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LA RIQUEZA DEL PASADO

El calendario azteca y la imprenta en América

El calendario azteca, plasmado en una famosa pieza de arqueología redonda y de gran tamaño, es muy perfecto y se deriva de forma clara de los que se encontraron en México de anteriores culturas. Todos los sistemas de calendario americano proceden de formas asiáticas orientales. Para los aztecas, el año se dividía en 18 meses de 20 días, a los que se añadían cinco más complementarios.

Fue en la Ciudad de México, construida sobre la azteca Tenochtitlán tras la victoria de Hernán Cortés, donde se estableció la primera imprenta en el continente americano. En 1533, fray Juan de Zumárraga, primer obispo del lugar, escribió a Carlos V para interesarse por la fundación de un taller en el que imprimir libros. Cinco años más tarde volvió a escribir al emperador para quejarse de la carestía de papel que no permitía finalizar una serie de obras ni empezar otras nuevas. El primer ejemplar del que se tiene noticia es de 1535, una edición de la Escala espiritual para llegar al cielo, de san Juan Clímaco.

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La segunda imprenta se fundó en Perú en 1584 por el turinés Antonio Ricardo, que publicó dos opúsculos: una Pragmática sobre los diez días del año y la Doctrina y catecismo para enseñanza de los indios. En otras tierras americanas la imprenta se introdujo en 1738 en Colombia, Ecuador, 1754, diez años después en Venezuela y en 1776 en Santiago de Chile. A Estados Unidos llegó en 1638-1639 al colegio de Harvard, en Cambridge.

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