentaba las bases del subgénero de cine romántico mostrando, en obras como Sueño de una noche de veranoMucho ruido y pocas nueces, que el amor no tenía por qué terminar en tragedia precisamente. Ya en la edad dorada del séptimo arte, desde La fiera de mi niña (la base de las comedias románticas de todos tiempos) y Tú y yo, pasando por la encantadora decadencia de texto de los vodeviles de ático de Doris Day y Rock Hudson en Confesiones a medianoche o No me regales flores. Y entroncando con una de las resurrecciones del género, la de los novena con Julia Roberts y Pretty woman (a la que seguiría la era de los reinados de Meg Ryan y Sandra Bullock como grandes musas del género), hasta llegar a la comedia romántica indie de nuestros días (500 días juntos como claro exponente), la capacidad de soñar con el happy ending sigue haciendo que nos sintamos menos solos, que podamos permanecer aferrados con fuerza a ese enorme salvavidas de la ficción que ilumina el mundo.

1. Adventureland (2009)

2. Harold y Maude (1971)

Las comedia romántica también puede ser negra como bien demostró el gran Hal Hashby (el director que realmente querría ser Wes Anderson, autor de las soberbias Bienvenido Mr. Chance y Shampoo) en esta peculiar historia de amor entre una anciana superviviente del holocausto y un niño pijo obsesionado con el suicidio. Rara avis contestataria y cuasi-punk con una Ruth Gordon que pasó de darnos miedo como vecina satánica en La semilla del diablo a robarnos el corazón en esta sentida oda al carpe diem. “¡Vive! O no tendrás nada de qué hablar con tus amigos!”

3. Olvídate de mí (2004)

La gran obra maestra del extravagante guionista Charlie Kaufman (Cómo ser John Malcovich, Adaptation), dirigida con enorme empatía por el célebre director de videoclips y posterior cineasta Michel Gondry. Comedia romántica y ciencia-ficción emocional para una disparatada historia de poso melancólico que reivindica el amar también los malos momentos que vivimos a lo largo de una relación. Una película que es como un sueño, pero  de los que recuerdas al despertar.

4. Hechizo de luna (1987)

Hubo una época en la que Cher, además de ser una gran estrella de la música, era una de las mejores actrices del panorama cinematográfico. Su modo de interpretar, aparentemente desganada pero cargada de veracidad y sutil agudeza expresiva, le valió un Oscar por Hechizo de luna (premio que recogió medio desnuda; la película ganó otro por su fantástico guion). Norman Jewinson (El violinista en el tejado) volcó todo su oficio en esta comedia romántica italoamericana, con el neoyorquino Little Italy como fondo, acerca del azar, el influjo de la luna llena en la gran ciudad y que el amor puede estar a la vuelta de la esquina. Magia.

5. Solo tú (1994)

A una romántica niña, durante una sesión de ouija, le dicen el nombre del que será el hombre de su vida: Damon Bradley. La niña se hace adulta, se convierte en Marisa Tomei y, un buen día, a punto de casarse con su novio, recibe la llamada de un amigo de este que no podrá acudir a la boda… un tal Damon Bradley. ¿Vais a ser capaces de no ver esta película después de conocer semejante premisa? Otra comedia romántica de Norman Jewinson (Hechizo de luna) que logró colocarse entre las más icónicas de los 90 gracias a su autoconsciencia que evitaba menospreciar la inteligencia del espectador.

6. Obvious child (2014)

Una mologuista de stand-up comedy, brillantemente interpretada por Jenny Slate (la Mona-Lisa de Parks and Recreations), descubre que está embarazada justo cuando su novio la deja, antes de San Valentín. La ópera prima de Gillian Robespierre y que subvierte el género de la comedia romántica al estilo Lena Dunham, atreviéndose a plantear con naturalidad temas como el aborto en torno a un tono amable rebosante de veracidad y cercanía. El personaje de Donna perfectamente podría haber sido una heroína del Woody Allen de los 70.

7. Ruby Sparks (2012)

Habíamos visto incluso a maniquíes cobrar vida, pero no a personajes literarios imaginarios… En la última película de los directores de Pequeña Miss Sunshine, un joven escritor interpretado por Paul Dano se enamora de su musa, el estereotipo femenino conocido como manic pixie dream girl, o esa clase de chica alocada y pizpireta que pone tu vida patas arriba, encarnada en una cautivadora Zoe Kazan (que además firma el guión). Acida, irónica y a la vez sentida disección del romanticismo contemporáneo, de cómo tratamos de controlar nuestras relaciones y de hasta qué punto debemos tener cuidado con lo que deseamos.

