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46º FESTIVAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN

Las historias marginales coinciden en Zabaltegi

El arranque de la sección a priori más estimulante del festival, Zabaltegi /Zona Abierta sirvió, entre otras cosas, para situar el listón alto. Tradicionalmente, esta sección se nutre de dos ingredientes diferentes: por un lado, de películas de contrastada calidad, ya vistas en otros festivales. Por el otro, de propuestas jóvenes e innovadoras, muchas de las cuales optan al Premio Euskal Media reservado a óperas primas.Inauguró la programación la película brasileña Estación Central de Brasil, de Walter Salles, que logró el Oso de Oro en el Festival de Berlín. El filme, que narra el accidentado viaje de un niño huérfano, acompañado de una maestra vieja y ajada por la vida, a través del depauperado noreste brasileño, ha dividido drásticamente a la crítica entre quienes defienden la limpidez de su tono melodramático y quienes no le perdonan que malogre, en una segunda mitad balbuceante y complaciente, los inmensos logros que acapara en una primera parte de corrosiva claridad expositiva.

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También de gente situada en los márgenes de la sociedad habla la primera película joven vista en Zabaltegi, la francesa Dis-moi que je rêve, de Claude Mourieras, que acaba de hacerse con el prestigioso Jean Vigo a la mejor película joven francesa del 98. Mourieras habla de una peculiar familia campesina, cuyos miembros se esfuerzan en resolver por sí solos el grave caso de minusvalía mental que sufre su hijo Julien.

Poética placidez

Mourieras, un cineasta seguro a la hora de ordenar la puesta en escena, en ocasiones se vuelve febril -por ejemplo, cuando se producen altercados familiares, que no son pocos-, para alcanzar incluso cotas de poética placidez cuando la cámara se hace solidaria con el punto de vista de Julien. No juzga jamás a sus personajes, pero se las ingenia, a partir de un juego sutil de desvelamientos sucesivos, para dar al espectador los ingredientes para que sea él mismo quien saque sus conclusiones.Tinta roja, filme argentino programado en la sección paralela Made in Spanish, es un documental de dos de los especialistas más reputados del actual cine latinoamericano, Marcelo Céspedes y Carmen Guarini, y de él se puede decir que parte de una idea magistral, el meter la cámara en la redacción del diario sensacionalista bonaerense Crónica para mostrar tanto la forma de actuar de los periodistas que en él trabajan como, por elevación, para dar una visión de qué significa hoy, en la Argentina del hiperliberalismo y los abismos sociales, vivir en la miseria del delito y la muerte. El resultado es dudoso: todo se queda en un intento, que no logra concretar casi nunca su ambicioso proyecto de fondo.

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