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El Defensor andaluz destapa trato de favor con un antitumoral

Tres hospitales públicos trataron a familiares de médicos con un costoso fármaco que se negó a otros pacientes - Salud alega falta de evidencia científica

Reyes Rincón

La petición de ayuda formulada por la madre de un enfermo de cáncer ante el Defensor del Pueblo andaluz ha destapado varios casos de trato de favor en hospitales públicos de esa comunidad para acceder a un medicamento al que se le han atribuido propiedades antitumorales. El fármaco se llama Emend, lo comercializa la empresa Merck y su principio activo es el aprepitant, cuya indicación autorizada es la prevención de náuseas y vómitos derivados de la quimioterapia.

Pero un grupo de investigadores sevillanos ha comprobado que, en grandes dosis, este medicamento puede ejercer actividad anticancerosa, aunque no se ha desarrollado aún un ensayo clínico que desmienta o confirme estas expectativas. Pero, según una resolución dictada la semana pasada por el defensor del pueblo, José Chamizo, su oficina ha constatado que mientras a algunos pacientes se les niega el uso del medicamento por falta de evidencia científica, a otros se les está dando. Varios de los beneficiarios han sido familiares directos de médicos del Hospital Virgen del Rocío, en el que trabaja el equipo que investiga las propiedades antitumorales del aprepitant, según han asegurado a este periódico fuentes del Defensor del Pueblo Andaluz y ha admitido la Consejería de Salud.

El aprepitant está autorizado contra las náuseas y se estudia si es anticancerígeno
El tratamiento completo cuesta unos 600 euros diarios
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La investigación del defensor nació de la queja presentada por la madre de un joven sevillano que padece un melanoma con metástasis. Su familia supo de las supuestas cualidades anticancerosas del aprepitant y empezó a dárselo. Pero el tratamiento, a las dosis necesarias para el supuesto efecto antineoplásico (contra las células tumorales) cuesta 600 euros diarios, para lo que el joven contó al principio con ayuda de sus vecinos. La familia sabía que la enfermedad era imparable y que el medicamento no tenía efectos curativos, pero asegura que desde que empezó a tomarlo sus condiciones de vida mejoraron y las pruebas demostraron que, aunque la enfermedad seguía su curso, habían desaparecido focos de metástasis en los pulmones, la ingle y la vesícula.

La familia acudió al servicio de oncología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla para pedir que le prescribieran el fármaco para este uso, pero el centro desestimó la solicitud bajo la premisa de que no existen "evidencias científicas" que avalen las propiedades anticancerosas del aprepitant. El problema, según la resolución dictada la semana pasada por el defensor, es que, a la vez que se le negaba a este paciente, otros lo estaban tomando. "Este posicionamiento, que pudiera entenderse razonable", escribe el defensor sobre el rechazo a la administración del fármaco, "no resulta sin embargo sostenible cuando la negativa facultativa para la solicitud del uso compasivo ha coincidido en el tiempo con el suministro del medicamento a otros pacientes".

Fuentes de la Consejería de Salud explicaron ayer que el oncólogo que examinó al enfermo consideró que el aprepitant, administrado con esta finalidad, no estaba indicado para su caso. Sin embargo, nadie supo explicarle ni a la familia ni al defensor para qué casos estaba indicado y para cuáles no. "Los argumentos esgrimidos para la dispensación en unos casos y la denegación en éste, lejos de fundamentarse en circunstancias particulares de los pacientes, las características concretas de sus patologías, los estados evolutivos de las mismas o cualquier otro aspecto que pudiera legitimar la diferenciación, se asientan en una única razón genérica, y por lo tanto predicable respecto de todos los casos, que no es otra sino la falta de evidencia científica por inexistencia de ensayos clínicos", recoge el dictamen de Chamizo.

El defensor no cuestiona la decisión del hospital de no facilitar el medicamento a este enfermo, sino el trato desigual entre unos pacientes y otros. "La negativa a la autorización del uso compasivo del medicamento solicitado por la interesada no puede reputarse ilegal", afirma el escrito de Chamizo. "Ahora bien, el suministro del medicamento a otros pacientes sin acreditación de circunstancias particulares que lo justifiquen evidencia un comportamiento administrativo contrario al principio de equidad e infractor del derecho de acceso de los usuarios al Sistema Nacional de Salud a la prestación farmacéutica del mismo en condiciones de igualdad".

