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Brody: "La Audiencia ha cambiado la historia de América Latina"

Yolanda Monge

Ante el I Congreso Internacional sobre Derechos Humanos y el Principio de Justicia Universal, que se desarrolla en Madrid, organizado por la Asociación Argentina Pro Derechos Humanos, Brody calificó de "revolucionario" el papel de la Audiencia. Y defendió y exigió lo que casi todos los ponentes a lo largo del día de ayer: la inmediata puesta en marcha del Tribunal Penal Internacional.

El jefe de abogados de HRW señaló que, aunque los crímenes de lesa humanidad deben juzgarse en el territorio donde se cometieron, "los tiranos se cubren de inmunidades, amnistías y toda clase de garantías". Por ello, agregó, es legítimo que la justicia universal y el Tribunal Penal Internacional desarrollen su labor, que "retroalimenta a la justicia nacional".

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Así, recordó, el arresto en Londres del ex dictador chileno Augusto Pinochet "desató un poder" en Chile que no se había visto y sostuvo que su procesamiento en su país no se habría producido sin la orden de detención de la Audiencia Nacional y su acatamiento por parte de las autoridades británicas.

En opinión de HRW, los crímenes contra la humanidad sólo se evitarán cuando los aspirantes a cometerlos -ya sean líderes políticos, comandantes de campo o soldados y policías- tengan que pensárselo dos veces ante la posibilidad de no contar a partir de ese momento con un lugar donde ocultarse. Pero esa posibilidad sólo es realista con la existencia de un Tribunal Penal Internacional.

La puesta en marcha de este organismo se decidió en julio de 1998 en Roma. El tratado ha sido firmado hasta el momento por 139 países (incluidas las firmas nada más comenzar el año de Irán, Israel y Estados Unidos) y ratificada por 27. España ratificó el tratado a finales del pasado mes de octubre. Un total de 120 naciones apoyaron la creación del tribunal hace más de dos años. Pero el Tribunal sólo podrá empezar a funcionar cuando al menos 60 de los firmantes ratifiquen el estatuto.

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Carlos Castresana, autor de la denuncia que dio origen a los juicios en Madrid por genocidio y terrorismo en Argentina y Chile y miembro de la Unión Progresista de Fiscales, apoyó la puesta en marcha del Tribunal penal Internacional. Y no sin cierta ironía puso dos ejemplos radicalmente diferentes de cómo ante la inexistencia de un Tribunal Penal Internacional se puede llevar a un criminal ante los jueces atendiendo al principio de Justicia Universal. "Una simple denuncia ante un tribunal español desencadenó el caso Pinochet. Para que Noriega [hombre fuerte de Panamá entre 1983 y 1989] fuera llevado ante un juez en Miami, Estados Unidos tuvo que invadir Panamá".

"Desde 1945 existen convenios internacionales que sancionan delitos de lesa humanidad, pero no hay un tribunal específico que cumpla ese convenio", se lamentó la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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