"Mi padre era inequívocamente rojo" señala una hija del escritor exiliado Max Aub
Aznar preside en Segorbe la constitución de una fundación dedicada al intelectual
"Era inequívocamente rojo". Con esta escueta frase definió ayer Elena Aub a su padre en el acto de constitución de la fundación dedicada al escritor en Segorbe (Castellón). Resultó una puntualización interesante en una celebración monopolizada por altos cargos del PP, entre ellos el presidente del Gobierno, José María Aznar, quien aprovechó para alabar la política cultural de su partido y reivindicar la figura del intelectual exiliado desde la "pluralidad". "El sectarismo en cultura es una necedad" comentó Aznar, que se comprometió a apoyar la institución creada.
Max Aub tuvo que compartir el protagonismo con Aznar. De hecho, el PP trató el asunto como un. éxito propio, pese a que la compra del legado en 1988 -un archivo con objetos personales y grabaciones, una biblioteca con 10.000 volúmenes y un epistolario con más de 10.000 cartas, por 10 millones de pesetas- fue fruto de la decisión del antiguo alcalde socialista de Segorbe y actual director de la fundación, Miguel Ángel González. La obsesión de los populares por acaparar la atención del acto llevó a los organizadores a saltarse el protocolo en la distribución de los asientos. Así, los representantes socialistas quedaron relegados a un segundo plano.Sólo las intervenciones de Elena Aub y del profesor de la Universidad de Laval (Québec) Ignacio Soldevila recordaron que Max Aub fue un escritor comprometido con el socialismo. Elena, visiblemente emocionada, insistió en que su padre luchó por "la convivencia democrática, la libertad y la tolerancia", con su "antigua militancia socialista a cuestas". y con una inquebrantable "fidelidad a sí mismo". Después agradeció al presidente su respaldo a la fundación, que nació oficialmente ayer con un capital de ocho millones de pesetas, aportado por la Consejería de Cultura de la Generalitat valenciana, las diputaciones de Valencia y Castellón y el Ayuntamiento de Segorbe. La familia del escritor ocupa la presidencia de honor.
Soldevila, principal estudioso de la obra de Max, Aub y patrono de la fundación, lo definió como un "humanista antinacionalista y antimilitarista, temprana víctima del desarraigo". El profesor, con un discurso basado principalmente en alusiones biográficas, completó su alocución con un reproche implícito por el tardío reconocimiento brindado al escritor. "Su gran amor, nunca correspondido, fue su país: España-Valencia".
José María Aznar, que recibió la medalla de oro del municipio, aprovechó la jornada para elogiar la política cultural de su Gobierno, potenciada, a su juicio, a través de la fusión de las carteras de Educación y Cultura en un único, ministerio. "Estamos creando los instrumentos necesarios para hacer de España una gran potencia cultural", señaló. Luego se refirió a Max Aub como "un español de vocación", al que hay que aludir "sin apropiaciones". Dijo de él que fue un escritor de "gran coherencia" porque "su apoyo a la causa republicana le obligó a exiliarse". "El nacionalismo no podía tener cabida en un hombre regiamente liberal", expuso Aznar.
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