Gao Xingjian entiende el arte como 'un refugio donde el espíritu vuela'
El Nobel chino presenta su obra pictórica en el Museo Reina Sofía y una nueva novela
El escritor y pintor Gao Xingjian (Jangsu, China, 1940) vivió ayer una de las últimas jornadas de masas que, como creador ermitaño, ha tenido que soportar desde la concesión del Premio Nobel de Literatura 2000. Tras cuatro horas de periodistas, inauguración oficial y comida de protocolo, con motivo de su primera exposición en España, 30 dibujos de tinta china sobre papel, en el Museo Nacional Reina Sofía, anunció que pronto recuperará la calma, 'que es absolutamente necesaria para un trabajo auténtico'. Para Gao Xingjian, el arte 'es un lugar de refugio donde el espíritu vuela'.
El primer escritor en lengua china galardonado con el Nobel de literatura presentó ayer una de sus facetas, la de pintor, una vocación temprana de la que ha vivido desde que en 1987 abandonó China y se convirtió en refugiado político en París. Una sala de la segunda planta del Museo Nacional Reina Sofía presenta hasta el 15 de abril -después viajará al Museo de Bellas Artes de A Coruña- una selección de 30 dibujos realizados a tinta china sobre papel de arroz desde los años ochenta.
Gao Xingjian se refirió ayer a los años anteriores al Nobel dedicados a la pintura y agradeció las exposiciones de la galería La Tour des Cardinaux, de Marsella, de donde proceden gran parte de las obras expuestas en Madrid. Su primera intervención fue para agradecer el montaje de sus obras en 'un lugar prestigioso' y comentar su visión de España, unida a la pintura y la literatura, que se extiende en un breve texto, Mi España, en el catálogo.
La lectura del Quijote en chino fue su primer contacto con España, a los 13 años, como recordó ayer. 'Me fascinó el mito de Don Quijote. Desgraciadamente había pocas ilustraciones y se habían perdido, por lo que dibujé al hombre delgado con un Sancho un poco ridículo. Fue una experiencia muy bella, pictórica y literaria. Es un mito y al mismo tiempo una desmitificación, con humor y espíritu castellano. España es un lugar particular y alegre, con el sol que llevo en mi espíritu'.
Picasso fue el nombre que saltó a continuación. 'De joven me fascinaba su trabajo, conozco el Guernica perfectamente. Entonces pintaba al óleo, que era un símbolo del arte moderno y en China estaba muy cotizado. En un momento de realismo social como corriente oficial, la pintura de Picasso era una ventana, otro horizonte en la vida. Desde mi infancia, el arte, la pintura, era un lugar de refugio, donde tenía toda la libertad para expresarme'.
Gao Xingjian cambió el óleo por la tinta china sobre papel. 'A base de hurgar en el negro se puede expresar todo, incluidas visiones, lo que es imposible con el óleo. La pintura no es conceptual; lo primero es visual, es la parte fundamental de la pintura que hago'. El artista recordó ayer que su primera visita a Francia, en 1978, como intérprete de una asociación de escritores chinos, y el conocimiento de la pintura occidental en los grandes museos de París, Roma y Florencia, le hicieron volver a la tradición china de las aguadas. 'También vi tintas de Picasso hechas sin conocer los matices y la riqueza que sí tienen en la tradición china. Entonces decidí partir de la tinta para encontrar mi vía'.
La comisaria de la exposición, Cristina Carrillo de Albornoz, señaló que Gao Xingjian 'adoptó una paleta sin colores pero no sin tonalidades', para afirmar que en sus aguadas hay más de 40 tonalidades diferentes, en los negros, blancos y gamas de grises en los juegos de luz. El Reina Sofía ha publicado una serigrafía (a 300 euros unidad), que el artista firmó ayer como La montaña del alma, el mismo título de la primera novela publicada en España, donde se han empleado 110 matices.
'Es un artista en el sentido más humilde y profundo del término. El pintor comienza donde el escritor no se expresa con palabras', declaró la comisaria.
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