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Putin visita París con una agenda de presidente

El primer ministro ruso 'invade' competencias de Medvédev

Pilar Bonet

Vladímir Putin no se resigna a ser un simple primer ministro de Rusia y a juzgar por la visita que emprendió ayer a Francia piensa seguir actuando como un presidente que hace frente a asuntos internacionales. París es el destino del viaje más importante realizado por Putin en calidad de primer ministro y el segundo tras un breve desplazamiento a Bielorrusia.

Uno de cada diez ciudadanos rusos cree que sigue siendo el jefe del Estado

Kazajstán y China han sido los primeros destinos oficiales de Dmitri Medvédev como presidente. Sería previsible que el jefe del Estado fuera también el primero en viajar a la UE, que esta semana ha aprobado el mandato para negociar un nuevo acuerdo de cooperación con Rusia. Francia será el próximo presidente de turno de la Unión.

Medvédev no ha perfilado la política europea de Rusia, que Putin consideró como una prioridad. Según la constitución, el presidente es responsable de fijar "las directrices básicas de la política exterior" y de dirigirla, así como firmar acuerdos estatales. Al jefe de Gobierno le corresponde "la puesta en práctica de la política exterior".

En París, Putin se entrevistó con el primer ministro, François Fillon, y después acudió al Elíseo para cenar con el presidente, Nicolás Sarkozy. Como temas de debate, fuentes gubernamentales, citadas por la agencia oficial Itar-Tass, citaban las relaciones de Rusia con la OTAN "en el contexto del posible ingreso de Georgia y Ucrania en la Alianza", las armas convencionales en Europa y la instalación de elementos del escudo antimisiles norteamericano. La agencia puntualizó que el viaje responde a una invitación formulada por Sarkozy el pasado octubre.

La visita de Putin a Francia "se sale del marco del primer ministro" y ha causado "alarma" en el Ministerio de Exteriores francés, según el diario ruso Kommersant. "Todos comprenden que no es sólo un primer ministro", señala el periódico.

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Según el analista Andréi Fiódorov, el viaje da motivo para reflexionar sobre el nuevo modelo de poder que se ha formado en Rusia. El problema, señala, es la "eficacia del tándem Medvédev-Putin". Si resulta que la política exterior rusa tiene "dos cabezas", esto va a "confundir definitivamente a Occidente y no le permitirá realizar una política normal y previsible con relación a Rusia", opina Fiódorov.

No sólo los extranjeros están confundidos. El 10% de rusos cree que Putin sigue siendo presidente y el 4% no sabe quién es el jefe del Estado, según una encuesta del centro VTSIOM. La televisión ayuda a confundir, ya que Putin ha sido mostrado sentado en el sillón de Medvédev en el Kremlin y citando a altos ejecutivos del sector energético en la localidad de veraneo de Sochi.

Nicolas Sarkozy saluda a Vladímir Putin a su llegada al Elíseo.
Nicolas Sarkozy saluda a Vladímir Putin a su llegada al Elíseo.AFP

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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