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Savater narra su pasión por los 'derbys' en 'A caballo entre milenios'

Para Javier Marías, el libro es un diario de pensamiento narrativo

José Andrés Rojo

En cuanto terminaron las intervenciones a propósito de su nuevo libro, Fernando Savater fue preguntado ayer en el casino de Madrid por otra carrera bien diferente. Ésa, de final incierto, que tiene lugar en el País Vasco y cuya meta es la paz. Era inevitable, ya que los resultados de las elecciones del domingo 13 estaban demasiado cerca. Respondió con elegancia, y se refirió a un artículo que estaba terminando y que publicaría en breve. Un poco de tiempo para reflexionar con cautela y el rigor de la escritura frente a la inmediatez de la palabra hablada fueron sus argumentos. 'La derrota no ha sido del PP ni del PSOE, sino de la esperanza', dijo Savater cuando las preguntas arreciaron en la misma dirección.

De lo que se trataba ayer, en realidad, era de A caballo entre milenios, su nuevo libro. Javier Marías se refirió a él como una suerte de diario de pensamiento narrativo. Tal vez se trate de 'uno de sus mejores libros, de los más emotivos, más profundos', dijo Marías, y destacó su 'gran hermosura literaria'. Poco antes, el editor Juan Cruz había hablado del componente ético esencial de la obra de Savater y de su 'palabra lúcida para interpretar lo que nos pasa'.

Es verdad que el libro se ocupa fundamentalmente de caballos. De carreras, de jinetes, de hipódromos. Pero, como el propio Savater confesó, nunca quiso que su pasión por los caballos fuera un componente aislado de cuanto le pasa. Así que el libro recoge, mezcla, agita y se alimenta con todo lo demás. La literatura, el cine, la filosofía, el arte y, como no podría ser de otra manera, del ruido doloroso del presente. Fue un año, efectivamente, en el que Savater viajó de hipódromo a hipódromo, descubriendo en cada uno de ellos, al fin y al cabo, los asuntos esenciales que nos ocupan a los humanos todos: la alegría, los acicates del riesgo, la complicidad, la belleza. Pero fue un año también en el que ETA asesinó a su amigo José Luis López de la Calle, por ejemplo; fue el año de ¡Basta ya! y del desafío de pelear por la libertad y la justicia en una sociedad en la que reina el miedo.

'Ha sido esta última una época en la que tantas veces se ha dicho de Savater que andaba irritado, crispado, apenado', comentó Javier Marías. Y fue el tiempo en el que anduvo escribiendo A caballo entre milenios, 'un libro que no tiene nada de esa irritación, de esa crispación, de esa pena, y que contiene en cambio la escritura más apaciguada y feliz que cabe imaginar'.

Si aún existieran lápidas cuando a Savater le tocara morir, en la suya, 'aunque personalmente prefiero las cenizas y el mar, sobrará con esta noticia: 'Comentó muchos derbys'. Eso escribe en A caballo entre milenios. Quizá ahí resida la clave del prodigio de poder combinar las dolorosas batallas de un ciudadano que vive desde hace ya mucho a la sombra de sus escoltas con la alegría de la escritura: en su pasión por vivir. Y de eso trata, en definitiva, su último libro. Del entusiasmo. Y es un entusiasmo contagioso.

Fernando Savater (a la izquierda) y Javier Marías, ayer en Madrid.
Fernando Savater (a la izquierda) y Javier Marías, ayer en Madrid.GORKA LEJARCEGI
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Sobre la firma

José Andrés Rojo
Redactor jefe de Opinión. En 1992 empezó en Babelia, estuvo después al frente de Libros, luego pasó a Cultura. Ha publicado ‘Hotel Madrid’ (FCE, 1988), ‘Vicente Rojo. Retrato de un general republicano’ (Tusquets, 2006; Premio Comillas) y la novela ‘Camino a Trinidad’ (Pre-Textos, 2017). Llevó el blog ‘El rincón del distraído’ entre 2007 y 2014.

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