8. Life after Beth (2014)

Comedia romántica de terror, en la línea de la historia de amor zombie de Memorias de un zombie adolescente está vez para la historia de un chico (Dane De Haan) devastado por la muerte de su novia que, no obstante, podrá vivir una segunda oportunidad en el amor cuando está vuelva de la tumba… El debutante director Jeff Baena consigue poner sobre el tapete la mejor comedia zombie en años a la vez que se las apaña para sorprender por el particular encanto que logra imprimir a sus personajes. Chico pierde chica, chico recupera chica… de entre los muertos.

9. Amigos de más (2013)

¿Será tal vez Zoe Kazan (nieta, por cierto, de Elia Kazan) la nueva diva de las comedias románticas del off Hollywood? Tras la estupenda Ruby Sparks volvemos a disfrutarla esta vez al lado del impecable Daniel Radcliffe (Harry Potter, para las masas) en esta dulce y aguda comedia que trata de dinamitar los clichés de su género, por supuesto, tropezando felizmente en todos ellos. Dos pseudo-intelectuales se conocen en una fiesta leyendo poesía en imanes de nevera y descubrirán un mundo común de referencias pero… ella tiene novio. Una especie de hermana pequeña de 500 días juntos, pero mucho más divertida.

10. Greenberg (2010)

Noah Baumbach, el director encargado de devolverle al cine americano los melodramas otoñales que perdió tras Gente corriente o Kramer contra Kramer, gracias a nuevos títulos como Una historia de Brooklyn o Margot y la boda, se pasó a la comedia romántica, apoyado en el icónico rostro de Ben Stiller, que si en su día representó el éxito de la generación X en su Reality Bites, aquí muestra la desazón existencialista de la crisis de los 40, compartiendo plano con la magnética Greta Gerwig, que más tarde brillaría con luz en Frances Ha, también de Baumbach (su pareja en la vida real). Bien afilada.

11. Don Jon (2013)

Muy pocos esperaban que la primera película como director de Jospeh Gordon Lewitt iba a ser esta especie de Woody Allen macarra, con una Scarlett Johansson en plan tronista de Mujeres, hombres y viceversa y menos aún que todo esto a su vez resultase tan sumamente entrañable y refrescante. ¿Qué busca un adicto al porno en una mujer? ¿y qué encuentra finalmente? El corazón detrás de los chulitos de gimnasio. Julianne Moore será la segunda en discordia en un triángulo del que el protagonista tendrá mucho que aprender acerca de volver a humanizar lo deshumanizado.

12. Una cuestión de tiempo (2013)

Richard Curtis, mago de las comedias románticas desde Love actually (otra ópera magna de las comedias románticas), se atreve esta vez con viajes en el tiempo, en la más pura tradición del Dr. Who. Y claro, ¿qué hace un romántico si se le ofrece la posibilidad de dar marcha atrás en el tiempo? Sin lugar a dudas: tratar de conquistar de nuevo un desamor. La sensiblería está garantizada, pero también las carcajadas, lo que convierte esta comedia británica en una pieza particularmente extrema y equilibrada a la vez.

13. Devuélveme mi suerte (2006)

De lejos puede parece una comedieta más de Lindsay Lohan en su etapa prelitigios, y no es que sea algo radicalmente opuesto, ni muchísimo menos, pero el desparpajo y la noble gracia de esta rítmica historia de amor sobrenatural neoyorquina de Donald Petrie (el director que descubrió a Julia Roberts en Mystic pizza), la coloca del lado de las grandes comedias comerciales de los últimos años. Una pequeña joya de culto, con un jovencísimo Chris Pine (Star Trek), con la que volver a sentirse adolescente.

14. Damiselas en apuros (2011)

Un grupo de amigas universitarias adictas a la moda y a ayudar a aquellos que planea suicidarse debido a la exigencia de la enseñanza católica. Todo bien hasta que una se echa novio… Sofisticada, atemporal y sui-géneris comedia universitaria dirigida por el deleitoso Whit Stillman, autor de Barcelona y The last days of Disco, de nuevo con una Greta Grewig desplegando todas las armas de su carisma en una versión rosa (pero nada noña) de Desmadre a la americana en clave preppy. Si Lubitsch levantase la cabeza, no diría que no.

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