La pintura andaluza de los siglos XIX y XX brilla en el Thyssen

Noventa y cuatro obras de pintores andaluces desde el segundo tercio del siglo XIX hasta comienzos del XX forman la exposición Pintura andaluza en la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, presentada ayer en el Museo Thyssen de Madrid y abierta hasta el 5 de septiembre en las nuevas salas de exposiciones temporales. La muestra abarca desde el paisajismo romántico hasta los comienzos del arte moderno, con obras de Barrón, Domínguez Bécquer, Cortellini, Jiménez Aranda, Turina, Moreno Carbonero, Romero de Torres, entre otros, y finaliza con una pieza temprana de José Moreno Villa, ubicada ya dentro de un poscubismo ecléctico.

Cerca de un centenar de obras desde 1840 hasta comienzos del siglo XX permiten hacer un recorrido por los diferentes movimientos que se desarrollaron en Andalucía, desde el romanticismo hasta el regionalismo. La exposición reúne algunas de las piezas más desconocidas de los fondos de la baronesa y es "una de las más ricas y completas de este periodo", afirmó en la presentación Tomàs Llorens, comisario y conservador jefe del Museo Thyssen.

Según Llorens, la pintura que se desarrolló en Andalucía constituye uno de los fenómenos culturales más interesantes del siglo XIX español, con artistas como Manuel Barrón, Moreno Carbonero, Emilio Ocón y Rivas, Guillermo Gómez Gil, Ricardo Verdugo Landi, José Domínguez Bécquer, José María Rodríguez Acosta o Julio Romero de Torres.

La exposición "contribuye a mostrar importantes artistas no suficientemente presentados", dijo Carmen Thyssen, quien comentó que dos instituciones de Nueva York se han interesado por la muestra, que después de Madrid viajará a Sevilla y Málaga. "Me hace mucha ilusión poder ver la colección colgada junta y me siento muy feliz de enseñar estos fondos que constituyen una novedad, ya que la colección catalana se ha visto más que ésta", señaló la baronesa.

Pintura andaluza en la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza comienza con los pintores adscritos al paisajismo romántico, a través de dos corrientes, la pintura de paisajes y la costumbrista, "ambas muy unidas entres sí", según el comisario. Se exhiben pinturas de Manuel Barrón, Manuel Cabral, Manuel Rodríguez de Guzmán, Ángel María Cortellini, José y Valeriano Domínguez Bécquer. "El costumbrismo fue un fenómeno muy interesante que tuvo una larga duración y se extendió hasta mediados del siglo XX. En la colección están muy representados los costumbristas de la primera generación pero también hay algunos de la última", explicó Llorens. Así, nombres como José Jiménez Aranda, José García Ramos, Joaquín Turina, José Rico o Manuel Wssel de Guimbarda, del que se exponen las dos obras con las que Carmen Thyssen inició su colección, son reflejo de este periodo.

Mariano Fortuny y Martín Rico contribuyeron al cambio en la manera de pintar y a la evolución del costumbrismo hacia la pintura preciosista. Dos salas reflejan la influencia de Fortuny y el interés por los efectos de la luz de pintores como Jiménez Aranda y García Ramos, José Moreno Carbonero, Sánchez Barbudo o Antonio Reyna. "En el seno de la pintura preciosista surgió también Emilio Sánchez Perrier, uno de los pintores de más calidad de las últimas décadas del siglo XIX, pero con una obra más conocida fuera de España", dijo Llorens.

El impresionismo, el simbolismo o el fauvismo tuvieron su influencia en la pintura andaluza de finales del siglo XIX y comienzos del XX, en lo que se conoce como regionalismo, en el que se incluye la pintura de José María López Mezquita, Rodríguez-Acosta, Gonzalo Bilbao o Julio Romero de Torres.

La muestra concluye con una obra de José Moreno Villa que anuncia la llegada del arte nuevo y de las primeras vanguardias.