Según ha comprobado su oficina, el aprepitant se ha administrado como último intento de frenar el cáncer a varios pacientes en los hospitales sevillanos del Virgen del Rocío y Macarena y en el Virgen de las Nieves, de Granada. En la mayoría de los casos, los pacientes que lo recibieron eran familiares o conocidos de trabajadores de estos centros, según ha constatado la oficina de Chamizo.

El último informe enviado por la dirección del Virgen del Rocío al defensor asegura que actualmente no se está proporcionando a ningún paciente. Fuentes de Salud reconocieron que se estuvo administrando hasta el año pasado, pero que se detuvo por la falta de evidencias científicas y ante los indicios de que sus propiedades antitumorales eran muy discutibles. Andalucía aprobó en 2005 un ensayo clínico para comprobar estos efectos del aprepitant, pero el estudio está parado por problemas de financiación.

Hospital Virgen del Rocío (Sevilla).
Hospital Virgen del Rocío (Sevilla).PÉREZ CABO

Grandes expectativas y un ensayo clínico pendiente

Emend es el nombre con el que la empresa Merck comercializa un fármaco cuyo principio activo es el aprepitant, un agente que se usa para prevenir las náuseas y los vómitos que a menudo ocasiona la quimioterapia. Un grupo de investigadores de la Universidad de Sevilla lleva años estudiando otros usos para este medicamento, entre ellos sus efectos beneficiosos para prevenir la migraña, la artritis reumatoide o el asma.

Pero los estudios que más expectativas han generado son los que revelan indicios de que el aprepitant ejerce una actividad anticancerosa importante que permite el tratamiento, entre otros tumores, de gangliomas malignos, melanomas malignos invasivos y el cáncer de mama, según los avances publicados por el grupo de investigación en neuropéptidos, que trabaja en el Hospital Virgen del Rocío. Un escrito publicado en mayo del año pasado por el director de la investigación detallaba que los estudios in vitro habían demostrado sus efectos positivos en todas las líneas celulares tumorales humanas estudiadas.

La Junta de Andalucía aprobó en julio de 2005 el ensayo clínico en fase II para evaluar el uso del aprepitant en el tratamiento de pacientes con cáncer, pero todavía no ha empezado. Según fuentes de la Consejería de Salud, el estudio se ha demorado por problemas de financiación y, según estas mismas fuentes, los últimos indicios demuestran que el éxito antitumoral del fármaco es muy discutible. "Hay más indicios de que se trata de una superstición generalizada que de certezas reales", explica un portavoz de este departamento. Para corroborar esta falta de evidencia científica, las fuentes de Salud advierten de que "muchos" de los enfermos de cáncer a los que se les ha suministrado el aprepitant han terminado falleciendo, un hecho que también ha constatado el defensor en sus indagaciones. En todos los casos, el aprepitant se ha administrado para este uso a pacientes con tumores muy avanzados y para los que se considera que no existe otra terapia alternativa.

Según Salud, en la mayoría de los casos se ha administrado como medicamento compasivo, una figura que exige autorización de la Agencia Española del Medicamento. La resolución del defensor recoge también que en varios casos se ha facilitado el aprepitant directamente desde la farmacia del hospital, una fórmula permitida para medicamentos autorizados que, de forma excepcional, se usen en condiciones distintas de las autorizadas.

Acceso igualitario

La resolución dictada por el Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo, termina con una exigencia a la Consejería de Salud para que cumpla la ley 29/2006 de Garantías y Uso Racional

del Medicamento. Su dictamen incluye también varias "recomendaciones" a la Administración:

- Que se adopten las medidas necesarias tendentes a garantizar el acceso de todos los usuarios del sistema público a la prestación farmacéutica del mismo en condiciones de igualdad.

- Que se establezcan criterios generales para la solicitud de uso compasivo de los medicamentos.

- Que se regulen las condiciones para el uso de medicamentos en condiciones distintas de las autorizadas.

- Que, "a la mayor brevedad", se remuevan

los obstáculos existentes para la realización del

ensayo clínico.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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