Stieglitz y su círculo documentan la riqueza creativa de Nueva York
El fotógrafo estadounidense Alfred Stieglitz (1864-1946) fue también galerista, editor y coleccionista. Así aparece en la exposición Nueva York y el arte moderno. Alfred Stieglitz y su círculo (1905-1930), abierta en el Museo Nacional Reina Sofía, de Madrid (Santa Isabel, 52, http://museoreinasofia.mcu.es, hasta el 16 de mayo). La producción del museo con el D'Orsay, de París, donde se acaba de montar, y la Réunion des Musées Nationaux de Francia recoge 80 fotografías de la evolución de Stieglitz, desde el pictorialismo de 1889 hasta la toma directa de 1937, y las muestras en sus galerías de artistas de vanguardia europeos, como Rodin, Cézanne, Picasso, Braque, Picabia y Brancusi.
"Mis fotografías nacen siempre de una necesidad interior -una experiencia espiritual-. Yo no hago obras pictóricas. Tengo una visión de la vida a la que trato de buscar equivalencias y a veces lo hago en forma de fotografías". Esta frase de Stieglitz inicia el montaje de la exposición, junto a una proyección de autor anónimo que aparece con una cámara desde un puente.
Las comisarias de la muestra, Daniela Tilkin y Françoise Heilbrun, colocan a Stieglitz junto a las manifestaciones en sus galerías, desde que en 1905 se asocia con su colega Edward Steichen para abrir una en el número 291 de la Quinta Avenida. Su intención era demostrar que la fotografía estaba a la misma altura de las otras formas artísticas. Por el espacio de 30 metros cuadrados, convertido en un laboratorio conocido como 291, pasan los fotógrafos pictorialistas, como Julia Margaret Cameron, Alvin Langdon Coburn, Baron Adolph de Meyer, Frank Eugène, Frederic Evans y Edward Steichen, entre otros, y entre 1908 y 1917 realiza las primeras exposiciones de artistas cubistas, dadaístas y futuristas europeos, como Rodin, Matisse, Cézanne, Picasso, Brancusi, Braque y Severini, que contrasta con artistas de su círculo, como Max Weber, John Marin, Arthur Dove, Georgia O'Keeffe y Abraham Walkowitz.
Estos nombres aparecen en el montaje, al reproducir algunas de las exposiciones de la época con las mismas piezas. Para la comisaria Danielle Tilkin "se propone la reevaluación de un periodo fascinante, con frecuencia olvidado al hablar de los pintores abstractos norteamericanos de los cincuenta, pese a que estos artistas compartieron muchas inquietudes y también, no lo olvidemos, la búsqueda de una identidad modernista auténticamente americana".
Este "periodo fascinante" aparece en las imágenes de Stieglitz, en los retratos de los artistas que forman el movimiento moderno y de la ciudad que se llenó de energía en las primeras décadas del siglo XX. Un conjunto de 15 tomas de la ciudad, desde el rascacielos Flatiron a la llegada de inmigrantes, recoge esta época, unida a ejemplares de Camera Work (50 números entre 1903 y 1917), la revista que fundó Stieglitz. Algunos bronces de la muestra de Brancusi en 1914 figuran en el montaje, que coloca otras obras de Kandinsky, Cézanne, Picasso y Matisse junto a una pared con máscaras y cucharas africanas, y cerca de portadas de revistas realizadas por Picabia y la fuente (retrete) de Duchamp firmada por R. Mutt en 1917 y fotografiada por Stieglitz. Completan este espacio caricaturas de Marius de Zayas y dibujos de Francis Picabia. Una película de 10 minutos de Nueva York y sus humos, realizada por Charles Sheeler y Paul Strand, sitúa la ciudad de 1920 junto a numerosas tomas de la pintora Georgia O'Keeffe (manos, pies, torso, senos), de la que se exponen cuatro cuadros y una escultura. Hay también retratos de artistas y series de nubes y relaciones con la música.
Babelia
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