Axivil Criollo rescata en un disco la música antillana del siglo XIX

Las contradanzas y las habaneras que triunfaban en los salones de baile de La Habana a principios del siglo XIX irrumpen en el mundo discográfico de la mano del grupo instrumental y vocal Axivil Criollo, dirigido por el guitarrista y musicólogo español Felipe Sánchez Mascuñano. Los dos grandes géneros musicales antillanos reviven tras décadas de olvido en el disco En un salón de La Habana, editado por el sello RTVE Música, que recrea la sonoridad original de las exquisitas contradanzas de Manuel Saumell (1817-1856) y las hermosas habaneras de Sebastián Iradier (1809-1865), dos singulares figuras de la música tradicional hispanocubana.Aplicando al repertorio criollo el mismo rigor estílistico y los criterios históricos habituales en la interpretación de la música barroca, Felipe Sánchez ha reconstruido la sonoridad de la época en fascinantes arreglos que combinan, a partes iguales, fantasía instrumental y pasión investigadora. En el disco, grabado en enero de 2000 en los estudios de RNE, intervienen la soprano Noemí Mazoy, el tenor César Carazo, los violinistas Carlos Gallifa e Inés López, el flautista Manuel Rodríguez, el clarinetista José Selva, el contrabajista Juan Ruiz, el percusionista Pedro Estevan y el propio Sánchez a la guitarra.

El disco reúne siete habaneras del compositor español Sebastián Iradier, algunas tan emblemáticas como La paloma, María Dolores y El arreglito, que Georges Bizet utilizó, bordeando el plagio descarado, en su célebre ópera Carmen. Del legado del violonchelista y pianista Manuel Saumell, nacido en Cuba, hijo de un catalán que introdujo la iluminación de gas en La Habana, el grupo Axivil Criollo presenta seis deliciosas contradanzas. Saumell, prácticamente desconocido en España, compuso la primera ópera de tema cubano de la historia y dejó un extenso repertorio de canciones y obras de cámara.