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DECORACIÓN

Sesenta años vistiendo el hogar

Gancedo, un clásico de la tapicería en España, está de aniversario. Desde mediados del siglo pasado, primero en Barcelona y luego en Madrid y otras ciudades, la casa se ha caracterizado por sus sorprendentes colecciones. Hoy renueva sus tiendas y se centra en la exportación.

Anatxu Zabalbeascoa

Corría 1944 cuando José Gancedo Otero inauguró un negocio de tapicería en la Rambla de Cataluña de Barcelona. Veinte años después, con una segunda generación incorporada a la empresa, la casa abriría sucursales madrileñas, en las calles de Recoletos y de Velázquez. Ésta supuso un hito en los sesenta: "Exponíamos el producto como nunca antes se había hecho en España. Se ofrecían las telas para que los clientes las tocaran. Y el tacto de las telas es fundamental para querer convivir con ellas", subraya Beatriz Gancedo, tercera generación de esta familia de apasionados por el sector textil y hoy directora comercial del grupo.

Si al abuelo de Beatriz le corresponde el mérito de fundarlo y al padre, José Gancedo Bagá, el de su expansión nacional, con más de seis sucursales por toda España, a ella y a varios de sus hermanos se debe su renovación. "Ya se sabe", ironiza Beatriz, "en los negocios familiares, la primera generación es la fundadora; la segunda, la del crecimiento, y la tercera, la del hundimiento...". Lo cierto es que Gancedo se ha renovado de arriba abajo. "Hace unos años, el mundo de la decoración atravesó una época sobria y minimalista. Sólo se tapizaba en crudos y blancos, y eso nos limitaba. Entonces decidimos apostar por tejidos de vanguardia: rafias, metálicos, linos; por trabajar las texturas, los grosores y los tactos", apunta. A partir de ahí, la tercera generación (José, director general; Emmeline, directora empresarial; Manuel, en Exportación, y Nati, en la sección de instalaciones para el área de Barcelona) ha iniciado hace poco la exportación. "Nos hemos pasado la vida viajando, observando e importando telas. Hoy lo seguimos haciendo. Pero ahora también viajan nuestras telas. Nuestra producción es de vanguardia e interesa en el extranjero", sostiene Beatriz. En España, para celebrar el aniversario y comunicar esos cambios, tapicerías Gancedo ha redecorado sus tiendas. "La decoración se ha vuelto dinámica. Las revistas y los programas de televisión la han hecho mestiza y personalizada a la vez. A la gente le gusta decorar, que su casa sea singular y también práctica. Del visillo blanco de etamina se ha pasado a los de seda natural o de lino con rafias, con cuerda y con fantasías, de forma que se pueden emplear sólo visillos sin cortinas. En decoración, y por supuesto en tapicería, los nuevos tiempos lo han aligerado todo".

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