André Rieu trae su orquesta y sus valses vieneses a España
Lleva diez años dando vueltas por el mundo con sus agradables arreglos de valses vieneses para orquesta vestida de tiros largos bajo decorado pastel, pero hasta ahora no había venido a España. Ha llegado el momento. El holandés André Rieu y su orquesta Johann Strauss están ya aquí -"aunque perdemos dinero", según dijo ayer el músico-, para enseñar su espectáculo de nostalgia, baile y fiesta vienesa 1900: el día 18 actúa en Madrid y el 19 en Barcelona. El precio de las entradas oscila entre las 3.500 y las 5.750 pesetas.Denostado por los puristas musicales de medio mundo, Rieu y su rubia melena de león no han parado en los últimos cinco años de hacer las delicias del público con sus actuaciones "animadas, entretenidas e interactivas", a la vez que sacaba considerables beneficios de su único disco hasta ahora, Strauss & Co., un título que, aparte de indicar que los valses que contiene no son únicamente obra del pope Johann, da idea del espíritu que anima a su arreglista y director. Cinco millones de ejemplares vendidos en todo el mundo (250.000 de ellos en España) le contemplan. "Mi punto vendedor es así", dice Rieu sonriendo. "En vez de aburrir al público, de ser un tipo estirado que se incomoda porque la gente tose, yo le explico al público la música, les hago bromas en su idioma (ya estoy aprendiendo español), les inspiro para que bailen y les enseño una orquesta elegantísima, llena de mujeres guapas (hay un 50% de hombres, pero siempre los pongo detrás)".
Rieu, que en otoño sacará su disco homenaje 100 años de Strauss, se defiende de los ataques como gato panza arriba: "No entiendo qué les parece mal, pero sé que los más puros me ven en la tele y vomitan. Los arreglos que hago son casi originales".
"Tal vez mi delito consiste en no ser pesado, en acortar las piezas como se hacía ya en las fiestas de la época, en mezclar muy bien las lentas con las rápidas, en poner flores en el escenario", añade. "Seguramente les molesta que me lo pase bien y que el público también disfrute. Pero es una cosa muy especial. Y si no lo ves, ¿cómo puedes opinar?".
