París reabre el Museo Guimet tras cinco años con una colección de arte asiático
El Museo Guimet llevaba cinco años cerrado y muchos más olvidado. Ahora, desde la semana próxima, vuelve a sumarse a los más de 100 museos de la capital francesa y presenta, en un espacio totalmente renovado, 3.500 piezas de unos fondos ricos de más de 45.000, recientemente estimados, por la revista estadounidense Newsweek, como 'la colección de arte asiático más importante del mundo'.
Las obras del Guimet han costado 350 millones de francos (8.750 millones de pesetas), de los cuales 40 han sido aportados por mecenas japoneses y coreanos privados -Samsung figura entre ellos-, que desean potenciar el interés por el conocimiento de su patrimonio.
El grueso de la colección tiene su origen en la rica curiosidad del lyonés Emile Guimet, un industrial siderúrgico atraído por las civilizaciones orientales. En 1929, el local, hoy remodelado por los hermanos Henri y Bruno Gaudin, se convirtió en museo nacional y fue aglutinando otras colecciones, como las procedentes del Museo de Indochina, cerrado en 1935, los objetos tibetanos o del Asia central que guardaba el Louvre.
Joyas, pinturas, objetos religiosos, esculturas, tapices, lacas, estelas funerarias, cerámicas, dibujos, del siglo XVIII antes de Jesucristo hasta el XVIII de nuestra era, se presentan ahora ordenadas por países, civilizaciones y épocas, bajo una luz natural capturada de diversas formas, en un lugar que dispone de 2.000 metros cuadrados suplementarios, que ahora cuenta con un pequeños auditorio, una estupenda biblioteca y un espacio para exposiciones temporales que se inaugurará el próximo 3 de febrero con El Asia de la las estepas: de Alejandro el Magno a Gengis Khan.
