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LA CAPTURA DE SADAM | El juicio del dictador

Annan exige más seguridad y mayor participación de la ONU para volver a Irak

El Consejo de Gobierno iraquí critica la retirada de Naciones Unidas, pero pide que regrese

El ministro de Exteriores del Consejo de Gobierno iraquí, Hoshyar Zebari, criticó ayer duramente a la ONU, acusándola incluso de haber contribuido a mantener en el poder a Sadam Husein, y pidió que regresara cuanto antes a Irak para participar en el proceso de transición política. La dura intervención de Zebari ante el Consejo de Seguridad añadió presión a la campaña que ha desplegado Estados Unidos para forzar la vuelta de Naciones Unidas. Sin embargo, su secretario general, Kofi Annan, se resiste y pide antes de volver más papel para la ONU y mayor seguridad.

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La ONU "no supo rescatar al pueblo iraquí de un tirano asesino que estuvo en el poder durante 35 años. Hoy estamos desenterrando a miles de víctimas que son el horrible testamento de aquel fracaso. La ONU no puede volver a fallar al pueblo iraquí", dijo Zebari.

El ministro iraquí criticó abiertamente la decisión de Annan de mantener sus operaciones fuera de Irak y establecer dos bases en la región. "No se puede aportar una ayuda efectiva desde Chipre o Ammán. Entendemos las tremendas pérdidas sufridas (en el atentado del 19 de agosto), pero estamos dispuestos a proveer toda la seguridad necesaria para su regreso".

Zebari compareció ante el Consejo de Seguridad para detallar el calendario de la transición política iraquí que debe llevar a la formación de un Gobierno provisional a primeros de julio. "La ONU debe estar dentro del país para controlar el proceso, no puede hacerlo desde la distancia. Creemos que podemos cumplir el calendario, sobre todo después de la captura de Sadam Husein".

Desde hace semanas, EE UU y el Reino Unido presionan a la ONU para que vuelva. El Gobierno de George Bush, que ha decidido acelerar su salida de Irak de cara a las próximas elecciones presidenciales, estima que la presencia de Naciones Unidas contribuirá a legitimar la transición y a conseguir el respaldo de la comunidad internacional.

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El discurso de Zebari se sumó a esta intensa campaña diplomática. Por si la contundencia de sus palabras hubiera dejado dudas sobre su autoría, un diplomático estadounidense salió a confirmar a los periodistas que Washington no había ayudado a redactar la intervención del ministro iraquí. Subrayó, sin embargo, que la ONU se está haciendo de rogar. "Todo lo que quería Naciones Unidas está incluido en las dos resoluciones que aprobó el Consejo de Seguridad, en las que se especifica su papel vital".

Annan se resiste y ha impuesto sus condiciones: no regresará antes de que mejoren las condiciones de seguridad y se clarifique su mandato. Lo repitió ayer de nuevo. "Necesito sopesar el riesgo que debe asumir Naciones Unidas y el papel que deberá jugar. Necesito saber quién asumirá las responsabilidades y quién tomará las decisiones y sobre todo qué esperan exactamente los iraquíes de nosotros y si estamos en posición de responder a sus expectativas".

La ONU está en una postura muy delicada. Otros miembros del Consejo, como Francia, también piensan que debería jugar un papel directo en la transición. Pero Annan sabe que Irak, que está en una situación legal muy peculiar, podría acabar con la credibilidad de su organización y con la vida de sus funcionarios, todavía muy traumatizados por el atentado de agosto. De hecho, la semana pasada, el secretario general dejó entrever que la ONU podría retrasar su vuelta hasta la toma de posesión del Gobierno provisional iraquí en julio, lo que le evitaría tratar directamente con las fuerzas ocupantes.

Los estadounidenses no son los únicos en pedir el regreso de Naciones Unidas. El ayatolá Sistani, el máximo dirigente chií de Irak, pidió recientemente a Annan que se involucrara directamente en el proceso. Sistani ha criticado el calendario propuesto por el Consejo de Gobierno y ha pedido la celebración de elecciones directas. The Washington Post aseguró ayer que el representante de EE UU en Irak, Paul Bremer, había mantenido contactos indirectos con Sistani para llegar a un compromiso. Zebari confirmó que el Consejo de Gobierno estaba en activas negociaciones con el líder chií.

El papel de la mayoría chíi es una de las grandes incógnitas del proceso político iraquí. Annan recordó que debía estar activamente incluida en todas las decisiones. "Todos los segmentos de la sociedad iraquí deben estar representados en las nuevas instituciones del país. Nadie debe sentirse excluido. (...) El proceso que lleve a la formación de un Gobierno provisional debe ser inclusivo y transparente". En respuesta, Zebari defendió la autoridad del Consejo de Gobierno. "No estamos de acuerdo con los que dudan de la legitimidad de las actuales autoridades iraquíes, somos el Gobierno más representativo y democrático de Oriente Próximo".

Un muchacho iraquí coge productos de un tren de aprovisionamiento de EE UU saqueado cerca de Faluya.
Un muchacho iraquí coge productos de un tren de aprovisionamiento de EE UU saqueado cerca de Faluya.ASSOCIATED PRESS

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