53 días de infierno en las islas Malvinas
Los recuerdos del periodista Edgardo Esteban en la guerra argentina sirven de base para la película 'Iluminados por el fuego', dirigida por Tristán Bauer y protagonizada por Gaston Pauls
"Con 18 años lo único que buscas es estudiar o trabajar, estar con los amigos, formar una familia pero nunca enfrentarte con la muerte, en eso nunca piensas", reflexiona ahora Edgardo Esteban, periodista argentino, soldado en la guerra de las Malvinas, cuyos recuerdos de aquellos 53 días de infierno, frío y hambre, han servido de base a la película Iluminados por el fuego. Esteban (Buenos Aires, 1962) ha comprobado con satisfacción como el filme, dirigido por Tristán Bauer y protagonizado por Gaston Pauls, ha volcado su mirada y sus heridas ya cicatrizadas en aquel inhóspito lugar, como ya hiciera en su libro que, con el título Iluminados por el fuego se publicó en Argentina en 1993 junto a Gustavo Romero Borri, y con la nueva edición, enriquecida con el testimonio de su regreso a Las Malvinas en agosto de 1999, y que ha sido recientemente publicada en España por Editorial Sudamericana, Malvinas, diario del regreso (Iluminados por el fuego). El guión de la película, cuyo estreno está previsto en España para el próximo 27 de enero, está firmado por el propio Esteban junto con Bauer, Romero Borri y Miguel Bonasso. El filme, que ya ha cosechado importantes galardones, -Gran Premio del Jurado del Festival de San Sebastián o el premio Coral al mejor largometraje de ficción, entre otros-, es candidato al Goya al mejor filme extranjero de habla hispana, además de encabezar con 11 candidaturas los premios al Condor de Plata en Argentina.
"Perdíamos, día a día, nuestra dignidad y nos convertíamos en harapos"
"A pesar del dolor, me puedo dar una segunda oportunidad, y creo que lo he logrado"
En 1982, mientras cumplía con el servicio militar obligatorio en el Grupo de Artillería Aerotransportada 4 en la ciudad de Córdoba, Edgardo Esteban fue enviado sin previo aviso y en apenas 24 horas al conflicto que se inició el 2 de abril con el desembarco argentino en las islas Malvinas, de soberanía británica. No pudo ni avisar a su madre, viuda, de su partida. Le escribió una carta que todavía conserva: "Querida mamá: sé que no es fácil todo lo que está ocurriendo, pero si Dios quiere pronto será un recuerdo. Salimos mañana por la mañana para las islas Malvinas. En estos momentos te recuerdo todo el tiempo, pero te extraño mucho más. Lo único que te pido es que no te preocupes y te quedes tranquila, creo que nunca va a pasar nada y que pronto volveremos a estar juntos y tomar esos largos mates. Mamá te quiero mucho. Tu soldado paracaidista".
Edgardo Esteban acertó en una cosa: volvió con vida, pero se equivocó en que no le iba a pasar nada. Al contrario. "Llegamos el día 25 de abril por la noche, llovía mucho y dormimos a la intemperie", afirma Esteban en conversación telefónica desde Buenos Aires. Ese fue sólo el comienzo. Edgardo Esteban y el resto de soldados, jóvenes de entre 18 y 20 años, vivieron 53 días en las islas Malvinas a temperaturas bajo cero, en pozos con barro hasta las rodillas y la ropa ajada por falta de recambios. "Perdíamos, día tras día, nuestra dignidad de personas para convertirnos en harapos castigados psicológicamente por la espera y materialmente por el hambre y el frío", cuenta Esteban en su libro. A los soldados que robaban para paliar el hambre -al final de la guerra se descubrieron hangares con toneladas de alimentos- se les dejaba a la intemperie, a muchos grados bajo cero, atados de pies y manos. Toda esa crueldad y también la soledad y angustia de esos jóvenes inexpertos se ve reflejada en la película. Pero no sólo eso. Además, el olvido con el que los supervivientes fueron recibidos en el continente, después de la rendición del Ejército argentino el 14 de junio de 1982. "Me subestimaron, me trataron de loco". El libro fue su revancha a todos ellos, a las mentiras y las hipocresías de los militares y le sirvió de desahogo emocional y de terapia.
Fue durante una entrevista que le realizó hace años a Tristán Bauer por un documental que el director había hecho sobre Eva Perón, cuando Esteban le ofreció su libro y le dijo: "Ésta será tu próxima película". Y así fue. El filme no obvia todas las consecuencias posteriores que sufrieron esos jóvenes ex combatientes y entra de lleno en el drama de los suicidios de muchos de los que sufrieron tantas calamidades en Las Malvinas y el olvido que se encontraron a su vuelta. "Los casos de suicidios se elevan ya a 260, dos de ellos la semana pasada", asegura Esteban.
El filme en Argentina ha creado polémica y abierto algunas heridas. Algunos militares han calificado a Iluminados por el fuego de mentirosa, pero, asegura el periodista, sin explicar los motivos. "Tristán y yo les emplazamos a debatir en público sobre el tema y no lo han aceptado nunca", asegura Esteban. "Soy un hombre libre y puedo contar lo que viví. Eso lo viví yo. Eso fue lo que ocurrió en Las Malvinas", añade este periodista, que en su juventud quiso ser paracaidista -"fue una fantasía y una estupidez"-.
La guerra de Las Malvinas, una historia "pasada y pisada" cerró el círculo de las dictaduras en Argentina. "Nadie ignora", reflexiona el autor, "que esta guerra fue un factor decisivo para la instauración de la democracia que hoy disfrutamos". La cuestión política general se cerró así. La personal tiene el nombre de Iluminados por el fuego. Con el libro y la película, Esteban, casado y padre de dos hijas, Camila y Malena, ha cerrado su propia historia. "Es el final de una parte de mi vida. No voy a olvidarla jamás, pero yo apuesto por la vida y miro hacia el futuro. Mi mensaje es que, a pesar del dolor, me puedo dar una segunda oportunidad y creo que lo he logrado".
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