Aguirre paraliza la reforma del eje Prado-Recoletos mediante el silencio administrativo
El Gobierno regional, que defiende otra solución, tenía que haberse pronunciado en abril, en plena precampaña, por lo que el proyecto vuelve al Ayuntamiento, que deberá reformularlo.- El Consistorio asegura que sigue a la espera mientas la oposición municipal critica al Ejecutivo y considera reabierta la guerra Aguirre-Gallardón
El Gobierno de Madrid ha tumbado el plan especial del eje Recoletos-Prado, el viejo proyecto municipal para reformar una de las principales arterias de la capital, por la vía de la callada por respuesta mientras que el Ayuntamiento sigue a la espera de una respuesta oficial que se tenía que haber producido en abril. Fuentes regionales confirman que está empleando el silencio administrativo para exponer su negativa al plan, que fue consensuado por los tres grupos presentes en la Corporación en la pasada legislatura, PP, PSOE e IU. Las mismas fuentes no precisan las razones por las que se rechaza ni si se ha informado al equipo de Alberto Ruiz-Gallardón. En todo caso, los motivos son del todo públicos, ya que el Ejecutivo de Esperanza Aguirre lo ha criticado duramente desde el principio.
Redibujar esa importante zona del centro de la capital es un sueño que acaricia Gallardón desde hace dos legislaturas y ha pasado por numerosas vicisitudes, incluida la amenaza de la baronesa Thyssen de encadenarse a los plataneros del paseo para evitar su tala. El plazo para responder al último plan cumplió en abril, en plena precampaña electoral y momento en el que las relaciones Gallardón-Aguirre se tornaron cordiales. El silencio implica que el Ayuntamiento deberá reformular la propuesta, cuestión complicada sin los motivos del rechazo. Sin embargo, fuentes municipales aseguran que siguen a la "espera de contestación de la autoridad ambiental competente" para conocer "los requisitos que considere para la ejecución del proyecto". "Nos queda esperar. La Administración tiene que responder y establecer los requisitos que se consideran procedentes", destacan las mismas fuentes. Preguntado al respecto durante un acto esta mañana en el Abroñigal, el alcalde ha zanjado el asunto con un "no hay nada que comentar".
Un 91,36% más de superficie peatonal
El Ayuntamiento pretende con este plan, según datos del documento ejecutivo elaborado por el Consistorio, "recuperar espacio para los ciudadanos", en concreto, que la superficie peatonal se incremente un 91,36%. Y todo ello sin tocar los 1.342 árboles existentes en el entorno del paseo ya que, como reza el texto, "ninguno será eliminado". De hecho, el plan contemplar plantar 1.064 nuevos árboles. El nuevo trazado implica también reducir el número de carriles, lo que conlleva una disminución en el tráfico que circula por el eje y también de las consecuencias ambientales.
La propuesta del Ayuntamiento rechaza de plano la idea que defendía la Comunidad: la construcción de un túnel. En un principio, la idea era construir uno desde el paseo de las Delicias con sentido sur-norte y otro del paseo de Santa María de la Cabeza en sentido norte-sur. Gallardón dijo no porque el espacio que se comerían las rampas de entrada y salida y la máxima cota eran incompatibles con el túnel ferroviario actual de Atocha-Chamartín. También alegó que este túnel chocaría con infraestructuras existentes, como colectores y Metro.
La otra alternativa de túnel, también rechazada por el Ayuntamiento, modificaba su trazado. Partiendo de las proximidades del Monumento a las Víctimas del 11-M, recorrería la calle Alfonso XII para, una vez alcanzada la plaza de la Independencia o Puerta de Alcalá, desembocar en el paseo de Recoletos. El plan, que a lo largo de los años se ha modificado hasta ocho veces, vino precedido por un concurso internacional de ideas, aprobado en 1997 y cuyo ganador fue el equipo del portugués Álvaro Siza, quien firmó el contrato para elaborar el proyecto en septiembre de 2002. El Ayuntamiento publicó el estudio de impacto ambiental y el plan especial, según un acuerdo de la Junta de Gobierno de 17 de noviembre de 2010.
Reacciones de la oposición
Frente a la cautela del Consistorio, que niega que haya razones políticas o riñas internas detrás de la paralización del proyecto, los demás grupos municipales han sacado las uñas al Gobierno regional. El portavoz de IU, Ángel Pérez, critica al Gobierno regional por "poner una zancadilla política" al proyecto y por intentar "imponer un modelo alternativo" al consensuado entre los grupos municipales. En una nota, el edil de IU asegura que, acabada la campaña electoral, "las cosas vuelven a su ser entre la presidenta y el alcalde y que, como siempre, las consecuencias de estas tensiones las pagan los madrileños". Pérez añade que el proyecto de los grupos municipales es una apuesta por el transporte público que descongestiona el centro histórico y recupera espacios para el ciudadano". "Es un proyecto de ciudad que debe estar por encima de enfrentamientos políticos a los que somos ajenos pero hay enfrentamientos institucionales que sí nos afectan, sobre todo a los ciudadanos", subraya Pérez.
Aunque UPyD no estaba en el Ayuntamiento cuando los tres grupos respaldaron el proyecto, su portavoz adjunto, Jaime Berenguer, opina que es una muestra más de la "guerra particular" entre presidenta y alcalde cuya consecuencia es, de nuevo, que "se abofetea en la cara a los madrileños". Berenguer ve "intolerable" lo que está ocurriendo. "Si falta una modificación de una zona determinada lo que hay que hacer es sentarse y buscar la mejor solución pero no esa paralización constante", defiende el edil. UPyD aboga por una remodelación del eje por su posición estratégica en la ciudad, al ser un enclave esencial para la cultura de la ciudad -aloja los tótems del Thyssen y el Prado, entre otros centros culturales- y una vía fundamental en lo que a movilidad se refiere. El problema, en opinión de Berenguer, es que "los del mismo partido no se sientan". Por eso exige que Aguirre y Gallardón "acaben con su constante guerra".
El portavoz socialista de Urbanismo, Marcos Sanz, reclama por su parte una explicación de las razones por las que el Gobierno regional no ha aceptado la reforma. A Sanz le "extraña" que no se conozcan las razones de una remodelación cuyas las primeras conversaciones comenzaron hace 17 años, siendo alcalde José María Álvarez del Manzano. "El alcalde y la Junta de Gobierno saben que cuentan con nuestro apoyo para, desde esa fortaleza, reclamar seriedad a la Comunidad", añade.
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